Si entendemos a la educación como un derecho humano, un importante motor de desarrollo y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza y mejorar la salud, entonces debemos estar atentos a resultados obtenidos periódicamente con las evaluaciones que realizan organismos internacionales como el Programa para Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés).
PISA es un estudio coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para evaluar las habilidades y conocimientos de los estudiantes de quince años en las áreas de Lectura, Ciencias y Matemáticas.
¿Por qué se evalúa? Para medir si los estudiantes tienen capacidad de reproducir lo que han aprendido, de transferir sus conocimientos y aplicarlos en su vida diaria en nuevos contextos académicos y no académicos.
A México no le ha ido bien en este tipo de evaluaciones, pues en la prueba PISA 2022 obtuvo 126 puntos menos que Japón, el país mejor evaluado. México es el tercer país peor evaluado de la OCDE en matemáticas y comprensión lectora, y el país con el peor puntaje en ciencia. Esta prueba se aplica desde el año 2000 en todos los países de la OCDE.
Esta semana, al presentar PISA, la OCDE alertó que los resultados de los estudiantes mexicanos en matemáticas y ciencias fueron inferiores en comparación con 2018 y aproximadamente los mismos en lectura.
No pasamos, como decimos los mexicanos, ni de panzazo. En matemáticas la OCDE tiene como promedio 472 puntos y México obtuvo 395 por debajo de Uruguay y Chile. En lectura el promedio es de 476 puntos y solamente obtuvimos 415 puntos por debajo de Brasil y Costa Rica. En ciencias el promedio/OCDE es de 485 y nuestro país tiene 410.
Pero todo esto al presidente López Obrador lo tiene sin cuidado. “Ya los vieron (resultados). Nosotros no los tomamos en cuenta porque pues todos esos parámetros se crearon en la época del neoliberalismo, del predominio del periodo neoliberal”, se zafó el presidente Andrés López Obrador (7 de diciembre de 2023, Reforma).
Con los resultados de PISA, cuatro de cada diez jóvenes llegarán a las instituciones superiores con serias deficiencias en conocimientos elementales.
Urge que la SEP atienda el rezago educativo y no echar la culpa a gobiernos pasados. Se deben establecer mesas de trabajo para discutir cómo resolver el rezago escolar de los estudiantes de educación básica del país.
Es lamentable este tipo de resultados en la evaluación y lo peor del caso es que la 4T no tiene un plan para rescatar a los niños y jóvenes de nuestro país. No podemos culpar a la pandemia porque otros países también padecieron y en su actualidad tienen buenos resultados.
Ante tal situación, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) urgió a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a atender el rezago en la educación básica.
El rector de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, Dante Salgado González, demandó que se atienda el rezago educativo, porque los niños que ahora no tienen los suficientes conocimientos mantendrán sus deficiencias cuando lleguen a la educación superior. Con los resultados de PISA, cuatro de cada diez jóvenes llegarán a las instituciones superiores con serias deficiencias en conocimientos elementales.
La educación es clave para el desempeño económico. Lamentablemente, en México, desde la Revolución de 1910, ha sido utilizada para controlar y adoctrinar a la población, más que para aumentar la productividad y dar un mejor futuro a los mexicanos.
Según los datos del Quinto Informe de Gobierno 2023 y las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) del Inegi, el gasto público en educación fue 3.9 % del PIB en el año 2000 y creció hasta un máximo de 5.1 % en 2014. Luego disminuyó y la 4T en vez de hacerlo producir decayó y en 2023 se anticipa una cifra similar, y he ahí los resultados en PISA.
Se requieren recursos suficientes para lograr una educación integral de calidad. Urge un proyecto en formación inicial, sobre qué tipo de educación reciben los niños de cero a tres años. Son niños que llegarán a las universidades y deben llegar bien preparados y con una educación a toda prueba.
Si comparamos gráficamente el desastre educativo con la catástrofe ocurrida en la Línea 2 del Metro en CDMX el 3 de mayo de 2021, así se vería la educación de México, tronchada y por los suelos.
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