Por qué el Gobierno de Texcoco no cambia el uso de suelo de las colonias Víctor Puebla, Ampliación Víctor Puebla y Humberto Vidal Mendoza, ¿Por qué le cuesta tanto trabajo cambiar el uso de suelo de “agrícola” a “habitacional”? ¿Qué hace falta? ¿Qué dice la ley? ¿Qué dicen las autoridades? ¿Qué dicen los afectados? ¿Qué nos muestra la realidad? Trataré de responder de la manera más objetiva que me sea posible.
Hoy hablaremos del fenómeno migratorio, de la lucha entre dos clases en Texcoco y cómo se evade un problema de parte del gobierno, a lo que yo llamo “insensibilidad irresponsable”.
Sandra Luz Falcón, la última cara visible del Gobierno conservador de Texcoco, se auto proclamó la “defensora” de la política de Cero Tolerancia a los “asentamientos urbanos irregulares” a través de, dijo ella, la vigilancia constante en el territorio texcocano con el objetivo es desalentar y prevenir la formación de asentamientos urbanos irregulares.
Desde hace más de 20 años, se estableció en el pleno del Cabildo de Texcoco esta política de “Cero tolerancia” a la instalación de asentamientos humanos “irregulares”. Esta medida, dijo, busca garantizar un crecimiento urbano “natural” en el municipio y se decretó en Texcoco una veda inmobiliaria que prohíbe el establecimiento de asentamientos humanos de alto impacto y de aquellos que se establezcan de manera irregular, pero… las más de 900 Casas ARA, curiosamente no entraron en esta categoría debido a que el Gobierno encabezado entonces por el cacique de Texcoco, Higinio Martínez, convenientemente se le olvidó esa veda y autorizó el fraccionamiento que legalmente es “regular”, pretextando que todos los compradores eran texcocanos residentes en la demarcación.
En primer lugar, aunque sea “legal” -por formar parte de un acuerdo de Cabildo que se renueva trienio tras trienio y del Plan de Desarrollo Municipal-, este viola el Artículo 4º. De la Constitución Política de México que a la letra dice: “toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.
Los conservadores del gobierno texcocano hacen exactamente lo contrario: establecen instrumentos y apoyos necesarios a fin de que muchos mexicanos no alcancen ese objetivo: prohíben, no solo una vivienda digna para todos los mexicanos, sino que cualquier mexicano “migre” a Texcoco y lo estigmatizan como alguien “malo”. Califican a estos mexicanos como “irregulares”.
Segundo, muchas de estas colonias “irregulares”, como ellos las llaman, tienen entre 30 o 50 años de fundadas como son: Salitrería o la colonia Guadalupe Victoria, por lo que negarlas, una vez que se establecieron, es un verdadero absurdo. Las colonias y sus habitantes no solo ya están ahí, sino que además han pasado varias generaciones desde entonces, por ello caben las siguientes preguntas: ¿qué quiere Sandra Luz?, ¿qué quieren los regidores conservadores de Texcoco?, ¿que toda esta gente empaque sus cosas y se vaya del municipio? ¿La solución del gobierno es no conceder nunca el cambio de uso de suelo como “castigo” a su necesidad de vivienda? Vaya “solución”.
Analicemos la realidad. No es secreto para nadie que en México mucha gente se vea en la necesidad de migrar. El fenómeno no es nuevo. Según Abel Pérez Zamorano (2014), desde 1925, bajo el efecto del reciente triunfo de la Revolución mexicana, el Gobierno comenzó su participación en el financiamiento de vivienda, una estrategia que ha evolucionado a lo largo de los años y que motivó la creación de políticas e instituciones en 1933, 1943, 1954, 1963, 1972, 1981 y 1992. En el siglo 20 fuimos testigos de la migración del campo a las ciudades, especialmente a la capital del país y su zona conurbada. La migración implica cambios de residencia, ya sea temporal o permanente, dentro del mismo territorio nacional, entre municipios, entidades federativas o incluso entre paíse. Por eso, si replicamos a nivel nacional la política de Cero tolerancia de Texcoco, NINGÚN mexicano tendría el derecho de migrar, solo o con su familia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), las principales razones que motivaron el cambio de residencia hacia el Estado de México, en los últimos 30 años, fueron: reunirse con la familia (35.61%), otras causas (17.14%), oferta de trabajo (11.78%).
