La metodología del entrenamiento es un corpus amplio de conocimientos teóricos plasmado en la práctica de los entrenamientos llevados de manera profesional, que no solo se limita a realizar lo que vemos en estos, sino a todo lo previo al desarrollo de las sesiones de entrenamiento. Es por ello por lo que puede definirse como una globalidad de elementos sistemáticamente estructurados bien definidos dirigidos al logro de sus objetivos y a optimizar el rendimiento del atleta.
Al hablar de metodología del entrenamiento es imprescindible dejar de lado los aspectos de la preparación general del deportista en todos los aspectos que se dirigen hacia un fin común, por lo cual, entiéndase que la preparación del deportista es el aprovechamiento de todo el conjunto de medios que aseguran el logro y la elevación de la predisposición para alcanzar resultados deportivos.
La preparación del atleta está estructurada en cinco tipos de preparación principales.
Preparación técnica, hace alusión a la preparación específica de los gestos técnicos que demanda la competición, ejemplo claro de ello en baloncesto es botar el balón.
Preparación táctica, es la preparación que recibe el deportista en cuanto al manejo del tiempo y el espacio dentro del terreno de juego, de forma individual y conjunta, son los movimientos de desplazamiento individuales y en conjunto dentro del terreno de juego pensados previamente por el entrenador y ejecutados por el atleta dentro de la competición.
Preparación psicológica, tiene dos aspectos, la parte evolutiva que desarrollará en el atleta un trabajo de maduración desde el momento en que empieza a practicar deporte, identificando su temperamento, carácter y el mayor número de rasgos de su personalidad para detectar lo apto que es para el deporte o prueba, y la segunda parte, la moral, que desempeña un papel más personal creando un clima motivacional que cree una buena cohesión de grupo, estos dos aspectos trabajan relacionados con las estrategias de activación y relajación que se vallan presentando con el deportista en los entrenamientos o competición.
Preparación teórica, una de las preparaciones menos trascendentes dentro de la preparación, la cual, se encarga de preparar al sujeto de modo que conozca su deporte desde su historia, reglas y filosofía de juego principalmente y de esta forma obtener un sentido de pertenencia más arraigado con lo que hace dentro del juego, interpretado de otra forma es la capacidad de hacer uso de las ciencias de apoyo que mejoran el proceso, lo agilizan y complementan.
Fases que componen a la metodología del entrenamiento, llamaremos a la primera fase “preparando el terreno”. La cual está dividida en tres elementos el primer elemento se encargará de seleccionar la muestra de deportistas, que más bien será la que se le sea otorgada al entrenador, a excepción de que exista la posibilidad de elegir lo haremos según las necesidades y objetivos.
Posteriormente, como segundo elemento, el diagnóstico, el cual cuenta con una ficha de recepción, donde se colocarán los datos generales, así como también antecedentes de enfermedades patológicas, y no patológicas, otro apartado que clasifique accidentes que necesitaron de alguna cirugía o intervención relevante, sin dejar de lado su historial deportivo. Principalmente se priorizará como se encuentra el atleta a nivel orgánico, aunado a este diagnóstico, una serie de pruebas tanto antropométricas como de capacidades físicas condicionales, que permitan conocer el rendimiento del deportista y detectar a que nivel se encuentra jugando, todo esto, al llegar a la institución o club al que se esté incorporando.
El tercer y último elemento de esta primera fase de preparación que hemos llamado “preparando el terreno”, es la elección de métodos y medios, no obstante, antes de estos, la elección de un modelo de planificación ya sea tradicional o contemporáneo, que será determinado por el entrenador según la población con la que esté trabajando, el deporte y por el objetivo que pretenda alcanzar la institución o club, por lo tanto, podrá variar según estos tres factores.
Retomando el asunto de los métodos y medios que son nuestra caja de herramientas y llevadas de forma más visible en los entrenamientos, serán elegidos según la muestra de deportistas con los que se trabaje, los resultados de las pruebas diagnósticas, el objetivo que se tenga como club y principalmente estarán determinados por la modalidad o deporte en práctica, sin dejar de lado que se debe de entrenar lo que demanda el deporte.
