Una de las ciencias sociales para entender el devenir de la humanidad, es la historiografía. Esta ciencia, estudia el análisis y las diversas formas de interpretar la historia. Los grandes pensadores se dieron cuenta de la importancia de la historia, e incluso, propusieron nuevas teorías historiográficas para entender el mundo. Por ejemplo, el materialismo histórico propuesto por Carlos Marx. Este pensador utilizó los conocimientos históricos para explicar qué es el capitalismo y cómo se fue desenvolviendo a través del tiempo.
El materialismo histórico es una ciencia que analiza los diversos modos de producción que se fueron gestando, de igual forma, para el materialismo histórico, la partera de la historia ha sido y es la lucha de las clases sociales. Sin duda, esta sentencia es vigente debido a que las clases sociales no han desaparecido, aunque se les quiera ocultar. El ataque a las grandes propuestas teóricas sobre la historia, ha sido el posmodernismo, esta corriente, en esencia, propone que hay una discontinuidad en el devenir histórico y que la historia no es lineal, sino discontinua y hecha un caos. Dichas propuestas sólo desviaron la atención de los intelectuales al preocuparse ahora por analizar dicha discontinuidad y no enfocarse en los grandes problemas sociales que acontecen en el mundo.
Los historiadores de academia ahora se preocupan por la especialización, estudiando periodos históricos diminutos y locales, poniendo atención en historizar la locura, a las mujeres, las mentalidades, etc. Estos historiadores han caído en la trampa del posmodernismo. La distracción de algunos ha provocado que se tenga una tendencia al estudio de la novedad y a querer descubrir el hilo negro, al interpretar una cinta cinematográfica, un cómic, un documental, etc. Hoy en día ya no hay planteamientos sólidos en la historia. Todo es historia y todo se puede estudiar para ellos. En el reino del todo se vale, se ha caído en la radicalidad de estudiar sólo las ramas de los árboles sin llegar a la explicación de las raíces.
Los amantes de Clío deben despertar y darse cuenta de que están cayendo en una trampa epistemológica, puesto que esos estudios de poco le sirven a la sociedad. ¿A qué clase social le sirve el estudio de un cómic? ¿Qué le aporta a la sociedad dicha investigación? La historia y la historiografía, deben de ser ciencias sociales críticas. Estudiar historia no es un juego, ni una forma de expresar nuestras banalidades, tiene que ser un conocimiento que le sirva a la sociedad y por medio de éste, se expliquen los problemas sociales más apremiantes de nuestro presente, tales como: la pobreza, el desempleo, las invasiones territoriales, la migración, los cambios de paradigmas culturales, etc.
Los historiógrafos deben de ser la conciencia de la sociedad y los portadores de las mejores explicaciones de los fenómenos sociales más apremiantes. Dotar a la sociedad de identidad por medio de nuestra historia, conocer nuestras raíces, no es poca cosa, es un conocimiento útil y trascendental que sirve para despertar conciencias. ¿De qué sirve estudiar historia, si todo el conocimiento del pasado que se ha adquirido, está guardado en los salones o en las charlas de café? Se debe de dejar a un lado la pose y la banalidad; y empezar a preocuparse por los verdaderos problemas que se deben de estudiar. Por ejemplo, estudiar el origen de la pobreza en México; analizar por qué surgen los movimientos sociales, estos son temas más estructurales que sirven para hacer un diagnóstico de nuestra sociedad. El estudio de la historiografía crítica debe de tener una aplicabilidad ante la vida. El historiógrafo crítico no debe de alejarse de la sociedad y escuchar los cantos de sirena que a diario se vierten en la academia, debe ser un sujeto crítico y consciente de los problemas sociales más apremiantes de nuestra sociedad y utilizar su conocimiento para cambiarle la vida a miles de personas como lo hizo el materialismo histórico. A partir de entender el devenir histórico debemos de tomar una conciencia crítica y hacer todo lo que esté en nuestras manos para aportar con estudios científicos que den elementos explicativos del por qué estamos en dicha situación, hoy en día se debe de fomentar más el estudio de la historiografía crítica para que los estudiosos de la historia sean críticos ante el mal gobierno que está padeciendo nuestro país, darnos cuenta de que el actual gobierno sólo utiliza a la historia de manera simbólica cometiendo una diversidad de arbitrariedades.
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