La semana pasada, la organización no gubernamental (ONG) llamada Oxfam, presentó en su página oficial un reporte acerca del estado que guarda la concentración de la riqueza mundial en manos de los hombres más ricos del planeta, concentración que se ha dado, gracias a las condiciones que les brinda el modelo económico de producción llamado capitalismo o como se dice ahora, neoliberalismo. Los datos que nos ofrece son sumamente alarmantes y trágicos: "Tan sólo 8 personas -8 hombres en realidad- poseen ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad." ¡ocho personas!, si tomamos en cuenta, que esto significa, que en proporción, cada uno de estos multimillonarios tiene tanta riqueza como 450 millones de personas, ya podemos imaginar el tamaño de la tragedia que significa esto para la humanidad. De seguir esta situación, me pregunto ¿hasta dónde vamos a parar?
Esto que ahora escribo, llama mucho más mi atención, porque con motivo de los últimos suceso desagradables que estamos padeciendo la mayoría de los mexicanos, el último de los cuales se le llamó "gasolinazo", muy pocos de los que salieron a manifestarse en contra, poquísimos diría yo por lo que escuché y leí, entendieron, tal como lo declaró públicamente en su momento el Movimiento Antorchista Nacional, que lo que realmente se debería de cambiar no era sólo el precio de los combustibles, sino el modelo económico de producción en que estamos sumidos hasta la orejas, todos los mexicanos. Lo recuerdo ahora por lo que dice Oxfam en su trabajo titulado Una economía para el 99%: "El modelo económico y los principios que rigen su funcionamiento nos han llevado a esta situación que se ha vuelto extrema, insostenible e injusta. Es hora de plantear una alternativa.". Muy cierto.
Pero a todo esto, tomando en cuenta que coincido plenamente con la conclusión de la Oxfam, escrita líneas arriba, cabe una pregunta: ¿cómo propone Oxfam promover el cambio de modelo económico?, como decía un personaje de la comedia mexicana: ahí esta el detalle.
Por lo que se puede saber a través de la página oficial de esta ONG, afirman que el nombre "Oxfam" tiene su origen en el Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre, fundado en Gran Bretaña en 1942. Que este grupo de ciudadanos trabajó en campañas para que los barcos del bloque aliado llevaran provisiones de comida a las mujeres y niños de Grecia, país ocupado por el bloque enemigo durante la Segunda Guerra Mundial. Asimismo dicen, que a la fecha, la confederación Oxfam está compuesta por 19 organizaciones que tienen sus sedes en 19 países, entre ellos México, Canadá y Estados Unidos del continente Americano. Que además de convertirse en la organización mundial líder en ayuda humanitaria de emergencia, pone en marcha programas de desarrollo a largo plazo en comunidades vulnerables. Y en cuanto a su misión, dicen "[...] es ayudar a encontrar soluciones duraderas a la injusticia de la pobreza. Formamos parte de un movimiento global que aboga por un cambio que empodere a las personas para crear un futuro seguro, justo y libre de pobreza." También simpatizo con esta misión, pero aun me queda la duda de cómo, exactamente, proponen cambiar el modelo económico neoliberal.
No crean usted, amigo lector, que mi duda es mero escepticismo irracional, de ninguna manera; sólo que, leyendo completo el trabajo de la Oxfam, arriba referido, se dice, que algunas de las causas de la desigualdad son las siguientes: 1) Que las empresas están cada vez más al servicio de los más ricos, que su modelo de maximización de beneficios conduce "a sofisticados esquemas corporativos para tributar menos de lo que les corresponde, eludiendo el pago de unos impuestos que beneficiarían al conjunto de la población". Y yo pregunto ¿cómo y quién obligará a los grandes empresarios a que paguen los impuestos que por ley están obligados?; 2) Que "las grandes empresas, implacables, están reduciendo al mínimo los costes de la mano de obra en todo el mundo, [...] lo cual incrementa la desigualdad y ahoga la demanda. Cierto, y ¿quién obligará a las grandes empresas de los grandes multimillonarios a remunerar justicieramente la mano de obra que consumen?; 3) la evasión y elusión fiscal; y otra vez, ¿quién obligará a los grandes multimillonarios a que dejen de evadir o eludir sus obligaciones fiscales? y finalmente, 4) "El Capitalismo clientelar", es decir, que los grandes empresarios "[...] utilizan su enorme poder para garantizar que tanto la legislación como la elaboración de políticas nacionales o internacionales se diseñen a su medida para proteger sus intereses y mejorar su rentabilidad." En pocas palabras, los Gobiernos de los tres niveles y los Congresos nacionales y estatales, están al servicios de los grandes multimillonarios y sus empresas, ¿qué hacer cuando el gobierno es partícipe en la terrible desigualdad social que ahora nos consume como lo dice la Oxfam?
Sin embargo, creo necesario decir, que me parece que Oxfam no deja muy claro el camino a seguir, como sí lo deja el Movimiento Antorchista Nacional, para acabar con la desigualdad y por ende, con el injusto sistema neoliberal; Oxfam dice: "Necesitamos Gobiernos que apuesten por una visión de futuro y respondan ante su ciudadanía primero, grandes empresas que antepongan los intereses de trabajadores y productores, un crecimiento dentro de los límites del planeta, el respeto de los derechos de las mujeres, y que el sistema fiscal sea justo y progresivo." Bien, muy bien, sólo que el problema aquí es, como en la fábula muy conocida, ¿quién le va poner el cascabel al gato?, ¿quién es el que va a poner los gobiernos "que apuesten por una visión de futuro"? Y yo contesto: el pueblo pobre educado y organizado. Oxfam dice que son más de 3 mil 600 millones, y yo digo que son más que suficientes, ahora sabemos también, el tamaño de la fuerza que podemos oponer, para cambiar el neoliberalismo. Empecemos por nuestra patria, organicemos al pueblo para que tome en sus manos las riendas de su gobierno, porque, como dice la Oxfam, "es hora de plantear una [nueva] alternativa".
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