A partir de la publicación del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía, (Inegi), sobre los resultados de la disminución de la pobreza en México, todos políticos que hace campaña para promoverse utilizan los datos para echar humo a los ojos de la ciudadanía para ocultar la realidad y ganar su confianza para que les brinde su voto.
Dicha práctica la promueve el primer mandatario de la nación, López Obrador y la hace extensiva para promover a sus “corcholatas” presidenciales, que según él de 2018 a 2022 la población en situación de pobreza disminuyó en 5.1 millones de pobres, la población en situación de pobreza moderada bajó de 34.9 por ciento a 29.3 por ciento, la población vulnerable por ingresos se redujo de 8 por ciento a 7.2 por ciento, aunque la población en situación de pobreza extrema aumentó ligeramente, de 7 por ciento a 7.1 por ciento.
Siendo dueño, líder y propagandista de su partido Morena, no es nada extraño que recurra a estas viejas prácticas. Sin embargo, lo que llama la atención es que no solo él lo haga, sino personajes de otros partidos y corrientes ideológicas, como es el caso del mandatario queretano Mauricio Kuri González.
Desde luego el Inegi no es responsable de cómo utilizan la información que proporciona dado que es un organismo autónomo, simplemente hace su trabajo estadístico en toda la geografía nacional, tomando en cuenta los rubros económicos, los recursos naturales y la población, características que distinguen cada entidad federativa, etcétera. Así es como coloca actualmente a Querétaro, con una población de aproximadamente 2 millones 400 mil habitantes.
Al encabezar el encuentro “Contigo Informamos”, el gobernador Mauricio Kuri, emulando a López Obrador, se apoyó en los datos proporcionados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que coloca a la entidad con la mayor disminución de pobreza y pobreza extrema. Destacó el pasado 14 de agosto, que la pobreza extrema tuvo una reducción en el estado, del 40 por ciento durante los últimos dos años en que llegó al poder, cuando en el país bajó el 15 por ciento. Con bombo y platillo dijo: “Sacamos a 210 mil queretanos de la pobreza”. Se “pasó del lugar 11 al 8 en pobreza y sólo 1.7 por ciento de la población estatal está en pobreza, cuando la media nacional es del 7 por ciento”, la clave, dijo, es conectar la política social con el desarrollo económico”.
Vista la información de manera general, no pinta mal. Solo falta que proporcionen cuál es el total de pobres en Querétaro y cómo eligen a las personas para “sacarlas” de esa pobreza a través de la Secretaría de Desarrollo Social de Querétaro (Sedesoq), bajo la dirección de la también “corcholata” panista, Agustín Dorantes.
¿Pero qué acción seria ha emprendido el gobierno para mitigar la pobreza de los queretanos? Me gustaría conocer una sola. La experiencia que han vivido los ciudadanos es otra, ya que ahora con la administración de Mauricio Kuri, los trámites para obtener un apoyo de alguno de sus programas son tortuosos y se convierte en todo un laberinto de obstáculos.
El sistema para ingresar los datos de las personas que solicitan alguno de los programas sociales (SIPROS) obviamente lo manejan ellos internamente, y para obtener un código de validación y deben esperar hasta que “suban” el programa que los usuarios solicitan, mientras, sus datos quedan en “una gran bolsa de peticiones” que van desde “tarjetas para mujeres”.
Y hay que esperar, y esperar, para ver si son considerados para salir beneficiados con alguna tarjeta “rosa” como la de los priistas, luego de haber asegurado a las personas que les conviene a ellos, por ser integrante o simpatizante de su partido, para asegurar así sus votos.
Tampoco hay obras de infraestructura: caminos, agua potable, alcantarillados, electrificaciones, pavimento de calles, nada. Mientras, los ciudadanos esperan los sueños de los justos, los presidentes municipales, panistas se sirven con la cuchara grande, hacen exactamente lo mismo, pero más barato, más burdo y de manera más cínica, que los exhibe como alcaldes que hacen política clientelar, repartiéndoles tinacos y calentadores en lugar de obras que mejoren su calidad de vida, como en Corregidora, Cadereyta, El Marqués, Pedro Escobedo y en los municipios de la zona serrana.
¿Será que los panistas queretanos para mantener el poder le pidieron la receta a López obrador, o le están entregando la plaza?
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