Como todo mundo sabe, el próximo 10 de abril se llevará en el país un proceso de consulta popular para que la ciudadanía emita su voto si quiere que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador continúe en el cargo o no.
Como también se sabe el proceso estará dirigido por el INE quien colocara un total de 32 consejos locales, uno por cada entidad, un ejercicio que se desarrollará a pesar del recorte del presupuesto que solicitó el INE.
Previo a esta aprobación de consulta, se recabaron 2 millones 845 mil 634 firmas que la ley establece como requisito, las mismas fueron recabadas por el partido Morena, y sus simpatizantes, pues sólo ellos siguen al pie de la letra las indicaciones de su guía moral, López Obrador, principal interesado de que el proceso se realice pues está seguro que dicha consulta le favorecerá y que esto influirá decisivamente en el proceso 2024 de elección presidencial.
Fue del conocimiento público que a pesar de que se rebasó el número de firmas requeridas para la autorización del proceso, miles de las recabadas fueron falsificadas hasta de personas fallecidas, esto indica lo viciado del proceso por los morenistas, que no repararon en hacer lo que tanto criticaron, actos de corrupción con tal de lograr la aprobación del proceso.
Igualmente conocido es la descalificación del INE por parte de Morena y sus aliados, Verde Ecologista, PT, y del mismo AMLO por no instalar todas las casillas requeridas para una consulta general, esto sin considerar que el órgano electoral no contó con los recursos necesarios para ello.
Ahora bien, ¿qué tan justificado es la realización de este proceso donde se van a gastar nada menos que más de dos mil millones de pesos? Para los morenistas y aliados es claro su objetivo político, seguir reforzando la imagen del presidente con vistas a que esto influya en los procesos electorales del 2022 y sobre todo del 2024.
Pero para el resto de la población ni le va ni le viene, está más preocupada por el terrible aumento de precio de las mercancías de la canasta básica y el alza de los combustibles que son cuestiones que afectan su nivel de vida, por lo demás poco le importa que el presidente de la República, deje el cargo, más bien es de la idea de que termine su periodo para el cual fue elegido, y que realmente se ponga a dar resultados, en la seguridad, economía, en mejorar los servicios de salud, educación, apoyo al sector agroalimentario, etc.
Al pueblo le parece una ofensa este gasto innecesario, cuando hay necesidades apremiantes en el país, como lo es el abasto de medicamentos a hospitales, centros de salud y clínicas, igual necesidad existe en mejorar la infraestructura carretera, educativa y el apoyo al campo.
No se ve por ningún lado una justificación a tan tremendo gasto, sólo se ve como un capricho del presidente que no llevará a nada, pues aún en el supuesto caso de que a AMLO le fuera adverso este proceso, conociendo su terquedad no aceptaría su derrota.
Pero en realidad a millones mexicanos entre los que me cuento, no nos interesa que López Obrador deje el cargo, más bien le exigimos que deje de hacer circo y se ponga a gobernar para todos los mexicanos hayan votado o no por él, que pare el baño de sangre que sufre el país, que pare los asesinatos de periodistas, que ponga atención en el crecimiento económico, en el abasto de medicamentos a hospitales, centros de salud y clínicas, en apoyar verdaderamente al campo y a la pesca. Nada más pero nada menos.
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