Hace un mes que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reanudó sus giras en el país para celebrar el inicio de la "nueva normalidad", generada por un supuesto aplacamiento en la curva de contagios por covid-19. La pregunta obligada es: ¿en verdad se está controlando la pandemia en México? Muchos vemos el día a día de las masas trabajadoras en esta contingencia sanitaria, así como el ir y venir de carrozas fúnebres de hospitales a funerarias con las personas que fallecieron por esta temible enfermedad que no sólo azota al país sino al mundo entero.
La nueva normalidad es una estrategia creada por el gobierno federal para reanudar actividades económicas en el país con la implementación de un semáforo que medirá la intensidad de contagios en cada estado del país, dicho semáforo estará compuesto por los colores rojo, naranja, amarillo y verde, y además de medir la intensidad de contagios marcará cómo será el regreso a las actividades cotidianas antes de que se iniciará la cuarentena en México. Llevamos un mes desde que se dio inicio a la nueva normalidad y hasta el momento 12 estados siguen en la fase más crítica entre los cuales podemos resaltar el Estado de México, Puebla, Tabasco y Nuevo León; 20 estados están en la fase naranja que marca un inicio en actividades limitadas al aire libre además de que muchos trabajadores podrán regresar a su centro de trabajo, cabe resaltar en este punto a la capital del país, que se acaba de integrar a esta fase hace unos cuantos días, pero si el gobierno morenista que encabeza Claudia Sheinbaum se descuida o le da más importancia a otros asuntos puede regresar a la fase roja.
Todo se escucha muy bien en teoría, pero ¿qué dicen los números dados por el propio gobierno de la República? Nos daremos cuenta de que no todo es color de rosa, México, en las últimas fechas, ha reportado un promedio de 5 mil contagios nuevos por día y un promedio de 600 muertes diarias por covid-19. Esto nos indica que no se ha domado la pandemia en el país, sino todo lo contrario, y como prueba acerquémonos a alguno de los hospitales del país, poniendo como ejemplo cualquier hospital del sector público, donde el personal médico sufre por la falta de insumos de parte de todos los niveles de gobierno y cuando salen a protestar para solicitar el apoyo necesario inmediatamente el gobierno federal empieza una campaña mediática que se encarga de hacer ver a los médicos, que día a día luchan para controlar esta pandemia, como los malos del cuento o se encarga de hacer la difamación en sus "mañaneras" (el día 9 de mayo acusaron a los médicos de querer hacerse ricos en medio de las pandemias).
El problema empeora a medida que vamos haciendo el problema más particular en cada estado. En Puebla, el gobernador morenista Luis Miguel Barbosa Huerta afirmó que la cura para la covid-19 es un mole de guajolote o que la mejor manera para evitar enfermarse por coronavirus es un caldo de pollo con cebolla y chile picado, pero la gota que derrama el vaso es afirmar que los pobres son inmunes al covid-19 ya que ellos no pueden salir de viaje, parece burla...pero no lo es. Este es otro claro ejemplo de la falta desensibilizad no solo por parte del presidente de la República sino también de cada uno de los gobernadores morenistas en el país.
Con el inicio de la "nueva normalidad" pueden suceder dos posibles escenarios: el primero que se pueda ir aplacando la curva de contagios a la vez que la economía de las cientos de miles de familias en México se va recuperando, pero hay que tener en cuenta todos los empleos que se perdieron durante el tiempo que duro la cuarentena que asciende a un aproximado de 12.5 millones de mexicanos que perdieron su empleo, además hay que tomar en cuenta a los 31 millones (Inegi) de mexicanos que trabajan en el ámbito informal (vendedores ambulante, albañiles, campesinos, etc.); la nueva normalidad expuesta por el gobierno de López Obrador no menciona que pasara con ellos ya que solo se remite a su viejo y gastado discurso de que todos sus Programas de Transferencia Monetaria serán entregados de manera directa sin intermediarios.
El segundo caso es que la nueva normalidad genere todo lo contrario a lo que se espera, por lo que se ve es lo que está sucediendo, prueba es que México es el onceavo país en el mundo con más contagios de covid-19 con 226 mil 089 casos confirmados, superamos a China país donde dio origen esta pandemia, ocupamos la séptima posición en muertes con los 30 mil decesos (hasta hoy), esto debe prender los focos de alerta en el gobierno federal, pero parece ser que hasta el momento la única preocupación del López Obrador es mantener su popularidad en vísperas de las elecciones del 2021, donde estarán en juego los 500 escaños de la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas de estados, además de que se renovaran los congresos locales y ayuntamientos en la mayoría de los estados de la República, aquí es donde tenemos que ver el verdadero interés de López Obrador y de todos los gobernantes morenistas por prevalecer en el poder sin que otra cosa les importe.
México se encuentra en una coyuntura política sin precedentes, la pandemia por covid-19 y la nueva normalidad la están acrecentando y el pueblo mexicano harto de las falsas esperanzas de la 4T buscara una nueva salida pero no debe conformarse con regresar a lo anterior a López Obrador, debe de encontrar una verdadera salida pero a diferencia del 2018 no debe de votar de una manera visceral, en estas próximas elecciones debe votar con la cabeza fría para no dejarse engañar con más cantos de sirena que lo único que provocan es agravar la situación del país, debe estar seguro que su voto es el arma más poderosa para cambiar a México.
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