Oficialmente vivimos en un régimen democrático, y la democracia es una forma de gobierno en la que se permite la participación ciudadana para la elección en los cargos públicos de los diferentes niveles de gobierno. Toda organización política que pretende convertirse en partido, debería tener una trayectoria, un historial de trabajo realizado en favor de la gente que representa, ese trabajo, precisamente, es el que respalda su fortaleza social, que brinda la seguridad para convertirse en partido político. Me llama la atención una nota publicada en varios medios estatales, uno de ellos es el Diario de Querétaro (02/02/22) de Karen Munguía, informando que el Instituto Electoral del Estado de Querétaro, recibió once avisos de intención de organizaciones sociales que buscan constituirse como partidos políticos locales para poder participar en el proceso electoral del 2024, incluso que “ varios de ellos, en su mayoría, son de los que perdieron el registro en 2021 por falta de votos y quieren volver a competir”. (Fuerza Por México, PES y Querétaro Independiente). En la opinión del periodista Adán Olvera: “Lo que más llama la atención es que personajes que han gozado de las mieles del poder y del presupuesto insistan en formar partidos cuando mínimo han pasado por dos diferentes; es el caso de la organización Querétaro con Rumbo AC, que encabeza la expresidenta del extinto Querétaro Independiente, Concepción Herrera Martínez, así como Acción Sí AC, representada por Erick Osornio Medina, Ulises Gómez de la Rosa y Carlos Alberto Rentería Rivera, de los desaparecidos Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas (RSP)".
Efectivamente, coincido con ambas opiniones, pero además siento que es natural y hasta lógico preguntarse, ¿por qué perdieron su registro si ya lo tenían? ¿Por qué nuevamente quieren convertirse en partido? ¿Cuál es su verdadero propósito? Me parece que, si perdieron su registro, es porque no tenían la fuerza social suficiente que garantizara su permanencia y eso se reflejó en las urnas, a través del voto ciudadano, o bien, se da el caso de que son partidos satélites que se forman bajo la sombra de los partidos grandes (PAN, PRI, MORENA), y que los impulsan sólo para restarle votos al partido opositor que lleva la delantera. Y aunque en estos tiempos de austeridad que promueve la 4T, los presupuestos para los partidos políticos han sufrido recortes, lo que importa a los dirigentes de esos partidos es tener con qué negociar los cargos públicos, ese es el verdadero propósito. Llama escandalosamente la atención de que, en Querétaro, existan once organizaciones que tengan la intención de convertirse en partido político y que en esta pasada elección estatal haya arrasado el PAN, que se haya mantenido en el poder a pesar de la ola morenista y que otras fuerzas políticas no hayan logrado por lo menos que la elección hubiera estado más pareja.
Considero que un partido político es el arma de lucha, el instrumento político e ideológico que representa los intereses de una determinada clase social, y que debe tener un programa de acción concreto, con objetivos claros y precisos en favor de dicha clase. Es bueno que se pretendan formar nuevas expresiones políticas, porque eso demuestra que hay preocupación de la sociedad en que se gobierne bien a nivel estatal y nacional; pero esos que pretenden ser “nuevos” partidos van a ser más de lo mismo, estaremos condenados a permanecer igual.
Desgraciadamente la inmensa mayoría de los políticos, como sabemos, sólo les interesa participar en un partido político porque quieren cambiar su forma de vida, austera o clase mediera por una más refinada, con privilegios e incluso groseramente ostentosa, es decir, aprovechar para enriquecerse de la noche a la mañana a costa del erario público, lanzándose como defensores de la patria y auto proclamándose adalides de la democracia y criticando a los malos gobiernos en turno, sólo con el claro propósito de mejorar su situación personal y en el mejor de los casos la de su familia, abandonando sus principios, traicionando a los que dicen representar. Pero bueno, primero tendrán que someterse al escrutinio del IEEQ, quien determinará quién sí cumple con los requisitos; y poder hacer su solicitud y luego “ya veremos dijo un ciego”.
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