MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Mecanicismo de las fiestas patrias

image
México dio la bienvenida a su mes patrio, como se conoce septiembre, Cual máquina que mecánicamente realiza su funcionamiento, así el presidente Andrés Manuel López Obrador, presidentes municipales y gobernadores, realizan sus actos simbólicos del día de Independencia de México de 1810.

Tan acostumbrados estamos los mexicanos a esta fecha y a esos actos en donde los tres niveles de gobierno dan, desde sus palacios, el grito que dio un 16 de septiembre de 1810 el cura Hidalgo, y al unísono repetimos, cada que podemos, el tan famoso Viva México, mientras el pecho se llena de orgullo nacional.

Se festeja la independencia de México del dominio español bajo el cual estuvo durante 300 años: "La nación mexicana que por 300 años ni ha tenido voluntad propia, ni libre uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido", proclamaba el Acta de Independencia.

Pero ¿realmente México es independiente? En realidad, nuestro país jamás ha sido independiente. Al igual que el resto del territorio americano, México siempre fue el cajón de sastre para los países europeos, primero fue botín de riquezas para España, y posteriormente de Francia e Inglaterra, quienes se saciaban de las riquezas que brindaba el norte de nuestro país. Todos conocemos ya que, a escasos 25 años de declararnos independientes, los norteamericanos nos arrebataron más de la mitad de nuestro territorio y a partir de es momento pasamos de manos de los españoles a las terribles garras de los habitantes del norte del continente, situación que hasta el momento ha prevalecido.

No voy a detenerme en la historia completa, repetida ya varias veces por historiadores y críticos de la política mexicana. Quiero, más bien, abordar el tema desde la perspectiva mexicana con respecto a estas fechas, el sentido de festejar el tan mencionado día por la coyuntura actual y por la realidad de la política mexicana a partir de 1810.

A la pregunta inicial sobre la verdadera independencia de México, Alfredo Ávila, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIH-UNAM) explica que "se declara que América era soberana, porque Dios otorga ese derecho a los pueblos. Que se recupera el ejercicio de la soberanía, que la fe católica será la única tolerada y que un Congreso legislará para ir a las naciones extranjeras para entablar relaciones…”. Las actas de independencia jamás fueron dirigidas a la gente, si no a otros países para invitarlos a establecer relaciones diplomáticas e internacionales.

Por lo tanto, de inicio, el mero documento de independencia no era para las mayorías mexicanas, si no para los que estaban inmiscuidos en asuntos políticos y económicos que por supuesto no era el pueblo.

En ese sentido, ¿Dónde está nuestra soberanía? ¿Los gobiernos nos representan? La economía mexicana, ¿realmente es controlada por mexicanos? Y si queremos ver el asunto desde la idea, ¿Contamos hasta el momento con independencia ideológica? El gobierno mexicano, desde sus orígenes, en 1822 con la forma de gobierna conocida hasta el momento, conciben la educación como medio de promoción de ideales que el potentado del poder abraza.

Dos ejemplos claros son la administración de Adolfo López Mateos que establece la Comisión Nacional de Libros de Texto gratuitos para distribuirlos en todas las escuelas, y la adaptación del actual presidente Andrés Manuel López Obrador en donde intenta adaptarlos a su manera, cambiando la historia y agregando un espacio exclusivo en el que se habla sobre su partido y su gobierno con la única intención de promoverse entre nuestras juventudes.

Pero no solo se han encargado de dominar la mente, a través de la educación en las aulas, sino con publicidad falsa, entretenimiento vano y distractor de la realidad de hambre y miseria que vive el pueblo independizado, con mentiras y compra de conciencias, como lo hace el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Y, por otro lado, mientras mantiene a la gente distraída y falta de conocimiento, arte y cultura, los tienen miserables, mangonean la economía del país entero, entabla relaciones con los enemigos del pueblo, los matan de hambre, no respetan sus derechos humanos, se saltan las estipulaciones de la constitución mexicana; es decir, dejamos de ser esclavos de España y nos convertimos en esclavos de Estados Unidos (EE. UU.), de la ideología impositiva y del capital. ¿Dónde está nuestra independencia entonces?, a 212 años de nuestra independencia, ¿Hay algo que festejar? Yo creo que no.

México saldrá nuevamente a las calles a fingir, a gritar Viva México por la mera diversión, por costumbre y por la necesidad de consumo, para que al día siguiente despierten con resaca y más miserables.

Duele admitirlo, pero nuestras fiestas patrias, hoy al igual que los años anteriores, no tienen nada de patriótico ni razones para llevarse a cabo. Si el pueblo se uniera y luchara por una independencia verdadera, si luchara por la liberación del yugo económico, político e ideológico que tiene a nuestro pueblo miserable e ignorante, las razones sobrarían para gritar a todo pulmón Viva México. Antes no.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más