Uno de los tantos programas que desaparecieron la llegada de la autodenominada "Cuarta Transformación" fue el de "Programa de Empleo Temporal", este fue implementado en sexenios anteriores con el fin de contribuir al bienestar de quienes enfrentaban una reducción de sus ingresos y de quienes fueran afectados por situaciones sociales y económicas adversas, emergencias o desastres, mediante apoyos económicos temporales por su participación en proyectos de beneficio familiar o comunitario, otorgando un apoyo económico equivalente al 99% de un salario mínimo vigente, es decir, se buscaba mitigar el impacto económico y social de las personas.En definitiva, este programa no era la solución a la falta de creación de empleos formales ni a la pobreza, pero en algo ayudaba, precisamente a eso, a "mitigar el impacto económico".
Pues este año, el Coneval, a través del documento "Consideraciones para el Proceso Presupuestal 2021", el cual se pone a disposición de Hacienda y el Congreso cada año en la víspera de la discusión del Paquete Económico, explica que la pérdida de empleos y la disminución de los ingresos es uno de los efectos esperados en el mercado laboral derivado de la pandemia, por tanto, "una medida que permitiría mitigar los efectos negativos sobre el ingreso de las familias sería la reactivación del Programa de Empleo Temporal, sobre el cual ya se cuenta con una experiencia ampliamente documentada para facilitar su operación (…) Es de vital importancia que se consideren acciones y programas sociales destinados expresamente a apoyar a los trabajadores informales, debido a que se espera una importante desaceleración en el mercado laboral.Se puede apoyar a este sector de la población a través de créditos e incluir medidas que incentiven el empleo temporal", reza el documento.
Esta realidad que no ha variado desde los sexenios anteriores, se ve reflejada en los registros de la plataforma Data México, donde señala que el tropel de vendedores ambulantes en el estado de Puebla llegó a 115 mil personas al cierre del primer trimestre de este año, (antes del comienzo de la pandemia, agrego yo), colocando así a nuestro estado como el cuarto con mayor número de trabajadores dedicados a esta actividad económica.
En Puebla existen más comerciantes informales en las calles que profesores en las aulas, médicos en hospitales o personal que labora en las fuerzas armadas, de acuerdo con Data México, quien explica que durante el primer trimestre de este año la fuerza de comerciantes que se encuentran en la vía pública aumentó 0.87 por ciento en comparación a los 114 mil que se tenían registrados en el mismo periodo del año pasado.Otro dato revelador y no menos importante es que, a nivel nacional, la fuerza de este sector suma un millón 720 mil personas con un salario promedio dos mil 980 pesos; mientras que Puebla, alcanzó un ingreso de apenas dos mil 170 pesos mensuales.
Suma y sigue.Los vendedores ambulantes representan el 4 por ciento de la Población Económicamente Activa en la entidad poblana, es decir, forman parte de la economía sin tener un negocio fijo para la venta de mercancías y carecen de prestaciones laborales y tampoco pagan impuestos; la PEA representó 2 millones 930 mil poblanos, mientras que la fuerza laboral ocupada representó 2 millones 850 mil; en Puebla hay más vendedores ambulantes que profesores y especialistas en docencia.La cifra en esta actividad al primer trimestre de este año fue de 92 mil 900 personas; mientras que en áreas médicas y especialistas en salud se encontraban 35 mil trabajadores y apenas tres mil 350 estaban ocupados en las fuerzas armadas.
Aunque el actual gobierno morenista esté en contra de los conservadores, bien valdría la pena analizar con mayor profundidad y por peritos en el tema, la impostergable necesidad de implementar este tipo de programas que dan trabajo a la gente y un "apoyo económico".Lo ideal sería que se crearan empleos para toda la población en edad de hacerlo y con salarios justos y bien remunerados que les permitan vivir con decoro, pero siendo realistas, pedirle eso a Morena es como pedirle al olmo que dé peras.
Pero la gravedad del asunto no se detiene ahí.De acuerdo con la Facultad de Economía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), de quienes contaban con empleo formal y prestaciones, por lo menos 37 mil 810 personas lo han perdido en la primera mitad del año, también como consecuencia de la pandemia.Es decir, los ejércitos de desempleados en Puebla engrosan cada día más y más sus filas sin que se pueda prever un fin a este gravísimo problema.
Ante esta realidad, la falta de reactivación del mercado y la economía, la falta de oportunidades reales para dar empleo digno a la PEA, la falta de apoyo por parte de la autoridades gubernamentales en los distintos niveles, todo eso y más, contribuye a que las personas queden abandonadas a sus suerte, sin embargo, muchas de estas personas son el sustento de sus familias, por lo que se resisten a dejarlas morir de hambre y buscan opciones viables, como el comercio informal, actividad que, por lo menos en Puebla Capital es satanizada por muchos.
Los empresarios, el propio gobierno municipal y alguna parte de la sociedad ve al comercio informal, como eufemísticamente se le llama al ambulantaje, como una plaga que "afea la ciudad", sin embargo, no se dan cuenta que esto es tan sólo la consecuencia, pues el verdadero problema es el desempleo, puesto que ni el sector empresarial ni el propio gobierno actúan de forma conjunta en aras de garantizar a los hombres condiciones dignas para que puedan tener una vida con decoro.
Situación peor se da en la ciudad de Puebla, donde el gobierno municipal, de la morenista Claudia Rivera Vivanco, finge ignorar este problema, permitiendo que organizaciones como Fuerza 2000, invadan por medio de la violencia áreas de trabajo de otras personas, quitándoles así su única fuente de ingresos para llevar el pan diario a sus hogares.Peor todavía, este mismo gobierno morenista, como Pilatos, se lava las manos cuando los afectados acuden en busca de justicia.
Es decir, el gobierno de Claudia Rivera permite que se haga vale la ley del más fuerte.Esta política me parece peligrosa, pues el Estado de Derecho lo está aventando por el retrete.Más vale intervenir con presteza y justicia antes de que sea demasiado tarde.Los comerciantes antorchistas que fueron brutalmente violentados y agredidos bajo la anuencia del gobierno municipal no están solos, cuentan con el respaldo del antorchismo poblano, por eso alzamos la voz y le exigimos que, si no va crear las fuentes de empleo necesarias para toda esta gente, por lo menos tenga la decencia de salvaguardar la integridad de quienes buscan la forma honrada de llevar un pan a su hogar.Mañana, puede ser demasiado tarde.
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