A pesar de que en el segundo trimestre de 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país cayó 17.3% con el cual fueron cinco trimestres consecutivos, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador insiste en que ha tocado fondo y al final del año sólo habrá una contracción de 8% del PIB y una recuperación de 4.6% en 2021.Pero es evidente que no existe la política económica seria y responsable para enfrentar la crisis económica que azota a México, no sólo porque los montos calculados en el presupuesto se quedan muy cortos, sino porque la propuesta prioriza el gasto a través de los programas de transferencia monetaria en detrimento de la inversión, del consumo productivo, componente más determinante del crecimiento económico.
De acuerdo con un importante análisis del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (Cemees) del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021, la asignación a la educación es de 338 mil 46 millones de pesos, equivalente al 5.4% del gasto neto total, que representa un aumento nominal del 3.6% y un 0.4% en términos reales con respecto al presupuesto de 2020, a pesar del gran rezago en planes y programas de todos los niveles, infraestructura, herramientas tecnológicas como computadoras y servicio de internet, etcétera, como se ha evidenciado con la contingencia, que para este caso, como dijo un célebre, nos cayó "como anillo al dedo".
Del presupuesto, 40 programas como Atención a la Diversidad de la Educación Indígena, Escuelas de Tiempo Completo, Mantenimiento de infraestructura, Expansión de la Educación Media Superior y Superior y el Programa de Formación Profesional Docente entre muchos otros, sufrieron importantes recortes por más de 11 mil millones de pesos con respecto al presupuesto de 2020 para beneficiar a los tres principales programas del Gobierno de la 4T: La escuela es nuestra, Beca universal para Estudiantes de Educación Media Superior, Benito Juárez y Jóvenes Escribiendo el Futuro, con incrementos reales de tres mil, dos mil y mil millones de pesos, respectivamente.El mayor cambio entre el presupuesto de 2020 y el proyectado para 2021 es que este último conlleva un recorte real de 26.7% en educación para adultos y otro de 3.2% en educación básica.
Como vemos, el próximo año los pocos recursos que tenían asignado la educación, será nula la inversión en la infraestructura, en general, va a sufrir un duro golpe de parte del gobierno de la cuarta transformación, porque esta administración le interesa ganar las elecciones en el 2021 y mantener su mayoría en la cámara de diputados para seguir avasallado al pueblo mexicano, por eso está dirigiendo el PEF 2021 a los programas meramente clientelas para comprar conciencias y así asegurar el triunfo de Morena en el congreso federal.
La educación es el motor de una sociedad, no debería sacrificarse su inversión, sino por contrario, es el sector que más apoyo económico debería recibir, seguido por el apoyo a la ciencia y tecnología.Mientras esta situación no cambie, seguiremos teniendo resultados pobres en calidad educativa, y nuestro futuro está en peligro, pues en unos años estaremos en manos de una juventud mal educada debido a recortes presupuestales, amparados tras la bandera de "evitar la corrupción".
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