Gracias a Antorcha muchos son ingenieros, maestros o doctores, cuenta en entrevista Mariana, egresada del Tecnológico Nacional de México ubicado en “La Atenas de la Mixteca”
Para Mariana, egresada del Tecnológico Nacional de México, campus Tecomatlán, este municipio “es un lugar seguro y las escuelas son de calidad: cuenta con una Villa Estudiantil donde se pueden albergar los jóvenes que quieran estudiar en las escuelas de aquí”, donde se ofrece una cadena educativa que va desde la ludoteca hasta el nivel superior con la Escuela Normal Superior “Mixteca Baja” y el Instituto Tecnológico.
“Tecomatlán es un lugar muy tranquilo y seguro, con infraestructura que no existe en otros municipios y donde los estudiantes pueden desarrollarse plenamente en lo académico, deportivo y cultural”.
“Aquí se fomenta el deporte y la cultura; aquí se les dan las condiciones que otros lugares no tienen, por eso los invito a que vengan y conozcan Tecomatlán”; además, dice sonriente, el municipio tiene “una de las ferias más grandes del estado”.
Durante siete años, este municipio, también llamado “La Atenas de la Mixteca” y cuna del Movimiento Antorchista Nacional, fue el hogar de Mariana Monserrat Rendón Sánchez, quien —por recomendación y motivada por su familia— salió de su natal Olinalá, en Guerrero, para venir a estudiar al Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 110, de donde egresó como técnica agropecuaria, para después estudiar en Tecomatlán.
¿Qué te llevó a estudiar en Tecomatlán?
Tengo dos tíos que estudiaron en el Instituto Tecnológico. Ellos me hablaron de Tecomatlán y me instaron a realizar aquí mis estudios, eso provocó en mí la inquietud por conocer Tecomatlán y el cómo trabajan las escuelas de Antorcha. Ese fue el factor que me llevó a tomar la decisión de estudiar aquí. Comencé a buscar información sobre el CBTa e investigué su oferta académica y, como me gusta mucho interactuar con los animales y las plantas, me interesó venirme para prepararme desde la prepa hasta mi carrera profesional con la misma especialidad.
¿Qué expectativas tenías de Tecomatlán?
Aprender mucho en primer lugar; la seguridad superó mis expectativas porque en otros municipios es común que la gente se sienta insegura al caminar por las calles en la noche, principalmente, y aquí no, Tecomatlán es un lugar muy tranquilo y seguro.
También ofrece cosas que no hay en otros lugares, por ejemplo, las instalaciones deportivas, aquí hay toda una unidad deportiva para practicar cualquier deporte: volibol, basquetbol, atletismo, futbol y las instalaciones están siempre abiertas para el uso de los estudiantes y de toda la población.
También cuenta con una gran Plaza de Toros donde se presentan espectáculos gratuitos, como eventos culturales, conferencias y la tradicional feria anual, que llega a reunir a más de 20 mil personas en una semana; también tiene amplias áreas verdes como la Plaza Xochicalli y el parque central, es decir, infraestructura que otros municipios no tienen. No esperaba conocer un lugar con toda esa infraestructura.
¿Cómo consideras la formación académica de las escuelas de Tecomatlán?
Muy bien porque no se limitan al aspecto académico, también impulsa en todos los estudiantes la formación deportiva y cultural para formar profesionistas integrales a través de los clubes y, este tipo de formación, no se da en otras escuelas como aquí, en Tecomatlán, gracias al trabajo del Movimiento Antorchista que busca que los jóvenes tengan una formación completa.
Esto me ha llevado a participar en las actividades que la organización realiza en el municipio, a través de la cultura, ya sea declamando o bailando; incluso participé como candidata a reina de la Feria Tecomatlán 2024.
Participar en estas actividades se sienten bien porque desarrollas nuevas habilidades que uno mismo creería que no puede desarrollar, pero con el trabajo y el impulso de la organización se logra mucho, eso te ayuda a socializar y empatizar con la gente de la comunidad.
¿Cómo te involucraste con las actividades de la organización?
Cuando comencé mis estudios en el Tecnológico conocí a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez”, conocí su actividad y el porqué de su lucha, los apoyos que gestionan, lo que hacen para que los estudiantes del estado podamos acceder a mejores condiciones de infraestructura y coincidí con sus planteamientos y me sumé a ellos. Posteriormente, me invitan a participar en algunas actividades culturales y a partir de ahí me comencé a integrar a las actividades del Movimiento Antorchista.
¿Consideras que la formación de las escuelas antorchistas ha provocado algún cambio en ti?
Uno de los principales cambios es que cuando llegué no socializaba, ahora, por las propias actividades escolares y de la organización, me he vinculado con mis compañeros y la comunidad, ayudando y participando en varias actividades como los eventos culturales y las faenas, los cuales siempre impulsan el trabajo colectivo.
Otro cambio importante es la forma de ver la realidad gracias a las conferencias que nos dan, en ellas nos explican los problemas sociales, el cómo se pueden solucionar y el papel que debemos tomar como agentes de cambio para impulsar una sociedad donde podamos vivir en mejores condiciones a las actuales.
Cuando me vaya de Tecomatlán lo voy a hacer muy agradecida con las escuelas, con los docentes y la organización porque prácticamente cuando llegué era una y ahora, con todo lo que he aprendido, soy otra persona.
¿Qué es lo que más te gustó de Tecomatlán en estos años?
Conocer gente nueva, a los maestros y aprender acerca de la cultura; aquí pude desarrollar esas habilidades, pude participar en las presentaciones del club de danza y declamando en algunos eventos, como en la ceremonia de graduación que se realizó en el nuevo teatro.
También pude apoyar en la logística del desarrollo de la Espartaqueada Cultural, que es un gran evento nacional en el que llegan muchos niños, jóvenes y adultos a competir en algo que a mí me gusta, que es practicar la cultura.
¿Qué opinas del proyecto político de Antorcha?
Es muy bueno por lo que plantea: un país justo, donde no haya pobreza y eso les permita a las familias vivir dignamente. El Movimiento Antorchista ya debería ser un partido político para ir mejorando a nivel nacional —y con mayor alcance—, la vida de mucha gente, por ejemplo, ofrece escuelas de calidad, apoya a la gente más humilde, han gestionado casas del estudiante donde los jóvenes pueden vivir seguros y tranquilos, apoya mucho la educación, gracias a Antorcha muchos estudiantes ya son ingenieros, maestros, doctores.
En ese sentido, estoy muy agradecida con el pueblo de Tecomatlán por todo lo que he aprendido aquí. Me voy contenta e invito a los que quieran seguir estudiando a que lo hagan en las escuelas de Tecomatlán.
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