Después de que más de siete mil campesinos, colonos, estudiantes, obreros y amas de casa afiliados al Movimiento Antorchista, se vieron en la necesidad de salir a marchar en la capital del estado de Oaxaca, en el marco festivo del primer lunes del cerro en la edición número 87 de la festividad de la Guelaguetza; las redes sociales, diversos medios de comunicación y periodistas, no bajaron de chantajistas, hambrientos, limosneros y brazo armado a toda la organización antorchista que va desde su dirigencia hasta sus afiliados. Ante esta situación, me resulta necesario puntualizar a todos aquellos que lanzan su odio ciego, que la gente que se organiza y lucha no lo hace por capricho sino porque en verdad la pobreza lacerante en las colonias y pueblos se acrecienta cada vez más y los gobiernos encargados de resolver esos problemas, hacen caso omiso, mienten y dan promesas de solución que no se materializan, Veamos:
Hasta 2015, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabilizó que Oaxaca contaba con 3 millones 967 mil 887 habitantes, de los cuales según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), un millón 87 mil 156 se encontraba en pobreza extrema, mientras que, un millón 760 mil 185 en pobreza moderada.
A estos datos hay que sumar que en rezago educativo se encuentran un millón 103 mil 800 sufren; 3 millones 151 mil 700 no tienen seguridad social; un millón 062 mil 600 no cuentan con vivienda digna; dos millones 506 mil 900 no tienen acceso a los servicios básicos de vivienda como: agua potable, energía eléctrica, drenaje, pavimentaciones de calles, alumbrado público, etc. Y más de un millón de pobres de la entidad sufre carencia alimentaria, lo que significa que como en algunas ocasiones arrojan las encuestas, hay días que comentan otros no.
Pero, la "mala fortuna" de los oaxaqueños no termina ahí, pues a pesar del aumento del salario mínimo, el 51.4 por ciento de la población de Oaxaca percibe ingresos inferiores al costo de la canasta básica alimentaria –mil 554 pesos mensuales–, según reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Este organismo precisó que entre el primer trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019, el ingreso laboral per cápita pasó de 963 pesos con 27 centavos a mil 31 pesos con 56 centavos, un aumento del 10.5 por ciento.
Y es que a pesar de que el primero de enero, el salario mínimo en todo el país se incrementó de 88 pesos con 66 centavos a 102 pesos con 68 centavos, no se compara con los salarios de las zonas fronterizas del norte de México, donde el sueldo es de 176 pesos con 72 centavos al día.
El ingreso laboral per cápita de los oaxaqueños, deflactado con el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), tuvo una recuperación de 68 pesos con 29 centavos, al reportar un aumento de 963 pesos con 27 centavos a mil 31 pesos con 56 centavos. Los mil 31 pesos que hoy, en promedio, ganan los ciudadanos de esta entidad, se comparan con los mil 35 pesos que ganaban en 2005, pero que con el paso de los años sufrieron una devaluación. Sin embargo, si los ingresos se deflactan en comparación con el costo de la canasta alimentaria, éstos aún continúan por debajo de 2005, cuando los habitantes obtenían mil 164 pesos con 31 centavos, mientras que hoy su dinero equivale –tomando en cuenta la tasa inflacionaria– a 926 pesos con 54 centavos.
Entonces, analizando y viendo la situación tanto económica como social deplorable en la que se encuentran miles de familias oaxaqueñas, los que luchan y exigen obras y servicios ¿están en un error? ¿sí no luchan entonces qué otro camino les queda? ¿Los millones de oaxaqueños en pobreza están condenados a vivir así?
Los antorchistas hemos dicho hasta el cansancio que la urgencia de un gobierno del pueblo es urgente y necesario, no obstante, para lograr ese objetivo debe existir gente del pueblo preparada y por lo tanto, es necesario luchar y hacer que quienes por ahora se ostentan en el poder, resuelvan las demandas de sus gobernados, y eso precisamente es lo que piden los antorchistas de Oaxaca a los funcionarios del Gobierno Estatal. Por eso, a pesar de que en la capital se desarrolla la "máxima fiesta de los oaxaqueños", la gente organizada en el Movimiento Antorchista dado que no encuentra solución a sus demandas se ve en la necesidad de realizar movilizaciones de gran magnitud, lo que hace, además, que los turistas y visitantes vean que a los dueños de las culturas y tradiciones no se les honra porque se les mantiene en la marginación y pobreza. Sí algo es cierto, es que como dice una consigna...¡Sí hubiera soluciones, no habría marcha ni plantones! Y como esto no sucede en Oaxaca, el próximo 29 de julio, de nueva cuenta, marcharán 10 mil antorchistas. ¡Adelante pues compañeros antorchistas, sigamos más unidos y combativos, la lucha apenas comienza!
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