Como era de esperarse, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como bien lo dijo el gran Epicteto, no midió que “la prudencia es el más excelso de todos los bienes”, al contrario, desató entre los mexicanos un discurso de que el principal problema de México es la corrupción, hoy, el teatro se le cae con la información que circula en medios de comunicación, incluso de talla internacional como “Los Ángeles Times”, en su nota titulada “México cae en el índice de lucha contra la corrupción”, publicada el 21 de junio del 2022, refuerza la vigencia de aquel dicho que reza que cae más rápido un hablador que un cojo.
Basta escuchar algún mensaje de AMLO para volver a escuchar el refrito de que, el principal problema de México es la corrupción, pero…¡Oh sorpresa!, hoy la realidad se le enfrenta a la 4T con precisión pues según latimes.com, “México cayó de posición en un índice sobre la capacidad para combatir la corrupción… tras los intentos del gobierno mexicano de interferir en asuntos legislativos y judiciales han mermado la transparencia y la rendición de cuentas en el país”.
Y es que, a decir del Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC), presentado cada año por el Consejo de las Américas, mismo que clasifica a 15 países de América Latina según la eficacia con la que pueden combatir la corrupción, México siguió en su trayectoria descendente desde 2019 y este año cayó del puesto 11 al 12, tan sólo por delante de Guatemala, Bolivia y Venezuela. Esto, quizá para muchos -sobre todo para los chairos- todavía resulte, “comprensible” porque, es un “nuevo gobierno” el que está en la presidencia de la república. Sin embargo, no debemos olvidar que, ese argumento a estas alturas no es válido, pues ya desde hace 4 años, Morena llegó a la presidencia de la república -aunque sea con el color y partido distinto, porque basta recordar quiénes conforman morena para saber que, si hacemos referencia a los funcionarios o personajes políticos, son los mismos de los otros partidos, sólo que ahora purificados por AMLO y la 4T-. Y, por otro lado, se debe recordar que antes de las últimas elecciones del 5 de junio, 17 entidades federativas se encontraban ya bajo el mando de la Cuarta Transformación, con lo que culpar al pasado se le está haciendo engrudo a los de la transformación.
En Oaxaca, no hay prueba más clara que Morena y la 4T son más o peor de lo mismo, pues la capital oaxaqueña fue administrada desde el trienio 2019-2021 por Oswaldo García Jarquín, quien sin duda, a los oaxaqueños no nos dejó más que manifestación tras manifestación en sus últimos días de gobierno y, por si fuera poco, actualmente, su sucesor también de las filas de Morena, Francisco Martínez Neri, destapó que durante la administración de García Jarquín existió “mal manejo de recursos”, motivo por el que procederá legalmente.
Es así, como los mismos morenistas demuestras que poco a poco la cortina de humo, mentiras y engaños de AMLO, la 4T y Morena no tienen futuro, pues se dan topes en la pared cuando dicen ellos están “combatiendo la corrupción” pero resulta que en sus nidos es donde se presentan más los escándalos millonarios, pues la deuda que Martínez Neri reconoció sobre la administración de Oswaldo García Jarquín asciende a 388 millones 653 mil 792 pesos, dentro de las que destaca deudas en acreedores diversos por 52 millones, laudos y sentencias por 41 millones, adeudo e impuestos por 83 millones, entre otros pagos.
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