México se encuentra en el umbral de una nueva elección, el mes de junio será decisivo para que millones de mexicanos con su credencial de elector en mano, decidan sobre el futuro que anhelan para sus hijos, el cual sin duda alguna habrá de poner fin al "populismo” fingido del actual Gobierno federal, promotor de la fantasmagórica Cuarta Transformación (4T) y perteneciente al reducto de ambición denominado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Es necesario que en esos momentos de emitir el voto, nos llegue la reflexión para analizar la forma como desde la llegada de los morenistas al poder político de la Nación, se ha incurrido en graves errores que han sido suficientes para incrementar situaciones tales como la miseria extrema, la hambruna, la pobreza, la inseguridad, el desempleo, la nula educación, la pésima salud, la crisis y la desesperanza de nuestras familias.
Porque el partido del mandatario mexicano, Morena, se ha abrogado el derecho de eliminar programas y fideicomisos a través de su mayoría legislativa en San Lázaro, aspectos que eran hasta cierto punto indispensables para la buena marcha del país, para el sostenimiento de millones de niños, hombres y mujeres de diversos sectores en la patria.
Ha sido precisamente ese populismo disfrazado de preocupación fingida por las clases menos favorecidas enderezado por el presidente de la República, que se han atrevido a destrozar lo poco de bueno que quedaba en el quehacer político del país.
Debo aclarar que los antorchistas no criticamos a la 4T únicamente porque hable y tome medidas en favor de las masas populares, sino porque lo hace partiendo de un diagnóstico equivocado del problema y, en consecuencia, tomando medidas erróneas, parciales y contraproducentes que no benefician a las mayorías y perjudican gravemente al resto de la población.
No criticamos a López Obrador por sus excesos, sino por sus defectos, no por lo que le sobra, sino por lo que le falta. Por ello es que el voto de los mexicanos se estará convirtiendo en el camino correcto para enderezar a nuestra nación, que hoy se observa, en manos de los morenistas, de los promotores de la mal llamada 4T, en un barco a la deriva que está a punto de hundirse.
Es momento de frenar la dictadura populista de quienes se erigen hoy como salvadores del pueblo pero sin serlo, de quienes promueven el combate a la corrupción, pero sin combatirlo, de aquellos que anunciaron desde antes de su llegada, que cada familia mexicana sería feliz y tendría las oportunidades de desarrollo a su alcance, pero que han hecho todo lo contrario, abandonando a sus propios compatriotas a su suerte.
Un claro ejemplo de que el gobierno de la 4T jamás se ha puesto en los zapatos del pueblo es el hecho de que desde que llegó la pandemia de la covid-19, se dedicaron únicamente a "recomendar” que la gente no saliera de sus casas, que se usara el cubrebocas, pero fuera de ahí, no se implementó ninguna estrategia de salvaguarda para la ciudadanía.
Antes de que se presentaran los graves problemas de salud con las carencias y falta de espacios adecuados para atender a la gente, se puso fin a la existencia del Seguro Popular, para echar a andar el famoso Insabi, que hasta el momento no ha cumplido con la atención que anteriormente se brindaba a las clases empobrecidas de la nación.
De acuerdo con lo que se escucha actualmente en las calles y rincones de todo el país, se puede advertir que el populismo lopezobradorista ha fracasado y Morena ya no las tiene todas consigo como al principio, porque se les hace responsables del desastre y el caos en México.
Son culpables de hostilizar y ahuyentar las inversiones, de implementar programas asistencialistas para combatir la pobreza sin lograrlo, de fabricar leyes para destrozar el Estado de Derecho vigente, de centralizar el poder, de destruir o someter a las instituciones autónomas más allá de lo que la ley lo permite; de debilitar al Estado despidiendo funcionarios o reduciéndoles arbitrariamente sus salarios y prestaciones.
Son culpables de mentir diciendo estar en favor de las masas populares, pero partiendo de un diagnóstico equivocado del problema, tomando medidas erróneas, parciales y contraproducentes que no benefician a las mayorías y si perjudican gravemente al resto de la población, particularmente a los inversionistas, sin los cuales no hay riqueza que repartir.
Los antorchistas no criticamos a López Obrador por sus excesos, sino por sus defectos, nunca por lo que le sobra, sino por aquello que le falta, siendo por eso que los mexicanos tenemos en nuestras manos cambiar esa situación a partir de la elección de Junio, derrotando y superando a quienes se han empeñado en hundirnos, debemos hacerlo pensando que es por el bien de todos.
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