MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Insolencias del capital en tiempos de la 4T

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En plena crisis económica, agravada por la pandemia del coronavirus y por la violencia sin control que golpea la totalidad de la República, el presidente Andrés Manuel López Obrador está implementando la expropiación de todos los recursos económicos asignados a distintos programas, que están provocando la cancelación de proyectos de carácter estratégico que van a hacer retroceder al país al siglo XIX.

El verdadero motivo de tal disposición queda oculto por su eslogan de campaña: el ataque a la corrupción.Sin embargo, nadie en su sano juicio le cree al dirigente de Morena porque en los medios de comunicación se han ventilado con lujo de detalle y con videos de por medio, los casos de corrupción que abarcan prácticamente a la totalidad de los miembros de su gabinete, incluyendo en tales casos a sus familiares más cercanos y a sus hijos.Y, las Fuerzas Armadas de tierra, mar y aire, que hasta el momento se habían salvado de tal situación, ya también han sido tocadas por el flagelo de la corrupción, denunciándose en los medios casos donde aparecen involucrados los mandos superiores.¡Todo está podrido en Dinamarca!

Las medidas expropiatorias del presidente pretenden concentrar miles de millones de pesos para apuntalar su campaña electoral con vistas a las elecciones del 2021, buscando ganar el Congreso federal y los cargos en disputa, mediante la compra de la voluntad popular.Sabe perfectamente que un pueblo sin trabajo, azotado por la pandemia, atemorizado por la violencia del crimen organizado, humillado por los sufrimientos de la miseria y el hambre, sin esperanzas en un futuro mejor, va a ser presa fácil de quien le compre su voto con una despensa, con dinero en efectivo o mediante programas de los que maneja la Secretaría de Bienestar Social, etc.Esencialmente esto es lo que motiva la expropiación de miles de millones de pesos, concentrando en una sola persona el poder corruptor del dinero.Y no saciado con lo que ya tiene, ahora va por las afores y por las remesas de los inmigrantes.Los empresarios de todo tipo tienen razón al preocuparse por la propiedad de sus capitales, puesto que en cualquier momento también pueden ser expropiados por la mayoría legislativa de Morena.

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El dictador de la 4T ya se dio cuenta que, a pesar de las encuestas a modo de Consulta Mitofsky y otras de similar catadura que se juegan su prestigio para justificar con dificultades la popularidad presidencial, su partido Morena recibió una paliza en las elecciones recientes de Coahuila e Hidalgo.La implacable realidad le propinó un revés tal que se prendieron todas las alarmas sembrando el pánico en el estado mayor de la 4T.Morena, al igual que la economía del país, va en caída libre, y no hay quien la detenga.

Mientras tanto, el capital, personificado en los magnates preferidos de la 4T como Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego, abre sus fauces y enseña sus colmillos insaciables, haciendo propuestas que reflejan bien a las claras su deshumanización escalofriante.

En el XIX Congreso de Directivos CEDE, Carlos Slim planteó que los empleados trabajen tres días a la semana durante 11 horas, y que la edad de jubilación suba 10 años, fijándose en 75 años.La medida implica descargar sobre los ya de por sí vapuleados hombros de los trabajadores la responsabilidad de sostener las empresas y sus maltrechas vidas.Trabajo intenso y cero pensiones.Elevar la edad de jubilación a los 75 años implica matar de cansancio y de hambre a los trabajadores.¿Alguien se imagina trabajando a una persona de 75 años? Sobrarán los motivos para despedirlos y escamotearles su pensión.Literalmente, los están condenando a la muerte antes de alcanzar la edad de su jubilación.De la necesidad de implementar medidas económicas para aliviar la miseria de los trabajadores en tiempos de la pandemia no se habló ni por equivocación.

Para Ricardo Salinas Pliego, sus empleados son bienes desechables sobre los que no siente ninguna responsabilidad.En primer lugar, impidió que sus trabajadores faltaran al trabajo en situaciones de enfermedad por el coronavirus.Se justificó, al igual que Hugo López-Gatell, con mentiras flagrantes, como que el porcentaje de mortalidad de la pandemia era del 0.4%, cuando las cifras nos indican que en México es del ¡10%! Y los resultados no se hicieron esperar: empleados de Electra muertos por la covid-19.Pero su ferocidad quedó reflejada aún más en la opinión que dio sobre las pensiones: "Para el patrón, cualquier contribución a la pensión del trabajador es sólo un impuesto más.Es un gravamen extra a quienes creamos las fuentes de trabajo".Así opina quien ha sido el empresario número uno de la 4T, favorecido por el manejo bancario de los recursos de asignación directa de los programas federales.

La transparencia de intenciones del capital llega a la insolencia contra los trabajadores, porque los considera desamparados, desorganizados y sin voluntad.

Es hora de que los trabajadores de todo el país le den una lección a los magnates insaciables de toda laya, organizándose en el Movimiento Antorchista Nacional y disponiéndose para la lucha, para ganar el poder en el 2021.Y la primera tarea es derrotar al partido que se ha convertido en el defensor de los intereses del capital en México: Morena.Por eso, en 2021, Morena tiene que ser derrotada.


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