MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La delincuencia, consecuencia de la pobreza

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Desde el siglo XX la implantación del capitalismo en México y en toda América Latina permitió la apertura de las fronteras entre las diferentes naciones esto trajo como consecuencia la aparición de “nuevas” amenazas a la seguridad internacional debido a la aparición de grupos criminales que emanaron de la misma pobreza que acarreó la entrada de nuevas políticas económicas características del nuevo modelo económico de producción que apenas aparecía y estaba dando los primeros síntomas que se reflejaban en la sociedad.

A partir del año 1929 el sistema capitalista encabezado por Estados Unidos tenía fuertes limitaciones que le impedían desarrollarse, pues en el mundo se implementaba un modelo de producción distinto y menos agresivo para la clase trabajadora; este bloque era encabezado por la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), y era un freno al apetito insaciable del capitalismo que desde el primer momento planeó derrocarlo a como diera lugar para poder quitarse la máscara por completo y así mostrar su cara de ave de rapiña.

El Estado estadounidense emprendió una serie de acciones para desprestigiar al Estado soviético, sucesos que pasaron a la historia y que ahora conocemos como la “Guerra Fría” y que culminó con la caída del muro de Berlín y la desintegración de los estados soviéticos; aquí comenzó una nueva etapa para el desarrollo de la humanidad, pues el capitalismo no tenía ningún impedimento para desarrollarse de manera libre, y sin nada que lo pudiera detener esta nueva etapa se conoce como el “neoliberalismo” que consiste teóricamente en el libre mercado y limitar el papel del Estado como la clave para el avance tecnológico y la prosperidad económica.

Sin embargo, el modelo empezó a cuestionarse décadas después, con la crisis del 2008, pues ahora la economía global estaba estancada y el reparto de la riqueza mundial pasó a ser muy desigual. La crisis económica originada por el coronavirus ha acabado de condenar esta doctrina, pues la pandemia ha forzado a los Estados a volver a intervenir en la economía. Hoy en día se critica por su incapacidad para generar la prosperidad económica que prometía y por aumentar la desigualdad entre clases sociales dejando consigo este mundo de extremos, por un lado, un puñado de personas que amasan la misma fortuna que la mitad de la población más pobre dejando a millones de personas en manos de los vicios que trae consigo la pobreza y para muestra basta un botón.

México es un ejemplo del país de las desigualdades, en el que los mexicanos más acaudalados (el 1% de la población) concentran el 43% del total de la riqueza, mientras que 55.3 millones de personas tienen que elegir entre alimentarse a sí mismas o alimentar a su familia. Es por ello que se ha convertido en el sexto país del mundo con mayor delincuencia organizada y niveles de errores judiciales en el impulso y procesamiento de causas penales, solamente superado por Irak, Afganistán, Pakistán, Nigeria y Guinea Ecuatorial. Hoy la delincuencia organizada se mantiene en México como una gran fuerza económica, con alta capacidad de fuego y una creciente base social. En algunas regiones del país, la delincuencia ha emprendido una ofensiva total contra la sociedad, rebasando en capacidad operativa y de armamento a autoridades civiles, como es el caso de la zona de tierra caliente en Michoacán.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la Población Desocupada, aquella que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo e hizo alguna actividad por obtener empleo, fue de 1.9 millones de personas (INEGI, 2018). Así también la población ocupada informalmente que agrupa todas las modalidades de empleo informal (trabajo doméstico remunerado de los hogares, trabajo agropecuario no protegido y trabajadores subordinados que aunque trabajan en unidades económicas formales, lo hacen en modalidades fuera de la seguridad social) cerró en 30.6 millones de personas y la población ocupada en el sector informal (que se refiere a la población ocupada en unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa) alcanzó un total de 14.8 millones de personas en el trimestre de referencia.

Nosotros los antorchistas, desde nuestro nacimiento, hemos luchado en contra del principal mal que atormenta a los mexicanos encabezando demandas populares que de buena manera mejoran la calidad de vida de los mexicanos golpeados por la pobreza, el desempleo y la inseguridad que son síntomas de este sistema económico de producción en decadencia; por ello cobra importancia organizarse y educarse con Antorcha que sin temor a equivocaciones somos la verdadera trasformación que México necesita con urgencia, esto es por el bien común por el bien de México, por el bien de todos. Vale.

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