Hay que tener cuidado al juzgar lo que ha estado sucediendo con la lucha que ha desplegado la Unión de Usuarios de Hermosillo (UUH), Sonora, y sus resultados. Esta Unión ha estado luchando por aumentar el subsidio federal al pago por familia del recibo de energía eléctrica de 6 a 8 meses en la temporada de calor, así como por modificar los criterios de cobro; en otras palabras, que no le cobre al humilde como si tuviera con qué pagar y, otra cosa muy importante, que no le corte la energía al moroso en temporada de calor, aunque le deba, considerando que dicha morosidad es, fundamentalmente debida a la condición vulnerada de gran parte de la población, y que, por tanto, no es propio de humanos.
Como cualquiera puede entender, estas demandas son justas y elementales. Para conquistarlas, la UUH ha estado haciendo movilizaciones populares diversas desde hace ya más un año, en las que, según la fuente que uno consulte, se han manifestado en diversas ocasiones desde 2 mil 500 hasta 6 mil personas y han hecho un activo proselitismo, de modo que es evidente el apoyo popular que tiene esta lucha. En respuesta, según dio a conocer el Gobierno de Sonora, éste consiguió un acuerdo con la CFE, “que consiste en que el rango de 0 a 300 kilowatts, con un costo de 0.727 pesos, incremente hasta mil 200 kilowatts con el mismo precio; en un segundo rango, que es de intermedio superior, pasa de mil 200 kilowatts a dos mil 500 kilowatts, que de tener un costo de 2.21 pesos quedaría en 0.91 pesos”, se sobreentiende que por kilowatt (expreso.com.mx, 20 de septiembre de 2023). Tal es el acuerdo, pero todavía está por verse su aplicación real. Al tiempo.
No obstante, vistas las cosas como están planteadas, es la CFE la que cobraría menos, no tanto que el gobierno de AMLO ponga más. Sin embargo, el consumidor, sobre todo el más humilde y desprotegido, seguirá estando indefenso ante cualquier cobro indebido, no podrá impedir que una zona determinada de la empresa CFE le envíe un recibo injusto porque haya medido, a propósito o no, mal su consumo. Una vez emitido el recibo ya no hay vuelta atrás, o se paga o se paga. No hay nada todavía que pueda impedir que esto suceda, y la víctima terminará inevitablemente pagando, sea de a poco mediante pagos “cómodos” o de otra forma, que todavía está por verse. Pero una cosa es clara: la CFE se compromete, según, a no cortar el suministro de energía eléctrica al moroso en tiempo de calor, pero no en otras temporadas del año. Siendo claros, no puede renunciar la CFE a su principal recurso de lucha contra el consumidor deudor: el corte. Y esto es así porque se trata de una empresa que vende la energía eléctrica como una mercancía, no la proporciona como un servicio social público. Por ello, el planteamiento de que la electricidad debe ser considerada un derecho humano fundamental, que es correcta y, además, planteada por muchas voces en el mundo, debe al menos ir acompañada de su obligada correlación: no ser mercancía o, involucrarla en un proceso social en el que deje de serlo tan pronto como sea posible. Sólo así los derechos humanos no serán mercancías. Mientras tanto, hay que pagar.
Y en esta dinámica del pago es donde se encuentra el pan con navaja. Según el mismo diario expreso.com.mx, pero del 21 de septiembre, el acuerdo entre Gobierno y CFE “también tiene impacto positivo en el corto plazo para aquellos usuarios a los que se duplicó, triplicó o hasta cuadruplicó el importe que pagaban por la energía eléctrica en el verano. Y es que todos esos usuarios que tienen una deuda pendiente con CFE, que no puedan costear, podrán gestionar directamente, sin necesidad de intermediarios, la liquidación de su adeudo en pagos, sin que les sea suspendido el servicio… parte del acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad fue que este proceso lo puedan hacer sin necesidad de requerir avales” (subrayado mío, LMLA). En otras palabras: “Unión de Usuarios, ya no te necesitamos, ya no se requiere ni de tus avales, ni de tu intermediación. Y tú, usuario, déjate comer —como le dijo el mono juez al ratón—, y no se te ocurra unirte con otros como tú para reclamarnos algo, porque te podríamos declarar delincuente, así como lo hicimos con tu líder”.
Pero sea cual sea la reacción de los usuarios, aquí es donde el pueblo ya no debe aceptar estas infames condiciones contra nadie, porque violan su derecho constitucional a estar organizado y a solicitar en grupo; no puede aceptar que su única fuerza, la de su unión y su propia organización, sea destruida como condición para negociar, mucho menos ¡para aceptar ser comido! ni todo de una vez ni en partes.
Los antorchistas no estamos de acuerdo en que se persiga judicialmente al líder de la UUH, Ignacio Peinado Luna. Coincidimos en que se trata de una agresión a los derechos del pueblo sonorense para organizarse, se busca intimidar a los sonorenses para paralizar su lucha. Quieren hacerles creer que su lucha y protesta pacífica significan delitos de sabotaje, delitos contra el consumo y la riqueza nacional y eso es falso. Y creemos firmemente que todo sonorense libre y consciente de sus derechos debe manifestarse en este sentido también, porque si hoy es la UUH, mañana lo será su propio sindicato, su asociación, su organización vecinal, su ONG, su escuela, etc. Si no lo creen, que nos pregunten a nosotros.
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