En Puebla se carece de los servicios y obras más elementales para una vida digna; el gobierno estatal y federal no han destinado recursos para los habitantes a pesar del conocimiento de las múltiples carencias de los pobladores. El tan esperado progreso, el desarrollo económico, el mejoramiento en salud, el bienestar, la seguridad y el milagro propuesto parece (por los hechos) quedar en el olvido para los pobladores, pero para el gobernador Miguel Barbosa y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) queda clara, en su imaginación retorcida, otra realidad y otros datos.
A continuación, le daré estimado lector, algunos datos que considero servirán para hacernos claridad ante tal realidad.
En el informe mensual emitido por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sobre los puestos de trabajo afiliados a su institución para el mes de octubre, se reporta que el estado de Puebla se encuentra en el lugar número 30, con un crecimiento negativo de -7.4% con respecto al porcentaje de variación anual de puesto de trabajo por entidad esto nos refleja que la economía de Puebla no solo no avanza sino está en retroceso y ante el panorama que se deslumbra, no parece que cambie en el mes de noviembre ni mucho menos para el mes de diciembre y esto lo afirmo puesto que la tendencia de los 10 informes presentados por la institución nunca aparece el estado con números positivos.
En materia de seguridad, donde nuestro gobernador es un experto, de lo que va el año (hasta octubre) se han denunciado 52,350 delitos en la entidad, pero recordemos la famosa cifra negra (% de delitos no denunciados, Inegi) que es el 91.6% en puebla y a nivel nacional el 93.2 %. Esto quiere decir que por cada delito que se denuncia hay otros nueve que no. Con estos datos uno se puede dar cuenta la tan terrible situación de inseguridad que vive el estado y el país, pero además podemos deducir que el gobierno no ha podido, en los hechos, combatirla. Cada ciudadano honrado capta esto, aunque no conozca la estadística oficial del gobierno, puesto que somos los que padecemos esta situación todos los días.
La última cuestión a la que me quiero referir es la falta de infraestructura y de apoyos para los pueb colonias y municipios. Pareciera que el gobierno federal, la Cámara de Diputados y el Gobierno estatal se olvidan que existe un México sumido en el hambre y la miseria, que contrasta demasiado con los números falsos y la retórica barata. Los recortes hechos al PEF 19, 20 y ahora el 2021 fueron y será un gran golpe para los estados y municipios, pero quienes realmente sentirán en la carne y en el alma son los campesinos que no tienen apoyos para el campo, el estudiante de escasos recursos que carece de herramientas para su educación, el padre de familia que no encuentra trabajo por el índice tan alto de desempleo y la falta de apoyos, la ama de casa que no tiene para alimentar a su familia, a toda aquella persona que se enferme y que no pueda pagar el hospital ni mucho menos las medicinas.
Es sensato preguntarnos: ¿seguirá el gobierno en sus diferentes niveles con la misma demagogia o será honesto y honrado para con sus gobernados? Al término de sus mandatos, ¿qué explicación darán de los errores y de la marginación en que nos dejarán? Solo el tiempo y la conciencia de cada uno de ellos lo determinará. Lo que considero oportuno es nuestra disposición a un cambio de fondo y de forma, que tanto estamos dispuestos a dar la lucha enérgica en estas elecciones intermedias 2021 que están más cerca que la vuelta de la esquina.
A todos aquellos que quieran un México mejor y un Puebla a la altura, no nos quedemos con los brazos cruzados, no esperemos que otros luchen por nosotros ni que decidan por nosotros, no nos quedemos con la idea de que "no se puede”; juntos, organizados y luchando podemos hacer realidad esas ilusiones de un México mejor y quizás mucho más, sólo es cuestión de decidirnos. La tarea está dada y es menester que nos sumemos, "hasta la victoria siempre”.
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