Este miércoles  1 de diciembre de 2021 nos llega la noticia que el  salario mínimo tendrá un aumento de 22 por ciento para el 2022, así lo anunció el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en la zona libre de la Frontera Norte el salario mínimo será de 260.34 pesos, mientras que en el resto del país será de 172.87 pesos, se llegó a un acuerdo entre las organizaciones del sector privado, la Secretaría del Trabajo y los representantes sindicales para establecer ese monto de aumento al salario mínimo. La composición del acuerdo tripartito es un 9 por ciento de aumento más un Monto Independiente de Recuperación (MIR) en ambas zonas; el Salario Mínimo General de la Zona Libre de la Frontera Norte llegará a cubrir el 112 por ciento de la Línea de Bienestar Familiar y el Salario Mínimo General del Resto del País llegará a cubrir el 74 por ciento de la misma. 

Con este acuerdo, dice el informe, refrendan su solidaridad y el compromiso de mejorar el ingreso de las y los trabajadores, y superar, en el corto plazo, la Línea de Bienestar Familiar definida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sin embargo recientemente nos enteramos del 7% que alcanza la inflación en el mes pasado y que se considere aumente unas décimas más para el próximo 2022 y aunque ellos digan que lo hacen para contener los niveles de la inflación, la situación ha empezado a perjudicar el bolsillo de los más pobres y es que esta situación se presenta ya no decir con la presencia de la pandemia sino en un mes en donde por costumbre la gente realiza gastos extras por la temporada ya que aunque la esencia de la Navidad está en el compartir con la familia, el paso de los años y los avances tecnológicos han hecho de esta fecha un momento para el derroche.

Se dice que 174 países de los 201 existentes celebran la navidad, una época de tradición familiar, de encuentro, reconciliación, peticiones de paz, amor y prosperidad, que surgió para conmemorar el nacimiento de Jesucristo (de acuerdo a la religión católica), la esencia de esta festividad se ha ido perdiendo con el tiempo, y es que el modelo capitalista imperante en el mundo ha transformado lo religioso y espiritual en una ocasión para que la vanidad salga a relucir. Ya que en esta época del año se relaciona con los regalos, la ropa nueva, los decorados de las casas y las grandes cenas y fiestas, ha traspasado la frontera de lo religioso y se ha convertido en una época de consumismo. Las familias aumentan su gasto con la llegada de la navidad, debido a que se ha conseguido poner en la cabeza del consumidor la idea de que para celebrarla es necesario e impostergable ir de compras, y en eso incurren la mayoría sin darse cuenta de que en esta época las mercancías son aún más costosas, llegando incluso a endeudarse. Hay que considerar que el llamado a gastar lo realizan por medio de campañas publicitarias con “promociones”, cuando en realidad con anticipación ya ha subido los precios, sin embargo, hay muchas de personas que no pueden ser parte de estas celebraciones tan marcadas por el consumismo, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial, cerca de mil millones de personas en el planeta viven en pobreza extrema. Para los pobres esta época es muy triste o simplemente no tienen Navidad. Su condición les permite sólo añorar tener un lugar donde vivir, comida y salud.

El raquítico aumento que se proyecta para el año nuevo en el salario traerá consigo también, aumentó en los precios de la canasta básica, ya que los expertos señalan que incluso la inflación alcanzará más del 7.3%, así que de manera más consciente es importante señalar que aquellos que tienen la posibilidad de festejar lo hagan con moderación, ya que sin pecar de alarmista la situación en nuestro país no pinta del todo bien para el próximo año y si a esto le aumentamos la ya conocida cuesta de enero, se ve mucho más complicada; y si hablamos de la posible presencia de la nueva cepa de coronavirus (Ómicron), que minimiza el Gobierno federal, debemos estar preparados para el inicio de un complicado año nuevo, 2022.