Sigue vigente la tarea de que los pobres de este país se organicen, se eduquen y luchen por defender sus derechos, e insistir, por la vía organizada, que se ponga en el poder de nuestro país a una persona que realmente cambie las cosas en beneficio de los más necesitados.
Lo dicho atrás se debe a que los triunfadores de esta elección, en el caso de Nayarit, han estado diciendo que ahora sí, por fin llegó la transformación a Nayarit, como que si por haber ganado la contienda electoral, en automático, las cosas fueran a cambiar, pero, para demostrar que las cosas no son así, pongamos el caso de AMLO que prometió el oro y el moro, y vemos que, ya casi a la mitad de su periodo, ahora las cosas están peor.
No basta con decir discursos que se apoyen en mercadólogos, en decir lo que la gente quiere escuchar, por ejemplo, el discurso contra la corrupción del mismo presidente, para una gente sensata, al ver que se acusa de enriquecimiento ilícito al primer círculo del presidente, y que él en vez de pedir se investiguen los casos y se proceda conforme a derecho, al contestar que son calumnias de los conservadores porque ya no tienen el poder, con esa respuesta, la idea de la lucha contra la corrupción se desvanece, se evapora y queda como un encubridor de su camarilla.
Acaba de salir la nota en los medios de comunicación donde se dice que el gobierno no aumentará los impuestos a los empresarios. Entonces, la reforma fiscal que viene, ¿de dónde obtendrá los recursos, si a los que ganan más no le suben más impuestos? La verdad, no cuesta mucho saber de dónde, está claro que del mismo pueblo. Y nuevamente, ya no se está cumpliendo lo que se prometió.
En la inversión en obra social, Nayarit está urgido de inversión en obras y servicios, a pesar de ello ya vimos cómo en este año le recortaron los ingresos federales al estado y a los municipios por la política de austeridad. Pero, las necesidades de carreteras pavimentadas, de hospitales, escuelas, de más vivienda, de agua potable, ahí están presentes.
Con estos tres casos mencionados, bien podemos decir que las cosas no son ni serán nada fáciles, ya que quienes ganaron las elecciones son fieles seguidores del gobierno federal en turno.
Por eso nuestro mensaje es al pueblo pobre de Nayarit, para que entienda que tras el triunfo de Morena en la gubernatura, diputaciones federales, locales, municipios y regidores, no hay que estar esperanzados a que ahora sí nos llegará el bienestar automáticamente; sinceramente que nos gustaría que así fuera, pero las cosas no son lo que aparentan. En México y en Nayarit no ha habido una revolución, una transformación profunda que haya cambiado la economía y la política, en esencia, sigue lo mismo, los mimos viejos grupos de poder bien identificados, solo que con ropaje distinto y que se conducirán seguramente como han estado acostumbrados.
Y como no han cambiado las cosas, se genera una ilusión, un conformismo porque se tiene la esperanza de que hayan llegado al poder nuevas gentes. Los pobres, que son la mayoría, no deben de conformarse o paralizarse porque ahora hay un nuevo partido gobernante en el poder estatal, no, eso no es suficiente garantía para pensar que ahora las cosas se harán bien, en beneficio de la gente, y así como se quitó el poder a los que antes gobernaban mal, ahora, hay que abrir bien los ojos con la actuación de los que van llegando, ellos deben de saber que ahora es el momento de cumplir lo prometido, de que ahora hay una sociedad más despierta y vigilante que les exigirá hacer honor a su palabra.
Es muy importante entonces, que el pueblo comprenda, que de nada sirve que sea mayoría si no sabe sacar provecho a su fuerza; ahorita se le ve como polvo humano, como dijo Trotsky, no pesa, no presiona, no lo respetan, solo sirve para validar a los que se encumbran en los principales cargos pero que no hacen nada. El pueblo pobre tiene que organizarse y tiene que luchar, los problemas y rezagos de Nayarit son muchos aún, solo un pueblo organizado podrá exigir que se resuelvan.
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