MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La cuarta transformación, desastrosa herencia económica

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En materia económica, el país de las maravillas que AMLO ofreció nunca se hizo real. La pandemia afectó el crecimiento, pero ya desde sus inicios la economía decrecía (0.3% en 2019). Durante este sexenio: “el crecimiento acumulado del PIB per cápita [fue] del 0.9%, el más bajo, por mucho, que tenemos en los últimos prácticamente 40 años” (IMCO, Latinus, 21 de octubre de 2023). Y todavía en el presente: “el PIB per cápita sigue 1.5 por ciento por debajo del 2018” (El Financiero, 22 de febrero).

Al no haber crecimiento, difícil es creer que haya aumentado el empleo. López Obrador presentó el 1 de mayo estadísticas que muestran un país con el menor desempleo ¡en el mundo! Una verdadera vacilada. Considérese solo estos dos indicadores. Primero, en 2022 se registró un récord en el número de mexicanos que intentaron cruzar la frontera norte. Y las remesas aumentaron de 34 mil millones de dólares en 2018 a más de 60 mil millones el año pasado, amortiguando así los efectos del nulo crecimiento. Los emigrados apuntalan la economía, pero eso no es mérito del gobierno.

Morena, al carecer de ingresos fiscales suficientes (por no crearse problemas con los magnates) arrambló con todo, gastando lo que pudo para sostener su artificial sistema de despilfarro.

Segundo, el sector informal, que es desempleo enmascarado, aumentó: “El valor agregado bruto de la economía informal en México creció un 4.6% interanual hasta superar los 5.6 billones de pesos en el tercer trimestre de 2023 (Inegi)” (Forbes, 29 de febrero); en puestos de trabajo remunerados en el sector, entre julio y septiembre del año pasado, el aumento fue de 3.5% interanual.

Y la recaudación fiscal no crece. Contra lo que aconsejan economistas progresistas serios, AMLO rechaza tajantemente aplicar impuestos a los multimillonarios: “Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, junto con el ex ministro de Finanzas de Colombia, José Antonio Ocampo y varios expertos internacionales más endosaron las propuestas del gobierno de Brasil para un impuesto a los multimillonarios del planeta […] Brasil está proponiendo que el G-20 en su cumbre en julio de este año endose un acuerdo para gravar la riqueza de los más ricos del mundo […] José Antonio Ocampo dijo que su país tiene una larga tradición –con una historia desde los años 30 del siglo pasado– de gravar no sólo ingresos, sino también riqueza. Las reformas neoliberales de los 80 anularon esos impuestos y sólo es en años recientes que Colombia ha aplicado de nuevo un impuesto sobre riqueza como medida temporal” (La Jornada, 21 de abril).

AMLO nunca quiso molestar a los multimillonarios. “México es de los países de América Latina que menos impuestos recauda […] Es una de las seis economías que reportaron un descenso en su recaudación de 2021 a 2022, mientras que 20 países registraron aumentos” (OCDE, Expansión, 7 de mayo). La recaudación cayó de 17.3 a 16.9% del PIB. Como referencia, Brasil captó el 33.3%, y el promedio de la OCDE, 34%. Asimismo, el año pasado los ingresos petroleros registraron una caída interanual de 45% y las exportaciones de Pemex tuvieron un déficit de 36.2% (SHCP). Los ingresos, pues, no aumentan.

En contraste, este año el gobierno gastará nueve billones de pesos (3.2% más que al final del sexenio pasado), y para cubrir el déficit recurrirá a… más deuda. La quinta parte del presupuesto se financiará con un aumento en la deuda, equivalente al 5.4% del PIB, 3.3% más que en 2018. La deuda total pasará de 35% del PIB al 45.5 (DW). El año pasado la deuda per cápita era de $118 mil pesos y hoy es de 126 mil “se proyecta a 138 mil en 2029” (CIEP). Para este ejercicio fiscal, el endeudamiento total, interior y exterior, aumentará en 2.3 billones de pesos y totalizará 12 billones. Este nivel de endeudamiento es el más elevado de los últimos diez años (Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, Latinus, 21 de octubre de 2023).

¡Y hoy se gasta más en la deuda que en obras! “El costo de la deuda pública crece y rebasa a la inversión en infraestructura. En enero-noviembre [del año pasado] se destinaron mayores recursos para el pago de los intereses por la deuda pública, que los que se destinan al desarrollo de obra pública como carreteras, escuelas, hospitales. En los primeros 11 meses del año, se destinaron 849 mil millones de pesos para el pago de los intereses de la deuda pública, esto representó un incremento de 26.5% real anual, mientras que el gasto que se destina para el desarrollo de infraestructura pública (inversión física) disminuyó 2.9%, al sumar 778 mil millones (SHCP)” (Expansión, 29 de diciembre de 2023).

Y más deuda hoy implica más impuestos y menos gasto a futuro, menos obra pública. Se ha hipotecado el bienestar de las generaciones venideras. Y para el servicio de la deuda se erogarán sumas estratosféricas que engordarán las ganancias de los grandes bancos del mundo. Este año el servicio de la deuda aumentará 11.8% (Proceso, 28 de abril), y “Hacienda prevé un pago de 1.12 billones de pesos por intereses de la deuda pública (costo financiero), 3.4% del PIB […] 13.3% de todo el gasto público” (Expansión, 7 de septiembre de 2023). ¿Se explica usted por qué los grandes bancos quieren mucho a AMLO?

Agréguese a esto la inflación. Como moscas atraídas por la miel, ante al aumento de circulante, resultado del reparto de dinero, los empresarios suben los precios por arriba de los costos, elevando la inflación; esto no necesariamente ocurriría si, además de otorgar los apoyos, el gobierno metiera en orden a los grandes empresarios que controlan la oferta y los precios, y al final son los beneficiarios últimos de los programas. Es la llamada política fiscal expansiva, que choca con la política restrictiva del Banco de México, que pretende reducir la inflación. “… durante el último año la base monetaria en México aumentó 11.7%, tasa tres veces más alta que el crecimiento de PIB y más del doble de la inflación. Tendremos un año más de tasas altas y un año más de inflación superior a 4%” (Alejandro Gómez, consultoría GAEAP, Proceso, 28 de abril).

En fin, Morena, al carecer de ingresos fiscales suficientes (por no crearse problemas con los magnates) arrambló con todo, gastando lo que pudo para sostener su artificial sistema de despilfarro. El Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), es una bolsa que compensa faltantes de ingresos del erario frente a una crisis o emergencia. Pues bien, cuando López Obrador llegó al poder encontró, en el primer trimestre de 2019, un saldo superior a 290 mil 788 millones de pesos, y para el primer trimestre de este año quedan apenas 47 mil 820 millones (SHCP). Se gastaron el FEIP y dejaron a la administración pública sin blindaje fiscal.

Esto es apenas un bosquejo de la herencia económica que Morena deja a los mexicanos, y que a la postre pagarán, como siempre ocurre, los sectores más desprotegidos. Mientras tanto, la Cuarta Transformación y sus patrocinadores del gran mundo empresarial habrán disfrutado alegremente del poder.

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