En días pasados la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez Álvarez, informó que espera que el regreso a clases para el próximo Ciclo Escolar 2021-2022 se lleve a cabo de manera presencial, lo anterior al presentar el Calendario Escolar 2021-2022, en este sentido, aseguró que se mantiene la expectativa de que el próximo ciclo inicie de manera presencial en todo el país, lo anterior sin considerar que desde el pasado 8 de julio la Organización Panamericana de la Salud confirmó que México enfrenta la tercera ola de contagio por covid-19, principalmente en Quintana Roo, Baja California Sur y Ciudad de México, y que esta última rebrote de contagios ha sido descontrolado con 19 mil 28 nuevos casos registrados solamente en 24 horas, según informó El Financiero el 28 de junio.
Por su cuenta, la servidora pública mencionó en su momento que la dependencia federal dispondrá de los recursos e implementará las acciones necesarias, para que los alumnos considerados en abandono escolar concluyan su ciclo escolar de manera “integral y exitosa”, no obstante, que una estrategia se planea con tiempo y la SEP necesita preverlo con mucho tiempo de anticipación, porque usar la estrategia del regreso a clases presenciales en esta temporada a pesar de la falta de aplicación de la vacunas a la mayoría de los estudiantes, y a que los contagios han seguido aumentando, lo que es riesgoso para docentes, alumnos y familiares.
En marzo de 2020, ante la pandemia de covid-19, el Gobierno mexicano anunció el cierre de las escuelas y creó la estrategia “Aprende en casa” para implementarse en todos los niveles educativos con lo cual se traspasó la responsabilidad educativa del Estado a los padres de familias, de tal forma que los docentes que han tratado de mantener contacto con sus estudiantes lo han hecho por convicción propia y sin algún apoyo presupuestal.
En este sentido, aunque el regreso a clases presenciales en este ciclo escolar es importante, no obstante, las autoridades del Gobierno federal de los ámbitos educativos, salud, gobernación y presidencia de la república, han tenido más de un año para planear el regreso a los planteles y propiciar las condiciones necesarias en cuanto infraestructura, equipamiento, implementación de vacunas a los estudiantes, etc. Por lo tanto, pretender que todo regrese a la normalidad con el hecho de que los alumnos crucen el arco de la puerta de la escuela, y tomar las decisiones en ese sentido, es un grave y letal error, así como una irresponsabilidad.
En las próximas semanas, estudiantes y docentes que sí tengan la obligación de regresar a las aulas seguirán enfrentando enormes desafíos para reestablecer verdaderas trayectorias de aprendizaje, y cuidar de su salud y de su vida.
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