Es una desgracia, amarga para el pueblo, pero es verdad. En los viejos tiempos en que el PRI era partido aplanadora en el país, el gobierno construía y difundía una “verdad” oficial que todo mundo sabía que era diametralmente distinta, y hasta opuesta, a la que vivía el pueblo llano y hoy, en los tiempos de la 4T, la cosa es . . . igual.
En sus múltiples visitas a Tabasco durante las inundaciones, el presidente de la República asumió el compromiso con sus paisanos de que todos los afectados por las inundaciones serían apoyados. No solamente en lo que respecta a los daños en sus viviendas, a la pérdida de sus enseres, sino también en lo que hace a la pérdida de animales, cultivos, ganado, etc. Apoyo total, dijo.
Hoy, a 4 meses de las inundaciones, cuando los reflectores nacionales se han retirado, se ha declarado que se concluyó el apoyo “a todos los afectados”, mismos que la Secretaría de Bienestar contabiliza en 200,400 familias. Dicho apoyo consistió en 10,000 pesos para la reparación de la vivienda y un paquete de enseres domésticos.
Y, como en los viejos tiempos, la realidad es muy distinta. En nuestro recorrido por los diversos municipios de la entidad, sumando firmas a la petición de un Plan Hídrico Integral para el estado, los integrantes del Comité Ciudadano Por un Nuevo Tabasco Sin inundaciones nos hemos encontrado con el hecho de que se pueden contar por miles los afectados de la inundaciones que no han sido considerados ni apoyados.
Un primer caso son pueblos enteros o colonias enteras, en el medio urbano, en las cuales no se aplicó ni un solo censo porque no fueron incluidas en la lista de comunidades afectadas, a pesar de que sí se fueron al agua. Son los casos de Pejelargartero, 1ª sección Plataforma, en Huimanguillo; la barra de San Pedro, ejido La Estrella, Rovirosa 1ª y 2ª, La Victoria, Nueva Esperanza, del municipio de Centla; la colonias Deportiva y Guanal, en la ciudad de Frontera, del mismo municipio, sólo por dar algunos ejemplos.
Un segundo caso son colonias o pueblos donde se dejó sin incluir en el censo a una parte de dicha localidad, siendo que sí resultó afectada. Se han reportado con nosotros vecinos de las colonias Mayito, Asunción Castellanos, de Villahermosa, Santa Cruz, en Centla, Aztlán, del municipio Centro, entre muchos otros.
El tercer caso, se trata de muchísimos casos de familias en específico que no fueron censadas, por alguna circunstancia. En esta situación hay vecinos de todas las localidades que hemos visitado y que suman ya varios cientos. No hay prácticamente localidad en donde no se hayan quedado fuera del censo varias familias que necesitan el apoyo.
El cuarto caso, personas que fueron censadas, recibieron su folio para el apoyo, pero no han recibido el recurso correspondiente. Son cientos de personas de las más diversas localidades las que hemos detectado en esta situación y la Secretaría de Bienestar solamente les da largas.
En suma, se trata de varias miles de familias que no fueron consideradas en el apoyo emergente que entregó el gobierno federal a los damnificados.
La estrategia del gobierno actual de no atender a gestiones colectivas, bajo el pretexto de no aceptar “intermediarios”, sumada a la represión mediante la Ley Garrote de cualquier protesta o manifestación pública, hace pensar a los afectados y no apoyados de esta o aquella localidad que el caso de ellos es un caso aislado y minoritario, la excepción a la regla, pero no es así.
Realmente son miles, y si queremos que se cumpla en Tabasco el compromiso expreso de Andrés Manuel López Obrador de que se apoyaría a todos los afectados, debemos unirnos, debemos organizarnos los excluidos, los discriminados, y debemos alzar la voz ante el propio presidente de la nación y ante el H. Congreso de la Unión, para que seamos tomados en cuenta y seamos beneficiados, pues se trata de recursos públicos, esto es, del pueblo de México, destinados al apoyo emergente.
Por ello el Comité Ciudadano por un Nuevo Tabasco Sin Inundaciones continúa su labor, continúa recorriendo los pueblos y colonias de toda la entidad, llamando a que los tabasqueños nos organicemos, formemos comités en cada localidad y firmemos un documento que llevaremos a las instancias arriba mencionadas, en donde reclamemos el Plan Hídrico Integral para el estado y que se apoye a todos los afectados. Es nuestro derecho y es a su vez, la obligación del gobierno federal. Que nadie lo dude.
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