MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

"Nominibus mollire licet mala” *

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* “Está permitido suavizar el mal con palabras”; frase utilizada por Karl Marx en El Capital 

En la teoría materialista de la educación, se aprecian diez puntos centrales de la escuela latinoamericana y los problemas más sentidos de nuestra educación. Es el sexto de estos problemas el que habla acerca del cambio entre uno y otro modelo pedagógico que a nivel nacional busca aplicarse pero sin justificación, sobre la base de lo que se puede “interpretar” como educación.

Estos modelos van de la mano de los cambios en el linaje político del Estado, es decir, a cada nuevo gobernante le sigue, casi siempre, la inclusión de un “nuevo” modelo pedagógico nacional que, al menos en nuestro país, es un periodo verdaderamente corto (seis años) como para saber si el anterior tuvo resultados o no y de qué envergadura, cuando ya se está hablando de la novedad del naciente modelo venidero.

Parece, así lo demuestra la historia, que una educación de calidad es aquella que velará por pertrechar los elementos que el alumno necesita para su desempeño en la vida laboral.

Los cubanos, por ejemplo, proponen algo más, también para la vida social. Y atender las necesidades sociales también es de vital importancia, pues en nuestros días se necesitan hombres que puedan reivindicar el sentimiento patriótico de nuestro país para trabajar por nuestro México.

Se necesitan también profesionales con un alto conocimiento, no sólo de su área, sino también de las ciencias y tecnologías en boga; necesitamos profesionistas críticos que también asuman un papel activo en la sociedad y que puedan establecer juicios certeros ante los distintos fenómenos sociales que aquejan al país; hombres sensibles, capaces de trabajar en equipo y con empatía por sus semejantes y un largo etcétera.

Cada modelo nuevo ha propuesto (según sus intenciones) pertrechar muchos de estos elementos pero, lo que no podemos olvidar es que los modelos educativos, tan mutables como cambios de gobierno, atienden muy poco a las necesidades de la mayoría empobrecida; por el contrario, al ser la educación un elemento superestructural de nuestra sociedad, obedece, sin lugar a dudas, a los intereses de aquellos, que detentan el poder económico de nuestro país.

La Nueva Escuela Mexicana (NEM), que ha sido estudiada (hasta donde nos ha sido posible pues es un modelo aún incompleto) anunció de formas diversas (unas más ridículas que otras, ¿O no se acuerdan del todos para uno y uno para todos?, ¿o el silencio sepulcral de la actual secretaria de Educación, amante de la ejecución del modelo que ellos hicieron, a los niños de segundo año de primaria? ¡Lapsus Brutus!).

¿Qué novedad integra este nuevo modelo? ¡La educación a través de proyectos!, dijeron con altivez. ¿Es novedoso?, preguntamos los antorchistas, que de modelos sobre la educación de calidad aplicada a la realidad y la sociedad sabemos, claro, con el fin de transformarla. 

La NEM es, en realidad, un ramillete de “buenas intenciones”, de conceptos rebuscados que sólo maquillan los agentes educativos pero que no propone un cambio real. Se trata pues, sólo de un eufemismo que quiere vestirse de novedad aunque en su centro no es más que un juego de palabras que poco o nada aportan realmente a la teoría pedagógica.

Durante el sexenio de Felipe Calderón, Antorcha Magisterial mostró el Proyecto Educativo de Antorcha Magisterial (PEAM), mismo que no sólo fue novedoso sino que se alza aún como la única forma real de transformar la educación en el país.

¿Se puede apostar por una educación de calidad en estas circunstancias? La respuesta es sí, aunque para poder garantizarla en su totalidad, se necesita de un cambio completo en el sistema educativo, económico y político en nuestro país, una tarea que el Movimiento Antorchista, a través de su comisión magisterial se ha encargado de proponer, difundir y poco a poco materializar.

Las escuelas antorchistas implementan clubes culturales y deportivos, un servicio social real, un acercamiento del estudiante a la sociedad y otros elementos de los que hablaremos en la pronta oportunidad. Nosotros, los antorchistas, apostamos por una educación de calidad, crítica, integral y transformadora; el tiempo se encargará de darnos la razón. Ante la realidad no se escapa ni la luz.

Mas, como la teoría materialista, la mutabilidad y actualización del modelo es completamente necesario. Es por esto que se ha designado en todo el país a un grupo de congresistas que se encargarán de dar al PEAM un nuevo giro ante las necesidades contemporáneas para seguir procurando que en todo el país, el pueblo pobre pueda seguirse educando. 

Invitamos a todos a estar atentos al congreso de Antorcha Magisterial, en donde se tocarán los temas actuales que a la educación importan y que seguirá siendo la luminosa tea que nos lleve con pundonor a un mañana próspero que sólo nacerá a la par de los nuevos hombres que la sociedad necesita.

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