Profundicemos un poco en este punto de selección de métodos y medios, detengámonos a conocer los principios del entrenamiento, así como otros conceptos de suma importancia. Tanto los métodos como los medios son tan variados como acciones de juego existen, y se clasifican de forma ordenada que desarrollen aspectos específicos, pongamos un ejemplo: dirección de entrenamiento a desarrollar es la capacidad aeróbica, método utilizaremos el continuo uniforme, medios que es lo mismo que decir ejercicio será la carrera, y la carga de entrenamiento, se desarrolla a, intensidad moderada, ritmo uniforme, pulsaciones en la zona de las 130-150 p/m, bajo % de VO máx.
Las direcciones del entrenamiento son aspectos direccionales de la preparación del deportista que va a señalar no solo el contenido del entrenamiento que debe recibir el deportista, sino además relacionará en su determinación dos categorías básicas del entrenamiento: carga y método, lo que se mencionó en el párrafo anterior.
Los principios del entrenamiento deportivo los consideraremos como los diez mandamientos haciendo una analogía con la religión cristiana, por la importancia que juegan dentro del proceso de entrenamiento. Es lo primero que se debe tomar en consideración al empezar a entrenar, ya que, al no hacerlo podría llevarnos a graves errores en la práctica y peor aún, atentar en contra de la integridad del atleta, en conclusión, nos dicta lo que podemos y no hacer. Ejemplo de un principio relevante es el principio de supercompensación, que estipula crear las condiciones del entrenamiento de tal forma que después de un estímulo (carga), se descanse y posteriormente, la carga que siga sea mayor que la primera, obteniendo un nivel mayor al que tenía en un principio, realizando una ondulación de las cargas en pro de un nivel mayor y mejorando su rendimiento.
Segunda fase dentro de la estructura de la metodología, la cual nos lleva a la ejecución que tiene como objetivo la acción de lo antes planeado y nos dirige a la parte práctica, de la cual, se habló en un principio. Aspecto fundamental que refleja el trabajo realizado con anterioridad y que evade cualquier tipo de improvisación, haciendo responsable a la planificación, por lo cual, no habrá modificaciones hasta encontrar error o falta de resultados, o bien, después de culminar un determinado periodo de entrenamiento.
En esta fase lo que se prioriza es la parte pedagógica que pretende poner en marcha la planeación previamente establecida, y lo que se abonaría es que el entrenador debe manejar de manera didáctica los contenidos del entrenamiento respetando las fases de la sesión que como principales son la fase de inicio, desarrollo y parte final ,así como, vigilar que las acciones planteadas se lleven a cabo con la mejor calidad posible, y finalmente pero no me nos importante, dirigirse a los atletas con el mayor profesionalismo posible.
La tercera y última fase de la metodología es referente a la evaluación de los resultados que se requerían alcanzar, después de un ciclo de entrenamiento establecido. La cual nos indicará con pruebas de rendimiento o aptitud los resultados objetivos que buscaba la institución o club al inicio del ciclo de entrenamiento.
Esta fase guarda su importancia en dos aspectos principales, la modificación o reordenamiento de la planificación, que dependerá de estos resultados, primer aspecto a considerar:
Sí, se obtienen buenos resultados se buscará optimizar el entreno y mejorar el rendimiento, también será una prueba palpable del buen trabajo y se tendrá evidencia de cómo se llegó a ese estado o forma deportiva por el trabajo previo, y poder aplicar ese proceso ya comprobado con futuros deportistas, obviamente con sus modificaciones pertinentes, considerando que todo individuó es diferente al otro.
Segundo aspecto por considerar es que, si los resultados no son los esperados la planeación debe modificarse, realizarse un análisis exhaustivo de los resultados obtenidos de la evaluación, que permita modificar y no caer en los mismos errores, tratando de evitar caer en el fracaso y tomar como punto de partida los aspectos buenos, ya que, como todo proceso, no todo puede ser del todo malo.
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