Nuestro país tiene una importante historia de lucha estudiantil, la lucha del 68 es una prueba clara de ello que mostró la posición del gobierno con su respuesta: la masacre de los estudiantes en Tlatelolco la noche del 2 de octubre.
Los años han pasado y esa fecha continúa presente en la vida de nuestro pueblo; los tiempos han cambiado y pareciera el estudiantado ahora goza de condiciones mejores que en aquellos años, pero no es así.
Viendo las necesidades que existían (y existen) en México, una agrupación estudiantil nació en 1999 y ha crecido dadas las condiciones que hay para que los estudiantes se preparen y puedan concluir una carrera profesional; desde ese año hasta hoy la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) ha congregado entre sus filas a miles de jóvenes estudiantes de los 32 estados del país.
Durante 23 años de existencia los comités que se han formado hasta en comunidades pequeñas y apartadas, pero con deficiencias en sus escuelas han acudido a gestionar ante las diferentes instancias de gobierno solicitando que se mejore su vida de académica y que haya en sus escuelas condiciones óptimas para estudiar.
En tiempos de la 4T, las cosas no han cambiado, ahora los niños y jóvenes se han visto afectados seriamente por las deserciones causadas por los malos resultados del gobierno para hacer frente a la pandemia de covid-19; las escuelas fueron vandalizadas, fue necesario luchar para que se considerara vacunar a los jóvenes, se luchó también para que el gobierno considerara el hacer llegar internet al estudiantado para evitar un retroceso educativo; la SEP ha demostrado no tener un dirigente capaz de enfrentar los problemas aun con todo el poder que tienen en sus manos, lo cual deja claro que le educación no es prioridad para la 4T.
En contraparte, los fenerianos han cerrado filas y continúan luchando para que el gobierno morenista, que es mayoría en el país, sí brinde mejores condiciones a los estudiantes.
En estos 23 años de lucha a los jóvenes les ha correspondido la tarea de hacerse escuchar por los gobernantes, de mucho o mediano poder, por tal razón, en tiempos sombríos de la 4T la lucha deberá reforzarse y crecer pues existe un país con millones de niños y jóvenes sin acceso a la educación.
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