En Izúcar de Matamoros, Puebla, gobierna (interinamente) el morenista Benjamín Hernández Lima, una vez que su antecesor (Huerta Melitón Lozano Pérez) dejara el puesto por órdenes del gobernador Miguel Barbosa, para asumirse como como secretario de la Secretaría de Educación Pública en Puebla, el 15 de junio de 2019.
El presidente municipal pasado y el actual no han sabido gobernar de manera correcta.Los resultados lo demuestran por sí solos.Tras más de dos años de gestión morenista, Izúcar continúa sumido en los mismos problemas, agudizados por la pandemia y por el nulo apoyo hacia los izucarenses, por parte de los tres niveles de gobierno.Son muchos males y retos los que presenta Izúcar, pero me limitaré a mencionar sólo algunos que, a mi parecer, son los más graves y los que requieren atención y combate de inmediato.
Primero.La cuestión de la seguridad pública en el municipio.De acuerdo con los datos del 1º de enero de 2018 al 30 de septiembre de 2020 (última actualización), presentados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), quien sienta las bases de coordinación y distribución de competencias, en materia de seguridad pública, entre la federación, los estados y municipios, bajo la directriz del Consejo Nacional de Seguridad Pública, podemos darnos cuenta de que:
En el año 2018 se cometieron 980 delitos (denunciados), destacando el delito contra el patrimonio: robo, daño a la propiedad, fraude, abuso de confianza, despojo, extorsión, etcétera) con 429 reiteraciones y con un promedio de 2.6 delitos al día en todo el año.En el año 2019 se cometieron mil 108 delitos (un incremento del 13% con respecto al año anterior) al igual que el año anterior también destaca el delito contra el patrimonio y de lo que va el año 2020 se han cometido 834 delitos, este año fue sui generis por el confinamiento a causa de la pandemia, al promediar los delitos por los 272 días (hasta el 30 de septiembre) nos da como resultado 3 delitos por día y sin tanto calculo matemático al multiplicar este promedio por los 93 días que faltan (para el 31 de diciembre) nos da como resultado, aproximado, de un total de mil 119 delitos, con estos datos se refleja un incremento del 14% con respecto al año 2019 y de 1% con respecto al año anterior, recordemos que el confinamiento duró mas de dos meses y medio.
Todos los datos expuestos anteriormente nos muestran una realidad grave pero no la realidad que vive la población de Izúcar, ya que a nivel nacional (aplicado extrapolando) la cifra negra publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).En 2018, por ejemplo, 93.2 % de los delitos no fueron denunciados o lo fueron sin que una carpeta de investigación fuera iniciada por el Ministerio Público.Esto se confirma con las noticas en los diversos medios de comunicación (radio, redes sociales y periódico).
Queda claro que las medidas tomadas por los morenistas, incremento del 40% en el número de elementos de la policía, la adquisición de 6 patrullas, 5 moto patrullas, bicicletas y equipos de radiocomunicación; no están dando resultados y no darán resultados porque no atacan el problema de fondo que es la pobreza tan desgarradora que vive Izúcar.
Segundo, el mal manejo de la pandemia.Desde el inicio de la pandemia hasta la fecha no se ha tomado un solo proyecto (esto lo confirma la regidora de salud Mayte Martínez Briseño, en entrevista en "Al aire con La Mixteca" en día 13 de octubre de los corrientes) para prevenir y combatir a la covid-19, sólo se limitaron a acordonar ciertas áreas públicas del municipio.Esto refleja un absoluto desinterés a la salud pública del municipio y con ello una situación de alto riesgo de contagios del virus.
Durante el confinamiento se destinaron 13 mil despensas (de acuerdo a los datos presentados en el 2do informe de gobierno del municipio); si contemplamos los 82 mil 453 habitantes aproximadamente (de acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Población) que tiene el municipio, nos damos cuenta que no es solo insuficiente el apoyo hacia las familias más pobres en Izúcar si no también una burla descarada hacia toda la población, puesto que en primer lugar no se resuelve el problema alimenticio con esa cantidad y segundo, esas despensa fueron a personas previamente seleccionadas por estar a favor del presidente municipal; de acuerdo con la regidora de salud en la misma entrevista (op.Cit.) las despensas fueron entregadas "a gente de ellos" (ese fue el criterio para obtener una despensa) y añade lo siguiente, "ayudar a sus amigos con tal de lograr el voto", proselitismo electoral al parecer.
La administración no solo no implementa un proyecto para combatir a la pandemia sino que, además, contribuye a nuevos contagios, permitiendo actividades de aglomeración como son la rodada ciclista "Conociendo Izúcar", inauguraciones (pedazos de adoquinamiento) y permitiendo la celebración de la vendimia tradicional de "todos los santos" en la calle Benito Juárez.
Ante estos problemas que enfrenta Izúcar, cabe preguntarnos: ¿Qué le falta al gobierno municipal para atender y resolver las cuestiones aquí planteadas? ¿Seguirá la demagogia prevaleciendo en esta administración? Ante tales preguntas no podemos más que suponer y seguramente acertar, pero lo que sí queda claro es que la famosa 4T aplicada en Izúcar, en Puebla y en todo el país no es una alternativa de solución de los problemas para México.Simplemente es otro partido más y con una demagogia distinta (acertada en los comicios pasados), pero días tras día esa misma demagogia, tan desprestigiada por la cruda realidad, se desgasta más y más hasta que llegue el punto que ni la popularidad (actualmente) del presidente pueda servir para obtener de nueva cuenta el poder político del municipio ni en ninguna parte del territorio de la nación.Está en nuestras manos y en nuestras conciencias salir del problema este próximo 2021.
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