Aunque las mentiras se repitan hasta el cansancio, no podrán ocultar la verdad. Si acaso, generarán confusión por un tiempo, pero la terca realidad aparecerá tarde o temprano.
Y así están las cosas en México. Con un Presidente que se pasea por todo el país, anunciando sus “impresionantes logros” y una Presidenta electa que lo acompaña, presumiendo que su nuevo gobierno estará cimentado sobre dichos logros para crear el “segundo piso de la transformación”.
Según datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el rezago de vivienda en México es de 10 millones de casas-habitación.
Creo que debemos hacer un pequeño repaso de los graves problemas nacionales que no se atendieron en el sexenio de López Obrador y que serán una pesada herencia para Claudia Sheinbaum. Si decide continuar con la política de maquillar cifras y repetir hasta el cansancio que todo está bien, estará activando una bomba de tiempo.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el número de personas sin asistencia médica pasó de 20.1 millones en 2018 a 50.4 millones en 2022.
El número de personas sin acceso a la seguridad social es de 64.7 millones, lo cual, destacó el organismo, sigue siendo la carencia con mayor incidencia en pobreza.
Otro dato importante sobre la carencia de acceso a la seguridad social son las personas que trabajan: el 63.6 % no cuenta con acceso a la seguridad social como prestación laboral.
El Coneval también señala que el 18 % de la población no tiene acceso a una buena alimentación; en la población indígena llega hasta el 33.4 %.
Para cuando inicie el próximo sexenio, habrá en México más de 27 millones 150 mil personas de 15 años o más con rezago educativo; es decir, que no saben leer, escribir ni hacer cuentas o que no han concluido la educación básica, según el reporte del Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA).
Señala, además, que en 2024 sólo podrá atender a 800 mil personas; pero de estas, sólo 642 mil lograrán superar el rezago educativo.
La población analfabeta ronda los 4.2 millones, concentrada en los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
El presupuesto raquítico del INEA se diluye en campañas publicitarias (33 millones de pesos) y arrendamiento de vehículos (120 millones de pesos).
Entre 2019 y 2023, el INEA gastó en promedio 425 millones de pesos anuales para el servicio de elaboración y distribución de módulos del modelo de Educación para la Vida y el Trabajo hispanohablante e indígena bilingüe. Pero lo que no dicen las autoridades educativas es que esta población en rezago educativo y analfabeta es la más vulnerable, pues sufre mayor pobreza, marginación y es sometida a una feroz explotación en las plantaciones agrícolas.
Según datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el rezago de vivienda en México es de 10 millones de casas-habitación.
Históricamente, este rezago se concentra en las familias de menores ingresos, que no tienen acceso a una vivienda digna, pues carecen de un empleo formal y no califican para un crédito. Esto genera la aparición de asentamientos irregulares, muchos de ellos ubicados en zonas de riesgo.
Otro de los males que genera la falta de vivienda propia es el hacinamiento.
El director del Instituto Municipal de Vivienda (Inmuvi) en Durango, Jesús González Smith, define el hacinamiento como cuando viven dos o más familias en una casa habitación.
Tan sólo en la capital del estado de Durango, 6 mil familias viven hacinadas, equivalente a 38 mil duranguenses. Se tienen casos extremos, con cinco familias en una misma vivienda, lo que provoca problemas sociales y psicológicos.
Viviendas con una sola habitación donde tienen las camas, la cocina, la televisión, provocan violaciones, maltrato a los adultos mayores y violencia intrafamiliar.
Estas son algunas de las malas señales que no puede ocultar la propaganda oficial de que vivimos en el paraíso de la 4T. ¿Tomará el toro por los cuernos el nuevo gobierno o esperará a que explote el descontento?
0 Comentarios:
Dejar un Comentario