A más de la mitad del sexenio morenista y más de tres años de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió que acabaría con la corrupción y que para él serían primero los pobres; hoy se sabe, con toda certeza, que la corrupción más que con los gobiernos anteriores, aquellos del viejo neoliberalismo, como los llama el mandatario.
Ahora, con el nuevo neoliberalismo personalizado y materializado por el gobierno de Morena y del propio AMLO, en tan poco tiempo que llevan gobernando, la familia y los amigos cercanos del presidente se han expuesto ante el público, últimamente fue su hijo quien salió expuesto ante todos los mexicanos por la corrupción, conflictos de interés y los negocios que tiene con las empresas petroleras de Estados Unidos (EE. UU.).
También sabemos, todos los mexicanos, que, en cuestión de los programas sociales de apoyo a la gente más necesitada de nuestro país, los gobiernos de administraciones pasadas apoyaban un poco más a esa gente. A tres años de la administración de López Obrador ya podemos comparar y concluir que los programas sociales del gobierno de la 4T, tan solo con los apoyos de transferencia monetaria, no alcanza para comprar ni lo más mínimo, es decir, no alcanzan para comprar siquiera la canasta básica completa.
Por esa razón, López Obrador, desde sus mañaneras, repite diariamente que está ayudando más a los pobres porque, según él, primero son los pobres, pero eso es puro engaño para el pueblo, pues la mayoría no analiza a profundidad la situación en la que se encuentra México y se limitan a recibir ese mínimo apoyo social que no se puede comparar con lo que daban los gobiernos anteriores.
Entre los males sociales que ha logrado AMLO está el hecho de que el pueblo no valla a exigirle al gobierno lo que él le prometió, que no se levante, que no despierte el pueblo, eso es lo que pretende con su Cuarta Transformación, tener a los mexicanos entretenidos con ocurrencias.
Aunque la situación en la que se encuentran las familias mexicanas está orillándolas a ir a exigirle al Gobierno federal que cumpla con sus promesas, esto todavía no ocurre, pero creo que sí va a suceder más temprano que tarde, porque los problemas que tiene la gente ya son evidentes; así que AMLO ya no los puede engañar tan fácilmente.
Para lograr que el pueblo se revolucione, en principio debemos unirnos todos los mexicanos en un solo movimiento que realmente esté a favor de los que menos tienen, no como el que tenemos gobernándonos que nos lleva al fracaso, al retroceso del desarrollo de México en apenas tres años.
Todos los mexicanos debemos nutrir un movimiento que contenga un planteamiento a favor a los trabajadores del pueblo, por ejemplo, crear empleos bien pagados para todos los mexicanos en edad de trabajar, que se eleve el salario mínimo porque actualmente en México se pagan los salarios más bajos del mundo, y para que se pueda terminar con el sector informal, la estrategia es crear salarios formales que garanticen la manutención de los trabajadores.
Asimismo, que se implemente un sistema de recaudación de impuestos diferente, en el que contribuyan más a los que ganen más, y que los que ganan menos, pues, paguen menos, porque no pueden dar lo que no tienen, eso es lo que ya otros países en desarrollo han implementado. Y, finalmente, que se reorienté el gasto público a favor del pueblo; es decir, la obra pública, los servicios básicos, la vivienda, vayan destinados al sector de los que menos tienen.
Hoy con el actual gobierno de la república, que encabeza López Obrador, su política está orientada a favor a los que tienen más, es decir, de los ricos neoliberales aquellos que, según él, podría sobre los pobres, pero no lo cumplió.
Por eso es necesario unirnos todos los mexicanos en un solo movimiento organizado, solamente de esa forma México saldrá adelante del hundimiento al que lo llevaron AMLO y Morena.
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