MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Pobres, cada vez más pobres

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La condición económica de millones de mexicanos es cada vez más alarmante, los ingresos por diferentes actividades laborales cada vez alcanzan para menos, y los problemas, que son el pan de cada día para millones de mexicanos, están un día sí y otro también.

El trabajo constante en comunidades y colonias del oriente de Michoacán permite conocer, de primera mano, la realidad social y económica en la que se debaten cientos o miles de michoacanos, y es que la problemática no solo se agudiza en la reciente administración estatal, sino que es ya una problemática que arrastra la entidad desde hace  décadas por la aplicación de un modelo neoliberal que privilegia el afán de ganancia en beneficio de los grandes capitales, pasando a las necesidades básicas de la población como vivienda, salud, alimentación, educación en una verdadera mercancía al servicio de quienes tienen posibilidades de costear lo que en nuestra magna constitución se establece como derechos elementales de todo ciudadano mexicano, pero la realidad contrasta la enorme grieta social entre unos cuantos que pueden acceder a estos privilegios y una inmensa mayoría que deambula a su suerte, ateniéndose prácticamente a la ley de la naturaleza de que sobreviva el más fuerte.

Es una verdadera tragedia que miles de hogares de Michoacán estén prácticamente divididos por la migración hacia el vecino país del norte, hay más de 4 millones de mexicanos en Estados Unidos (EE. UU.), casi la misma cantidad de habitantes en nuestro estado, y esto en apariencia se manifiesta como el famoso sueño americano, pero lo que realmente encierra es una manifestación mucho más grave que la simple migración, se van buscando una mejor calidad de vida, pero de lo que poco se habla es que es precisamente consecuencia de una mala aplicación de una mala política económica en nuestro estado y en nuestro país; una política que privilegie mejores condiciones para millones de mexicanos que gritan a cielo abierto ser escuchados y que sus necesidades básicas sean resultas por el gobierno en turno.

En Ciudad Hidalgo, municipio ubicado en el oriente de Michoacán, cada vez es más común ver por las mañana a familias completas alistándose para partir a trabajar a las galeras (así le llaman a los lugares donde se trabaja el barro para la elaboración de tabique), pero lo que llama la atención es que menores de edad, niños y niñas de entre 5 y 10 años, que no por gusto y si por necesidad abandonaron sus actividades escolares, para sumarse de lleno a que con su trabajo en las galeras o en las naves donde se trabaja la madera, se emplean con su fuerza de trabajo para aportar al sustento diaria de sus hogares, menores que deberían estar en las aulas preparándose para hacerles frente a las difíciles condiciones en la que se presente la vida para los más pobres; se adelantan a ser adultos y se brincan la importante etapa de su niñez para asumir responsabilidades de un adulto, es más común ver sus pequeñas manos agrietadas por el manejo del barro o por el manejo de la estopa con thinner para preparar el barnizado de los muebles, (principal fuente de trabajo también en buena parte del oriente de Michoacán) una verdadera conmoción causa ver estas condiciones en la que vive el pueblo pobre y trabajador de México y la situación no solo es el oriente de Michoacán, se presentan en diferentes variantes y modalidades en todo Michoacán y en todo México entero.

La desesperación por cambiar la situación en México ha orillado a millones de pobres pensar que con un cambio de gobierno ya sea de 3 o de 6 años brindará mejores condiciones de vida, pero la historia ha demostrado que, desde la revolución de 1910, al pueblo de México se le han bajado la luna y las estrellas, y de la nada surgen quienes, al menos en planteamientos, aparentan conocer y sobre todo tener las soluciones a los problemas, pero una vez que ya estando en el poder se olvidan de todos las promesas que lo llevan al poder. 

Pareciera que al pueblo de México se le aplica un tranquilizante para no ser partícipe de cambiar de manera real y profunda la difícil situación por la que atraviesa, dándoles cada 3 o 6 años la responsabilidad de participar en política, culpándolo en el peor de los casos en que se tiene al gobernante que se merece, regularmente puros malitos, en tanto no se cambie de perspectiva política y social y de permanecer al margen de cómo se están aplicando políticas erróneas que solo agravan más las ya difíciles condiciones, seguirán el viacrucis, de otro modo, la alternativa inmediata  es organizarse y luchar por reivindicar lo que por ley se establece como derecho para vivir dignamente.

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