La particularidad de la pandemia de covid-19, se ha convertido en una escena de confrontación relajada por parte de las autoridades de Yucatán, reflejándose en la reducción de las medidas sanitarias que se toman en las distintas zonas de concentración urbana, así como la negativa de la población para adquirir materiales para cuidar su salud.
La protección de la familia, un derecho constitucional de los mexicanos, establecido en el artículo 4 de la Carta Magna, menciona que el Estado tiene la obligación de protegerla, y de velar por su desarrollo íntegro, pero esto se ha convertido en un desecho sin razón alguno.
La pandemia en la que estamos desde hace más de un año y medio, ha cobrado y sigue cobrando vidas a nivel mundial. En el caso de México, ya hemos llegado a las más de 275 mil personas fallecidas, entre ellas niños y jóvenes que de una u otra forma, tiene la dificultad de cuidar su salud por su propia cuenta.
Así pues, de forma resumida, menciono que este derecho constitucional, se aflige a la desgracia de miles de familias, por la pérdida de un ser querido, debido a la falta de medidas y de condiciones para la protección, hasta hoy en día.
En otro lado, el derecho a la salud, la cual encabeza toda situación de protección, tiene una caída extremadamente alta. Desde inicios de la pandemia, vimos el colapso del sector salud, en donde pacientes y doctores, se integraron en cifras de defunciones cada día, cosa que no ha cambiado mucho, pues actualmente, se cuenta con un desabasto de medicamentos y de personal médico para la atención de pacientes, dificultando, la recuperación de personas con casos del patógeno o de otra enfermedad.
Por último, la situación educativa, que en debate, se coincide en la falta de condiciones en las aulas educativas detrás del regreso presencial a clases. Esto ha generado riesgos a niños y jóvenes que acuden a las aulas, pues es el sector que no se ha vacunado.
Bien mencionan directivos de algunas universidades privadas, “que la educación pública, optó por regresar, pero sin garantizar en primer lugar, la utilería sanitaria, y las medidas de salud” lo que ha provocado, el contagio de personal educativo y de estudiantes en los inmuebles.
Como consecuencias de esto, se ha generado en la opinión pública, que la situación de la pandemia va disminuyendo, por lo que se ha bajado la guardia, pues las autoridades mencionan que las cifras de cada día ya no representan mucho peligro para la salud y la vida de las personas.
Es por ello que el pueblo no debe de bajar la guardia y organizarse para luchar por mejores condiciones para todos.
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