¿Y a quién va a beneficiar el agua del distrito de riego yaqui cuya creación formalizará el presidente AMLO este 28 de septiembre? Se trata del Distrito 18 que, de acuerdo a como se anuncia, será administrado por la etnia yaqui, lo que significará, según la misma propaganda oficial, que por fin se le hará justicia y podrá, con dicha agua, emprender el camino seguro de su propio desarrollo y felicidad. La pregunta se justifica pues es sabido que los yaquis rentan el 95 por ciento de sus tierras a grandes empresas agroindustriales por cinco, diez o hasta 15 años y mientras las rentan -si no emigran temporalmente en busca de empleo- trabajan de jornaleros en sus propias tierras, con salarios bajos y con horarios muy extenuantes que a veces van de cinco de la mañana a seis de la tarde. De la renta de sus tierras no cobran jamás lo suficiente para salir de la creciente pobreza que atenaza a la mayoría de ellos y siguen careciendo de crédito agrícola desde hace muchos años, pues no reúnen los requisitos rigurosos que imponen los bancos, quienes prefieren prestar a las grandes y solventes empresas agroindustriales. La pobreza los obliga a rentar.
La enorme riqueza que se produce en sus tierras de labor, pues, no pertenece a los yaquis desde hace décadas; son, en los hechos, auténticos proletarios como cualesquiera del mundo obrero, aunque atados al sentimiento de apropiación de una tierra formalmente suya, pero realmente expropiada por el gran capital. Así, acorralados por la pobreza, sin créditos, sin poderosas maquinarias modernas, sin una eficaz infraestructura de servicios municipales en sus hogares, con graves problemas educativos, y de carencia de salud y vivienda dignas, sin estructura administrativa experimentada, pero ahora con un poco más de agua, tendrán que competir contra los gigantes capitalistas del campo sonorense y ganarles en el terreno económico, si quieren progresar. Para ello tendrían que dejar de ser jornaleros para volver a ser pujantes campesinos, emprendedores, proceso que va contra las leyes del desarrollo capitalista de México.
Así pues, lo primero que arrojan los datos mencionados es que el agua del tan anunciado Distrito 18 servirá fundamentalmente para mejorar la gran producción capitalista en esa región sonorense, que disfraza de renta la expropiación de las tierras indígenas. No hay fundamento para suponer que no pasará con el agua yaqui, aparentemente recuperada, lo mismo que con la tierra yaqui: sólo formalmente será suya, se reforzará su convicción de ser los dueños, pero el gran capital agroindustrial los ha ubicado en una relación real de simples administradores y fuerza de trabajo asalariada cautiva a la vez. Obrador anuncia todo esto como un gran acto de justicia, pero aquí también los datos reales indican que se trata de un gran engaño, otra de sus tretas para confundir a los humildes, lograr su consentimiento, desactivar su resistencia y garantizar mejores condiciones a los grandes capitalistas en el corazón mismo de la tierra indígena.
Pero tampoco será toda el agua que les correspondería la que administrarán. El acueducto Independencia seguirá despojándolos de 75 millones de metros cúbicos anuales de agua en beneficio del gran capital en Hermosillo, mientras que allí mismo hay miles de familias en colonias humildes que sufren por la falta del líquido o que pasan un verdadero viacrucis cada vez que tienen que solicitar que el ayuntamiento les envíe unas cuantas pipas de agua. Y, según la nota “Controlarán yaquis 50% de río en Sonora”, del portal www.reforma.com “El volumen de escurrimiento anual de la cuenca del Río Yaqui es de 3 mil 151 millones de metros cúbicos, de los que sólo 255 millones son para el distrito 18, mientras que 2 mil 295 millones son para el distrito 41 (del que se desprende el 18, aclaro yo, LMLA) Según el proyecto, la nueva versión del distrito 18 iniciará con 673 millones de metros cúbicos de agua, mientras que el valor de la producción agrícola podrá crecer al doble de los 678 millones de pesos anuales actuales”, producción agrícola cuya propiedad no es yaqui, como hemos visto. Agua para el capitalismo, una vez más a costa del pueblo.
Hay, además, 25 concesiones para minas en tierras yaquis, minas que no son nada sin agua. “De 2010 a 2018, el gobierno mexicano ha otorgado 25 permisos a diferentes empresas mineras para extraer oro, carbón, grafito, sal, perlita, cal, cemento, arcillas y antracita dentro del territorio yaqui, de acuerdo con el Panorama Minero del Estado de Sonora, de la Secretaría de Economía”, informa el portal www.rebelión.org en su nota “La permanente batalla de los yaquis contra el despojo”. “Lo único que nos han dejado es violencia, veneno, deforestación y desertificación”, afirma Martín Valencia, secretario del gobierno tradicional de Loma de Bácum. “Hay más empresas mineras que se mantienen en espera de que el gobierno mexicano les otorgue permisos dentro del territorio yaqui para sustraer minerales… al norte de la Sierra del Bacatete, en el municipio de Guaymas, el gobierno de México otorgó una concesión a la Minera del Norte SA de CV que abarca 13 millones 300 000 hectáreas. El permiso opera desde el 25 de noviembre de 2010 a la fecha”.
Así, pues, sin tratar de analizar los demás problemas sociales que afectan a los yaquis, como la inseguridad, las desapariciones y la violencia que ellos mismos insisten en relacionar más con las mineras que con el tráfico de drogas por su territorio (cosa que tampoco menosprecian), y las graves carencias que la pobreza implica, la realidad económica de los yaquis indica que la creación del Distrito 18 de riego en su territorio, a estas alturas del partido, no es más que una medida de fortalecimiento del capital agroindustrial y minero. La suerte del pueblo yaqui es la misma que la de la clase social a la que en realidad pertenecen: la de los proletarios del mundo. Su unidad de acción con el resto del pueblo humilde mexicano es condición indispensable para su liberación definitiva. A ellos y a todos los mexicanos patriotas y honestos, Antorcha les ofrece luchar por su proyecto. Ingrese usted a www.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario