Se acerca el 2021 y con ello, una ola de discursos al por mayor de políticos que buscan, cada tres o seis años, ocupar un cargo público a través de las elecciones.Y es que como todos sabemos, llegadas las campañas electorales, la efervescencia es tan grande que recorren las colonias, los barrios, las agencias y rancherías de cientos de municipios, tanto urbanos como rurales, con un discurso tal, que atisba la "sensibilidad" y "preocupación" de los candidatos para pedirle al pueblo humilde su confianza y su apoyo con el voto.
Al calor de la contingencia sanitaria que padece el mundo entero por la pandemia generada por covid-19, y que en nuestro país, derivado de una mala estrategia para enfrentarla, se han acumulado 331,298 casos positivos y 38,310 defunciones, en medio de esta difícil situación, se comienzan a ver ya, los movimientos de los partidos políticos con registro, nacional o estatal, para buscar llegar a un cargo de elección popular, sea este, presidencia municipal, diputación local o federal, e incluso alguna gubernatura.Todo esto, obliga a los mexicanos a reflexionar sobre tal situación, sobre lo bueno o malo que han hecho los gobernantes emanados de esos partidos, que nuevamente, buscarán nuestro voto.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, menciona en el artículo 41, que "los partidos políticos son entidades de interés público; la ley determinará las formas específicas de su intervención en el proceso electoral y tienen derecho a participar en las elecciones federales, estatales y municipales".Pues bien, los partidos en sus programas de acción ofrecen a la ciudadanía los objetivos que buscan al representar a los electores como opción política, y será a través de ellos o de las candidaturas independientes, como los ciudadanos ejerzan la "democracia".
Pero cabe preguntarnos, ¿En manos de quién está la administración y control de cada uno de los partidos políticos en nuestro país?, ¿Todos los ciudadanos tenemos el mismo derecho y posibilidad de votar y ser votado o sólo algunos privilegiados deciden a quién darle cargos de elección y a quién no?, ¿Los representantes partidistas defienden los intereses de toda la sociedad o sólo son el instrumento a través del cual se facilita obtener el poder y después lo ejercen al gusto de una clase en particular?
Diré por principio, que no es la clase trabajadora de nuestro país quien dirige a los institutos políticos en México, pues estos siempre han protegido el interés de quienes representan y jamás en el trayecto de la historia de nuestra patria se ha escuchado cuando menos, que su preocupación sea la de defender al pueblo honrado y trabajador, lo que vemos a cada momento, es la pasarela que ofrecen los partidos oficiales con sus candidatos que previamente fueron "elegidos" y que como sucede posterior a las designaciones, buscan del voto popular a través de formas sutiles, acompañadas de sofismas para manipular y hacer creer al pueblo que ahora sí viene el buen gobierno que todos estamos esperando, para que ellos puedan seguir manteniendo el poder y continuar viviendo del erario público.
Pero ahora ¿Qué nos dirán la mayoría de los candidatos que lleguen a tocar puertas después de meses o años de no visitarnos, incluso en momentos difíciles de crisis económica como la que estamos viviendo? Lo mismo de siempre, nada en el fondo de sus discursos, pues como ya sabemos, no es preocupación de éstos, mejorar la vida de los más menesterosos del país.
Y por esta y muchas más razones, ha llegado el momento de que los oaxaqueños nos involucremos en la vida política de nuestro Estado, debemos dejar de pensar que la política es para unos cuantos que han sabido aprovechar y hacerse ricos, mientras la mayoría del pueblo se ha empobrecido por culpa de quienes controlan el poder a su antojo.
Es momento y por eso Antorcha, les hace un llamado respetuoso y solidario a todos los mexicanos, para empezar a crear las condiciones y formar un verdadero frente opositor en contra de un sistema político y económico, que lo único que ha generado es más pobreza y desigualdad.Por tanto, es la hora, hermanos oaxaqueños, de participar en la política y aplicar los cuatro ejes que el Movimiento Antorchista, propone para lograr una mejor distribución de presupuesto nacional: impuesto gradual progresivo, reorientación del gasto social, empleo para todos aquellos que puedan realizar determinada actividad laboral y mejorar los salarios para todos.
Que nadie diga que hacer política es tarea de unos cuantos privilegiados, que se sienten con el derecho histórico de hacer y deshacer del poder sin que nadie les reclame nada.
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