Desde hace varias semanas ha trascendido en los medios informativos la lucha que un grupo de jóvenes estudiantes ha realizado con la finalidad de lograr la construcción de una escuela digna donde ellos y las generaciones futuras puedan realizar sus estudios de nivel medio superior dignamente. Se trata de más de 200 jóvenes del Barrio de Tepalcayuca, quienes, desde hace tres años, comenzaron con la gestión de la clave de funcionamiento para el Bachillerato Digital No 283, así como la donación de un predio para, posteriormente, continuar con la gestión para la edificación de la infraestructura.
Sin embargo, pese a ser una lucha dura y difícil por el desdén de las autoridades gubernamentales y educativas hacia este sector, este grupo de jóvenes no cejó en su lucha, por el contrario, recibieron el fraternal e importante apoyo solidario de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez (FNERRR)”, con quienes, a últimas fechas, han intensificado la lucha denunciando públicamente la cerrazón y negativa del presidente municipal de Amozoc, Bernardo Mario de la Rosa Romero.
Para infortunio de los educandos, las reglas de operación son contradictorias. Para brindar la clave oficial de funcionamiento, la Secretaría de Educación Pública exige que ya exista un predio donado para dicho fin, en contraste, el presidente municipal pide, para donar el terreno, que exista ya una clave de funcionamiento, colocando así el tema a una interrogante similar a la de ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? Sin embargo, pese a esas maniobras, la comunidad estudiantil del Bachillerato Digital No. 283 con apoyo de la FNERRR se logró obtener su clave de funcionamiento y por tanto estamos con la lucha del predio.
La demanda es justa y correcta. En el Barrio de Tepalcayuca existen ya; un preescolar, una primaria y una escuela secundaria, hace falta pues, para continuar con la cadena educativa, un bachillerato, ¡elemental!, dijera Sherlock Holmes, pero para la lógica del primer regidor de Amozoc está torcida; ahora resulta que prefiere donar un predio a las afueras del municipio, a orillas de una barranca, donde según él, será una excelente ubicación por lo que en un futuro (ni él sabe qué tan lejano) se pueda construir ahí. Se trata pues, de una serie de argucias para no dar solución a la demanda legítima de los jóvenes que buscan transformar para bien su barrio.
Ante este panorama, los maestros afiliados a Antorcha Magisterial nos pronunciamos desde ahora, y desde esta tribuna, con el apoyo irrestricto no sólo a los estudiantes del Bachillerato Digital No. 283, sino en apoyo de la FNERRR que se ha sumado a su lucha y de los padres de familia que, aun con los sacrificios que implica, respaldan a sus hijos.
Para Antorcha Magisterial es importante y fundamental la formación de un hombre nuevo, de un hombre que no se limite a una reproducción mecánica de datos que sólo le sirvan para vender su fuerza de trabajo como mano de obra malbaratada, sino en uno que sea superior, multidisciplinario, capaz de desarrollar y potencializar sus habilidades y capacidades tanto en el conocimiento académico como en lo deportivo, en lo cultural y lo científico, pero, sobre todo, que todo ese conocimiento lo ponga al servicio de sus hermanos de clase, como son, precisamente sus vecinos.
Es digno de reconocer a estos jovencitos que encabezan tan loable lucha, pues como ellos mismo lo afirman el benéfico será incuantificable, pues servirá para muchas generaciones futuras, a la vez que contribuye al progreso y desarrollo de su comunidad. Gracias a la comunión que se ha dado entre los estudiantes, los padres de familia y docentes en una visión de progreso y bienestar, es que esta lucha ha crecido y no descansaremos hasta que se resuelva favorablemente para la comunidad estudiantil. ¿Si eso son capaz de hacer esos jóvenes ahora, que no podrán hacer por su patria el día de mañana cuando estén más y mejor preparados? Sin duda, ese es el tipo de hombres que necesita nuestra sociedad, por eso la lucha de los jóvenes de Tepalcayuca es justa y necesaria y todo el magisterio poblano nos sumamos.
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