En la recta final de la administración estatal del licenciado Héctor Antonio Astudillo Flores, le faltan sólo diez días para que finalice su periodo, están surgiendo infinidad de protestas e inconformidades de la sociedad guerrerense, como resultado de su mala actuación en los seis años de su administración al frente del estado de Guerrero. Cargo que consiguió en su segundo intento por llegar a la gobernatura, después de sufrir una derrota electoral en el 2005, en aquel entonces le ganó Zeferino Torreblanca Galindo, otro célebremente triste y opaco gobernante del estado, que con la bandera perredista rompió la tradición de gobiernos priistas, ahora, ambos personajes se identifican por dejar al estado en completo desorden administrativo. Los guerrerenses, después de tres experiencias con gobernadores perredistas, por llamarlos de alguna manera, pues sabemos que Zeferino Torreblanca no era del PRD, Ángel Heladio Aguirre Rivero fue priista, y quizá el único de izquierda fue el gobernador interino Rogelio Ortega Martínez, le dieron otra oportunidad al PRI. Pero les falló, la próxima gobernadora es morenista.
En estos días, en las calles de la capital guerrerense vemos marchas y protestas en palacio estatal y en casa guerrero. Estas protestas son realizadas por empleados del gobierno estatal, y por ciudadanos organizados en el Movimiento Antorchista de las colonias Nueva Revolución y La Candelaria de la ciudad de Chilpancingo. Lo que llama la atención es que sean los propios trabajadores del gobierno los que protestan porque no les han cumplido con las prestaciones de ley por ser empleados del gobierno. bonos, salarios atrasados, pensiones, aguinaldos, que se supone esos recursos se han venido acumulando en los descuentos de nómina y que, en un determinado momento se le entregaría al trabajador, ahora simplemente los funcionarios de la tesorería estatal y el propio gobernador dicen que las arcas estatales están vacías y por lo tanto están imposibilitados de cumplir con sus empleados.
Los trabajadores de la salud que llevan 24 días de paro en todo el estado, tienen tomada las oficinas de la Unidad Médica y Administrativa del Sistema Estatal de Salud. Reclaman el pago de ahorros que maneja el Fondo del Estado de Guerrero de Ahorro Capitalizable (FEGAC) a pesar de haber llegado a un acuerdo con el INSABI de adelantar recursos al Gobierno Estatal para resolver el problema, pero éstos no han cumplido. Así mismo, reclaman sea liberado el acceso de los trabajadores de la salud al ISSSTE, pues tiene suspendida esta prestación por la deuda histórica que el estado tiene al sistema de protección social, aparte de que reclaman prestaciones del FOVISSSTE, bono sexenal, y exigencias como el respeto al escalafón, entre otras. Tan solo, la deuda del estado al ISSSTE es de 16 mil millones, incrementándose considerablemente en la presente administración y ahora pretenden declarar ese faltante como deuda pública, lo que significa que nuevamente saldrá de los trabajadores.
La situación está complicada, hay bloqueos de discapacitados que exigen al gobierno estatal pague los programas sociales a los cuales tiene derecho; los Trabajadores de Seguridad y Protección Civil estatal, tomaron las calles exigiendo que se les pague viáticos suspendidos desde hace más de un mes a 5 mil trabajadores de ambas dependencias, lo grave es que, no se dice y no se aclara el destino del recurso y mucho menos se les da una solución a los trabajadores. los encargados de cada área simplemente se lavan las manos, mientras que el pueblo seguirá pagando los abusos de corrupción y desvíos de gente irresponsable que a como da lugar pretenden llegar a los puestos de gobierno, con el único propósito de sacar provecho personal y nunca trabajar a favor del pueblo.
Si así tratan a los trabajadores del estado, es decir a los empleados del gobierno, en materia de administración de los recursos públicos, principal función del gobierno, es igual o peor aún. En infraestructura social este gobierno es el que menos obras ha hecho para mejorar el nivel de vida de los guerrerenses, la producción agropecuaria esta por los suelos por falta de apoyo gubernamental, la carencia de infraestructura educativa no se atendió, los niveles de inseguridad están alarmantes, ahí está el caso de Iguala, el más reciente.
A las protestas de los trabajadores, de los que demandan servicios, en esta semana Los antorchistas nos vimos en la necesidad protestar, exigiendo al gobierno que publique en el diario oficial del estado el decreto de expropiación del predio la Yerbabuena donde está el asentamiento urbano Nueva Revolución. Compromiso que el gobernador también hizo a los colonos al inicio de su sexenio y claro esta no ha cumplido por falta de voluntad política, pues aquí no se trata de dinero o cuando menos de cantidades millonarias, son 84 lotes que los colonos pagaron y fueron defraudados por supuestos propietarios. Los requisitos para el decreto ya fueron cumplidos pero el gobierno no ha dado el paso siguiente, la toma del palacio de gobierno les ha caído como anillo al dedo y dicen que como no pueden entrar al edificio no pueden hacer nada, es un pretexto que a modo lo están utilizando para dejar correr el tiempo, ocho días para la entrega del gobierno, y así retirarse y dejar a los colonos en la zozobra ante las amenazas de desalojos por parte de los supuestos dueños, protegidos por el propio gobierno.
Los guerrerenses debemos aprender la lección, los pobres de esta patria debemos de crear un auténtico partido político nacional y dar la lucha por conquistar el poder, que los puestos de elección popular sean ocupados por auténticos representantes populares, y cuando los funcionarios no cumplan con su obligación, el propio pueblo sea capaz de cambiarlo. Eso es posible, es la tarea que hay que realizar, de lo contrario seguiremos siendo víctimas de los gobiernos que están al servicio del dinero.
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