Esta migración tiene una causa: el crecimiento natural del capitalismo mexicano, que hizo que nuestra sociedad pasara de ser rural a convertirse en eminentemente urbana. En 1900 la población urbana era de 1.4 millones de personas, lo cual representaba el 11% de la población total; para 1970 la población urbana había crecido y representó 22 millones (45% de la población total) y para 2009 la población urbana representaba 83.1 millones, es decir, el 77% del total de la población.
El doctor en Economía, Brasil Acosta, describe en su libro “¿En Texcoco se vive bien?” que la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) en su documento México: Rezago habitacional, demanda de vivienda 2012 y bono demográfico, reconoce que en ese año el rezago habitacional era de 9 millones 37 mil 69 hogares. Más de medio millón de viviendas se encuentran en hacinamiento. El total de personas afectadas por este rezago a nivel nacional son 35 millones 752 mil personas. En Texcoco, según parece, pretenden ignorar esta realidad nacional y aislarse de ella con decretos medievales.
Como consecuencia del desarrollo urbano acelerado y desordenado que hemos sufrido en nuestro país, se ha creado en México un tremendo déficit de vivienda que afecta a los sectores más empobrecidos de la sociedad, para lo cual no ha sido solución, en términos cuantitativos ni cualitativos, la oferta de casas por parte de las empresas constructoras, estima Abel Pérez Zamorano (2014). Ante este problema, ¿qué propone Sandra Luz y sus secuaces? ¿Qué ya no nazcan mexicanos? ¿Decretar la migración a Texcoco como “ilegal”? ¿Castigar para siempre a las colonias irregulares por atreverse a mudarse al municipio?
Recientemente, habitantes de la colonia Ampliación Víctor Puebla, sufrieron una inundación de aguas negras. ¿Por qué no lo resuelve el Ayuntamiento de Texcoco?, simple, porque “oficialmente”, esta colonia es “irregular” y no existe, aunque lleva más de 15 años de haberse fundado y progresado, creando escuelas, áreas deportivas, lechería e iglesias. El problema es que como “legalmente” el municipio no está obligado ofrecer ningún servicio municipal, los vecinos se ven indefensos y sufren las consecuencias del absurdo: tienen credencial para votar de Texcoco, pero su colonia no tiene derechos ¡vaya contradicción!
Y aunque se grite a todo pulmón que las colonias Víctor Puebla, Ampliación Víctor Puebla y Humberto Vidal son “irregulares”, no hacen más que mentirle a la gente y sobre todo a ellos mismos. Muchos texcocanos tienen terrenos y estos fueron adquiridos a través de los propietarios privados y de ejidatarios, lo cual hace que la tierra en Texcoco ¡no esté regularizada en un 60% de los casos!, pues los propios ejidatarios no tienen el “dominio pleno”, pero para vender ¡se pintan solos!
Finalmente, en los últimos tres años, funcionarios del Ayuntamiento de Texcoco, se han “infiltrado” en la colonia Víctor Puebla y su ampliación para prometer que, si los habitantes dejan a Antorcha y votan por Morena en las próximas elecciones, entonces sí, y solo sí lo hacen, el Gobierno regularizará la colonia y hasta les entregarán escritura pública, solo que para ello ¡necesitan cambiar el uso de suelo agrícola a urbano! ¿No que eso es imposible? Si tiene esa voluntad ¿por qué no lo hacen de una vez?, si de verdad tienen buenas intenciones. Como reza el refrán, “el interés ¡tiene pies!”
Los vecinos de estas colonias deben abrir los ojos y entender que, si no se ha regularizado su situación, es por el Gobierno conservador de Texcoco que defiende a conveniencia, este trámite. Por ejemplo, en 2009 se fundó la colonia Víctor Puebla, si tienen tanta voluntad de cambiar el uso de suelo, ¿por qué no lo hicieron antes o en el actual Plan de Desarrollo Municipal?, ¿por qué esperar a las elecciones de 2024? Si en verdad tienen la voluntad de ayudar a la gente ¡háganlo ya y para todos!, si no, pues no vengan a ilusionar a unos cuantos que, desgraciadamente, han caído en su trampa.
Referencias:
Abel Pérez Zamorano, “Marginación urbana”, MAPorrúa, (2014), pág. 86.
Jaime Sorbino, “La urbanización en el México contemporáneo”, El Colegio de México, (2011), pág. 1.
Brasil Acosta Peña. “En Texcoco se vive bien”, Editorial Esténtor, (2019), pág. 38.
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