Si observamos atentos el panorama nacional podemos constatar cuál ha sido hasta la fecha la obra de Morena, puesto que la paz, felicidad y bienestar para la mayoría de los mexicanos, que menciona López Obrador en sus mañaneras, solo existe para un reducido grupo de sus favoritos.Concluimos así porque la entrega de apoyos monetarios directos a la población no puede confundirse con la obtención de mejores niveles de bienestar, cuando mucho sirve para no morirse de hambre.
Entonces, ¿cuáles son los hechos contantes y sonantes que debemos reconocer a Morena, concernientes a las grandes masas y su lucha?
Primero, la destrucción de las organizaciones populares por tres vías: a) anula, en la práctica, su derecho de petición y de gestión, dado que canceló el ramo 28 del presupuesto federal, a donde convergían las peticiones de las comunidades para la realización de obras en los municipios; también se ha negado en redondo a dialogar con los solicitantes de esas obras, diciendo que sólo tratará con individuos.b) La campaña de satanización de los líderes populares, acusándolos de corruptos, de vividores que se han enriquecido a costa de los pobres. Campaña que se ha quedado en acusaciones sin sustento, pues hasta la fecha no existe una sola denuncia en ningún ministerio público del país, porque se trata de balas de la guerra mediática alimentada todos los días desde la tribuna presidencial.c) La instrumentación de los programas de transferencias monetarias, es decir, la entrega de dinero en efectivo a sectores vulnerables de la población: ancianos, discapacitados y jóvenes estudiantes o jóvenes que se integran al trabajo productivo.Programas que los recibe la persona con solo demostrar que pertenece a esas categorías e inscribirse; es decir, que los consigue sin necesidad de organización, ni de líderes, fomentando el individualismo y apoliticismo entre los beneficiarios.
En resumen, si no hay dinero para obras en los tres niveles de gobierno, ni organizaciones ni líderes que encabecen la lucha por conseguir esas obras que, como el drenaje, el agua potable, las escuelas, las carreteras, significan el acceso a un mejor nivel de bienestar, ¿cómo harán los pobres para conseguirlas? Lo que vemos, y así hay que denunciarlo, es la cancelación de los derechos constitucionales del pueblo.En el libro seguirá escrito el derecho a los servicios públicos, a la salud, a la vivienda digna, a la educación gratuita, pero no los podrá alcanzar.
Segundo: la modificación de leyes a modo, para que la 4T despliegue a su gusto las persecuciones, y venganzas contra sus adversarios, o disidentes.Acciones realizadas abusando descaradamente de su mayoría en el Congreso de la Unión.
Tercero: el nombramiento de funcionarios incondicionales en los tres poderes, y la guerra desatada para desaparecer organismos autónomos o, por lo menos controlarlos para que se plieguen a sus designios.
Cuarto: el manejo clientelar de los programas de transferencias monetarias directas, porque desde la elaboración de los padrones, hasta la entrega de los recursos impera la más densa opacidad.Los programas existen, pero sólo para los cuates y los sumisos.¿Quién puede garantizar que lleguen a todos los que cumplen los requisitos? Nadie.Por eso las quejas y las inconformidades proliferan por doquier.Sí hay millones contentos por recibirlos, pero nos atrevemos a señalar que son más los que se piensan engañados y discriminados.
Quinto: la asignación de obras y contratos de suministro a sus empresarios preferidos; sobran los ejemplos de esta conducta violatoria de la normatividad existente que, además, ha revelado una clara predilección por las firmas extranjeras.Así lo denunciaron los fabricantes de carros cisterna cuando compraron las pipas, durante el desabasto de combustible.Se vio en la compra de insumos médicos con sobreprecio y en los últimos días se escucha la queja de las farmacéuticas nacionales, una vez que se acuerda comprar medicinas de patente en el extranjero, en lugar de los genéricos, más accesibles al bolsillo de las mayorías.
La paciente observación de estos cinco hechos nos obliga a razonar sobre sus consecuencias.Pues nada de lo que sucede cae en un vacío social, sino en terreno abonado por la polarización alimentada todos los días por el propio presidente.El modo de actuar descrito más arriba es la siembra y la gestación de la violencia, pues son millones y millones que se sienten a la par agraviados e impotentes para aplacar tanta injusticia.
En este contexto cuasi explosivo, la burda fabricación de delitos contra auténticos líderes populares, como es el caso de Rosario Sánchez Hernández, conocida como Charis entre los colonos del norte y del sur de la ciudad de Puebla, constituye una provocación.Es el cerillo, para que el pueblo se salga de madre.
No creemos exagerar con esta conclusión.Nosotros, que convivimos diariamente con los hambrientos y desesperados por las políticas erróneas de Morena, sabemos que puede suceder.Por eso, desde ahorita, los responsabilizamos de la violencia actual y futura.
Llamamos a todos los poblanos, y a todos los mexicanos, conscientes de esta problemática, a luchar sin descanso por un proyecto de país que recoja las reivindicaciones de las mayorías, y en torno a él construyamos un frente para conquistar el Congreso y la República.
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