En el estado Durango, más de 667 mil habitantes viven en condiciones de pobreza extrema y pobreza moderada de acuerdo al informe anual sobre la situación de pobreza emitida por la Secretaría del Bienestar, es decir, poco más del 36 por ciento de la población del estado calculada en un millón 853 mil habitantes hasta apenas el año pasado.
El mismo informe indica que más de 125 mil duranguenses presentaban carencias en el acceso a la calidad y espacios de vivienda, de ese total, más de mil 566 personas viven en condiciones de hacinamiento en casa construidas con materiales endebles.
En estas condiciones en las que viven los duranguenses de pobreza extrema, es difícil acatar las recomendaciones que han emitido las autoridades de salud, de guardar la sana distancia y por si fuera poco, nos recomiendan también, no salir de casa, para no exponernos al contagio, pues en caso de incumplir estas recomendaciones, entonces la responsabilidad será nuestra y no del gobierno que no hace las pruebas de detección del coronavirus a toda la población y que tampoco aísla de manera efectiva a los contagiados.
La tarea nuestra es quedarnos en casa en estos meses, aunque usted sea un vendedor ambulante, una trabajadora doméstica o un albañil, sin importar si vives al día o no tienes un sueldo fijo, ha y de no olvidarnos tampoco de nuestras obligaciones de pagar los recibos de los servicios, esta es la lógica del gobierno.
Las medidas que el gobierno morenista se limitan, pura y simplemente en recomendar que permanezcamos en casa, pero, yo pregunto, ¿y qué pasa con miles de familias que no pueden quedarse en casa porque ni en casa están seguros?, ¿Qué va a pasar con los que no tienen un salario fijo? Quedarse en casa, para ellos es morirse de hambre pues viven del trabajo informal, es decir, si no trabajan no comen, para ellos no hay más solución que salir de su casa todas las mañanas, con el riesgo de contagiarse, para así pasar la cuarentena sin padecer hambre.
En una de las mañaneras, el presidente de la república ha decidido y anunciado que no va a cancelar ni temporalmente sus caprichos, es decir, los proyectos faraónicas que actualmente no son una prioridad, como la construcción del nuevo aeropuerto, el tren maya, la refinería de dos bocas, solo por mencionar algunos, en los cuales requiere de la inversión monetaria, que bien se podría destinarse para el rubro de la salud, en la compra de equipamiento de calidad en los hospitales de todo el país, pero López obrador no quiere quitar el dedo del renglón y para la mayoría de los mexicanos representa un despilfarro y una burla para el pueblo.
Actualmente en el estado según cifras oficiales hay 66 casos confirmados y siete muertes por covid-19, si bien es cierto que, comparado con Edomex o con Puebla, son pocos casos, pero no por eso vamos a decir que no pasa nada, porque entre la población vulnerable hay un virus que ha estado presente por muchos años y que nuestra organización ha combatido por muchos años: la pobreza.
Cada vez se hace más necesario y urgente que el gobierno implemente un Programa nacional de distribución de alimentos, que garantice que cada mexicano, sin excepción, ni discriminación de ningún tipo reciba este apoyo en su casa, de manera que se pueda garantizar la sobrevivencia de ese 36 por ciento de duranguenses que sufren algún tipo de pobreza.
Ante tan terrible panorama provocada por la contingencia sanitaria, no hay de otra, no nos queda más que organizarnos y luchar, pues la única organización que ha estado con el pueblo en las buenas, en las malas y en las peores, ha sido el Movimiento Antorchista y no nos quedaremos callados esta vez, sepan que estamos aquí para ser la voz de los pobres y marginados, luchamos ahora mediante herramientas virtuales como lo son las redes sociales, sepan que alzaremos la voz para clamar justicia en favor de los pobres de México.
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