En el contexto del reciente análisis, discusión y aprobación en la Cámara de Diputados del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal 2022, mediante el cual se hace patente una vez más los desaciertos del bloque oficialista que encabeza morena, mediante la imposición del Presidente Andrés Manuel López Obrador; motivo por el cual cientos de miles de mexicanos han manifestado la preocupación por las consecuencias y las afectaciones en la orientación equivocada y la deficiente implementación de las políticas públicas del actual Gobierno federal, lo que se puede apreciar de forma cuantitativa en los criterios de priorización y discriminación en la asignación de recursos de orden público para las acciones que se pretenden realizar en el próximo ejercicio.
En este sentido, uno de los sectores más castigados en esta administración nuevamente es la cultura y las artes, lo anterior, pese a que el derecho a la cultura está considerado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos el cual se fundamenta en la protección al acceso a los bienes culturales, así como la protección y el disfrute de éstos. Por otra parte, en nuestra carta magna, está establecido en el artículo 4° en cual que señala que: “Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como al ejercicio de sus derechos culturales”. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación cultural”. Del mismo modo la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC), han manifestado que la cultura en todas sus manifestaciones es parte intrínseca del ser humano y configura la identidad. Con lo que se hace imperativo que el Gobierno federal, sea cual sea su filiación partidista, le otorgue atención prioritaria a este factor indispensable para el desarrollo integral del individuo, como es la cultura y las artes.
Para acreditar lo anterior basta con examinar los recursos que se han asignado para el fomento y el desarrollo de la cultura en los últimos presupuestos de egresos federales, lo que representa un retroceso en la garantía de los derechos en el acceso a la cultura y nos ponen lejos de los niveles del gasto asignado a este sector por otros países. Haciendo un breve análisis de la evolución del gasto ejercido y aprobado en cultura a través del PEF en nuestro país, se observa que, la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Educación Pública (SEP) son las únicas dependencias que ejercerán presupuesto cultural el próximo ejercicio fiscal, lo anterior, toda vez que en su conjunto, ambas dependencias ejercerán 19 mil 103 millones de pesos, lo que representa el 0.27 por ciento del Gasto Neto Total, lo cual continuaría siendo inferior, insuficiente y limitado en su capacidad de ejecución, con relación al presupuesto aprobado en 2013, cuando el gasto en cultura alcanzó sus máximos históricos del 0.49 por ciento del Gasto Neto Total.
Por nuestra parte, en el Movimiento Antorchista, hemos destacado desde hace ya 48 años la importancia de promover las actividades culturales y artísticas entre pueblo, pues estas crean las condiciones para formar a seres humanos más sensibles, más humanos, creativos y con un espíritu libertador que los impulse hacerles frente a las injusticias en las que se sumergen día a día. Por tanto, es obligación del estado mexicano, representado actualmente por el gobierno morenista, garantizar las condiciones para que todas las personas tengan oportunidades concretas, eficaces y accesibles para disfrute de la cultura sin discriminación; así como la implementación de medidas para proteger la diversidad cultural; lo que no se está privilegiando en el gobierno de López Obrador.
Por tal motivo reprobamos y nos manifestamos en contra de la orientación reduccionista del presidente López Obrador, consideradas en el PEF para el ejercicio 2022, el cual se caracteriza por dirigir los recursos hacia programas de apoyo asistencialista y electorales, así como a mega obras millonarias las cuales se cuestiona su impacto en el mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos. Que el tiempo juzgue.
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