MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

México: el ejército blanco sin fusil

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"Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo", señaló Karl Marx en la célebre tesis 11 sobre Feuerbach.A 202 años del natalicio de este genial pensador, sus teorías están más vigentes que nunca; y así lo han demostrado diversos países socialistas en el mundo, capaces de derrotar a este enemigo invisible: el coronavirus.Recientemente, el país asiático Vietnam, liderado por el Partido Comunista de Vietnam (PCV), se ha adherido a estas filas que han contrarrestado esta terrible crisis sanitaria, con únicamente 268 casos confirmados y cero muertes, una auténtica hazaña y un ejemplo para el mundo.Su éxito está basado en una verdadera sinergia de todos los sistemas sociales y de atención; por ejemplo, el 87 por ciento de su población no sufre ningún tipo de pobreza.No hay duda de que hay una ardua concientización y liderazgo del gobierno comunista durante 45 años, lo que ha dado una lección a su enemigo histórico, Estados Unidos, de cómo se deben atacar los problemas de salud pública.

En contrapartida, México ha sido un triste ejemplo de lo que el mundo no debe hacer ante la pandemia.Esta situación ha generado a su vez una crisis económica: la gente se ha quedado sin trabajo y no tiene qué comer, pues no existe un plan de distribución de alimentos.También padecemos una crisis social, ya que 127 millones de mexicanos viven en la incertidumbre, no hay verdadero liderazgo del titular del Ejecutivo de nuestro país, que brinde soluciones reales y efectivas.Por si fuera poco, padecemos una crisis sanitaria, que abordaré en los siguientes puntos.

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En primer término, el sistema de vigilancia epidemiológica "Centinela", avalado inicialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha sido sobrevalorado, puesto que no es un mecanismo de control efectivo y es, incluso, un medio con el cual el gobierno mexicano se ahorra millones de pesos, similar al método de encuestas que permite estimar el sitio y la cantidad de personas con posibilidades de contraer el virus.Según este mecanismo, por cada caso confirmado se debe estimar ocho veces más su incremento; sin embargo, diversos epidemiólogos en el país han manifestado que esta estimación es errónea y que, por cada caso confirmado, se debe multiplicar ¡20 o 30 veces más! Así, se ha generado una confusión sobre el número real de contagios y, la única manera de saberlo, es con la aplicación de las pruebas para detectar la covid, es decir, lo que se ha hecho en decenas de países.Los datos estadísticos sobre la cantidad de pruebas realizadas por cada millón de habitantes señalan que México apenas alcanza las 261 pruebas, el mismo subsecretario de Salud, Dr.Hugo López Gatell, dice que no hay inversión para llevar a cabo estas pruebas: "no se puede medir a todos los mexicanos, es materialmente imposible", insistió el vocero de la pandemia.Estamos de acuerdo en que no se puede hacer la prueba a todos, pero países con menos ingresos, como Venezuela, han hecho infinitamente más pruebas en proporción a su población.

En segundo lugar, México destina menos del uno por ciento del PIB para afrontar la crisis sanitaria y sus secuelas, aporta solo el 0.3 por ciento, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y según las declaraciones del presidente López Obrador, tres días antes de anunciarse la Fase 3.Estos apoyos estarían ejecutándose a mediados de mayo y junio, es decir, medio año después del brote, datos escalofriantes.Aprovechándose de esta situación, con el argumento de que es necesario "reorientar el presupuesto", el pasado 23 de abril, el mandatario nacional mandó una iniciativa para su aprobación en la Cámara de Diputados, la llamada Reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.De aprobarse, el Poder Ejecutivo podrá tomar totalmente en sus manos el control de la aplicación de los recursos del presupuesto, incluso atropellando al Poder Legislativo, acto que representa una verdadera dictadura en tiempos de hambre y muerte para el país.

Por último, ¿qué sería del mundo sin los avances tecnológicos y científicos, sin los aportes de los grandes investigadores en materia humana? Seguramente, no tendría la dicha de poder redactar estas líneas.Tan imprescindible es la ciencia como los hombres que han consagrado su vida a defenderla; en este momento, ese papel lo juegan los médicos, enfermeras y todo el personal de salud en México y el mundo; son un auténtico ejército blanco que ha levantado la voz a lo largo del país pidiendo armas para afrontar este brote (guantes, cubrebocas, batas, lentes, etc.), pero sin que tengan una respuesta a la altura de sus necesidades.Las protestas, desde el 28 de marzo hasta la fecha, no han cesado; en el IMSS de Coahuila, Estado de México, Tijuana, Cancún, Los Cabos, Morelos, Ciudad de México, los médicos han protestado y declarado, pero, al mismo tiempo, pedido el anonimato por miedo a amenazas, porque incluso han sido agredidos en espacios públicos por el temor de la gente al contagio.Como no se les ayuda, los mismos médicos financian el material para atender a los pacientes que llegan con este cuadro de contagio; asimismo, médicos de talla internacional han intervenido ante la saturación de hospitales nacionales designados para la atención de covid-19, tales como el Instituto Nacional de Nutrición, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y Hospital Nacional de Cardiología.Inevitablemente el Sistema de Salud está colapsando, la gente está muriendo, no hay insumos para los hospitales y el personal de salud está en el frente de batalla sin fusil.Está en nuestras manos derrocar a dos enemigos: el coronavirus y la 4T.Lo otro es seguir revolcándonos en nuestras miserias.

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