La huelga programada para el 27 de octubre, nuevamente se prorrogó, pero esta vez fue la Secretaría del Trabajo y Prevención Social, quien ante la falta de acuerdo entre el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) y la empresa de Teléfonos de México (Telmex), fijó la fecha del 4 de noviembre para un arreglo.
“Nuestro líder nacional, Francisco Hernández Juárez, nos manifestó que el Gobierno Federal intervino a través de la Secretaría del Trabajo para que siguieran las negociaciones y no haya una huelga en la empresa” informó el dirigente de la Sección 45, de Reynosa, Humberto Tapia Hernández, El Sinodal de Tamaulipas. (Gil V. Galindo, 27/oct.).
“La nueva prórroga por 8 días será definitiva, ya no se permitirá a la empresa un nuevo plazo, firma el contrato y retira la demanda de no permitir jubilaciones al personal de nuevo ingreso, eso es contra la ley y no se permitirá tal violación”, reiteró Luis Tapia y agregó: “que al final de cuentas es la base quien determina si hay o no huelga” (Ibid).
Suman ya once prórrogas en estos tres años, a partir de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) declaró a teléfonos de México (Telmex), como agente económico preponderante en el sector y le exigió dividir la empresa. Esto fue aprovechado por Telmex, quien vio la oportunidad de quitar al sindicato, de 60 mil trabajadores afiliados (40 mil en activo y 20 mil jubilados) la cantidad de 36 mil trabajadores (18 en activo y 18 mil jubilados) que serían separados de Telmex para que pasen a formar parte de América Móvil y Telcel con un nuevo contrato, y cerca de 3 mil pendientes de contratar, para no comprometerse con la jubilación que establece el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) vigente.
Llegó el momento de la definición, de la empresa telefónica, el dueño, Carlos Slim, el sindicato, liderado por Francisco Hernández Juárez y los trabajadores. La autoridad federal, es decir López Obrador anda en campaña y necesita votos, pero también necesita dinero para entregar más tarjetas del bienestar y tener votos.
Los telefonistas: de las centrales, de las tiendas y del exterior deben recordar los años de lucha y aprender de sus errores y aciertos. La empresa en que trabajan atiende a más de 21 mil millones de suscriptores con servicios de telefonía e internet. Dejarlos sin el servicio es impensable, pero además el gobierno tiene mecanismos para impedir que se pare el servicio, la requisa que en otras ocasiones la han usado.
Quienes “gobiernan” (Obrador y compañía), presumen de estar con el pueblo, con los obreros, y dicen que con su reforma laboral estarán mejor. Por ello, esta lucha es una prueba de fuego para: el presidente Obrador, Francisco Hernández Juárez, y el sindicato mismo.
Un sindicato es un arma de lucha económica, sirve para luchar y lograr: un Contrato Colectivo de Trabajo, mejorar los salarios, las prestaciones, las jubilaciones, etc., pero hasta ahí llega. Su lucha es limitada, además, debe estar cohesionado, unido a prueba de intrigas y divisionismos, para lograr que les respeten sus derechos. Para hacer de su fuente de trabajo, algo estable que le permita trabajar para vivir y no vivir para trabajar, es decir pasar todo el tiempo y toda la vida trabajando, y no salir adelante.
Se necesita construir un arma más poderosa. Esa arma es un partido político que encabece la lucha del pueblo trabajador y lo lleve paso a paso a conquistar el poder político, para que de esta manera pueda estar pendiente y desarrollar incluso la fuente de trabajo, a efecto de que esta misma pueda ofrecerle siempre una serie de satisfactores que le proporcionen una vida mejor.
Ver y comprender todo esto, requiere de trabajo arduo y perseverante, para que los miembros del sindicato conozcan lo que este les ayuda a resolver. Pero también lo que no les puede ayudar a resolver y que les permita entonces buscar y comprender que su tarea es ponerse al frente de todo el pueblo trabajador, dirigirlo con disciplina y mano firme en la lucha por una patria más justa y más equitativa para todos.
El pueblo de México y los antorchistas de Tamaulipas deben estar informados: de la lucha de los telefonistas, de su esfuerzo por cumplir con la atención que merecen los usuarios, pero, sobre todo de la necesidad que tiene el sindicato en este momento de lucha por sus derechos, de contar con su respaldo y solidaridad.
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