Tabasco tiene una población que ronda los dos millones y medio de habitantes en todo el estado, durante octubre y noviembre, todos los mexicanos fuimos testigos, a través de los medios de comunicación, del sufrimiento de miles de familias, alarmadas y angustiadas que sobrevivían con el agua hasta el cuello, resultado de dos devastadores huracanes y el resultado de las copiosas lluvias presentadas en esos días, la capacidad de las presas fueron sobrepasadas; pero, lo devastador fue que el presidente de la República dio la orden de inundar las zonas más pobres, la zona indígena, con miles de metros cúbicos de agua.
Hasta hoy casi a mediados de diciembre no sabemos con exactitud, cuántos cientos de miles perdieron todo lo que tenían para vivir, ni mucho menos cuántas pérdidas humanas hubo; ni el presidente de la república ni el gobernador del estado, ambos del partido, han tenido la necesidad, de informar al país y a los propios siniestrados. Tampoco sabemos a ciencia cierta de una verdadera ayuda y apoyos entregados, ni de un monto económico destinados con la urgencia debida al tamaño de la desgracia por la que atraviesa el pueblo de Tabasco.
Ante este panorama tan sombrío y las nulas acciones del Gobierno de la Cuarta Transformación, desde hace más de dos meses, el Movimiento Antorchista ha emprendido un plan para recaudar víveres, ropa y medicamentos no caducos. Con el envío de más de 200 toneladas en víveres, artículos de primera necesidad y ropa, colectada en cada uno de los 32 estado en solidaridad con los hermanos Tabasqueños afectados severamente, en donde perdieron su vivienda, pertenencias personales, animales domésticos que eran parte de su sustento diario y de sus sembradíos, todo perdido por las recientes y prolongadas precipitaciones que se abatieron sobre cientos de miles de los más pobres de ese estado. "El pueblo ayudando al pueblo”.
Esta respuesta del pueblo en general y organizado en el Movimiento Antorchista en particular, en contraparte con la actitud áspera de las autoridades federales, estatales y municipales, que brillan por su ausencia; no hay ayuda para los damnificados en más de dos meses, en el que el nivel del agua casi no ha bajado.
Y para ponerle la cerecita al pastel de esta situación de total abandono, en la tercera semana del desastre, la visita del señor presidente, solo en helicóptero. Y, para acabarla, su descarada declaración: "inundamos las zonas más pobres para evitar que se inundara la capital” Y además dijo que él tenía otras cosas que hacer, por eso no ha visitado a los afectados, que él no iba a hacer politiquerías, como lo hacían los políticos de antes, que él no iba a hacer como que apoyaba sólo para sacarse la foto.
La propuesta antorchista es que el pueblo organizado puede hacer frente ante cualquier adversidad, hacer frente a cualquier problema que se le presente, lo urgente de momento es la atención inmediata de ayuda para paliar el hambre, pero la gente de Tabasco debe organizarse para exigir la ejecución de un proyecto hídrico que salve sus pertenencias que resultan afectadas año con año.
El país entero debe de estar informado de lo que ocurre, aunque las amenazas desde la palestra presidencial pesen, aunque te llamen pasquín inmundo, hay que seguir desenmascarando a este falso Gobierno. Pero, sobre todo, hay que seguir insistiendo que sólo la unidad del pueblo puede hacer que las autoridades cumplan, debemos denunciar las injusticias que está cometiendo el gobierno morenista.
Y por eso hago el llamado a organizarse, a luchar por lo que hace falta y a desenmascarar al gobierno de Morena y no permitir que nos sigan gobernando incompetentes como los que hoy ostentan el poder.
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