El 24 de marzo del año en curso el presidente, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer en su conferencia matutina, el ajuste a la tasa de interés del Banco de México (BANXICO), institución que, según especialistas, ha sido autónoma desde de abril de 1994. Esta declaración causó polémica entre analistas del sector financiero, ya que anunció la noticia de forma extraoficial, pues la institución no había declarado ese cambio.
De acuerdo con el artículo 45 de la Ley del Banco de México, debe guardarse confidencialidad de los asuntos internos.
Posteriormente, López Obrador pidió disculpas por haberlo anunciado antes de que lo hiciera el BANXICO por ser competente y contar con las atribuciones legales.
No es la primera vez que López Obrador brilla en los medios de comunicación por soltar datos sin analizar las consecuencias, decir medias verdades y datos no verificables en sus mañaneras o en cualquier foro en el que tiene la oportunidad de hablar sin considerar la implicación de sus actos.
Ya el año pasado la Agencia EFE expuso que, en promedio, las mentiras del presidente de la república mexicana, en sus primeros dos años, triplicaban la cantidad de mentiras que Donald Trump dijo en todos sus años de gobierno.
La consultoría política SPIN dio a conocer el promedio de mentiras por conferencias matutinas y la cantidad total de afirmaciones falsas o engañosas que dice el mandatario federal en sus foros.
Desde que debutaba su puesto en la silla presidencial, el señor de palacio de gobierno ha dejado claro que desconoce la causa de la realidad mexicana tanto en lo social, económico, financiero, cultural, ecológico, las relaciones internacionales, y en ese sentido el Movimiento Antorchista se ha manifestado incontables ocasiones. He de recalcar que la posición de nuestra organización la dimos antes de que se desatara la ola problemática de consecuencias de la inexperiencia e improvisación del mandatario nacional.
En distintos medios y portales de organizaciones, que analizan el aspecto socioeconómico de los países y el bienestar poblacional, se ha expuesto ampliamente la necesidad de mejores políticas en todos los frentes que permiten un desarrollo en los países cuyas cifras en pobreza son elevadas, pero sin prestar atención de las recomendaciones.
López Obrador sigue teniendo sus propios datos que le tapan ojos y oídos, razón por la cual decide aventurarse a decir mentiras y acusaciones sin medir las consecuencias. Esto es preocupante y nos pone en peligro a todos los mexicanos porque con la anticipación de datos que corresponde dar a otras instituciones, queda expuesta la nula independencia, y porque al ser figura nacional, cualquier afirmación que exponga, sea confirmada o no, llega a todos los oídos mexicanos por distintos medios informativos.
Lo quiera o no, López Obrador está educando o maleducando, en su caso, a la población más joven que, tomándolo de ejemplo, siguen sus pasos de mentiras y ataques contra cualquiera que el mandatario ataque o calumnie sin oportunidad del agredido a defenderse.
Asimismo, por la absurda obsesión con su lugar en la historia, ataca a toda organización social de intermediaria sin exponer ampliamente las pruebas de su deshonestidad con sus afiliados, provocando así una repulsión masiva a todo sentido de organización, es decir, está separando al pueblo y, al quitarle su única fuerza que tiene en esta sociedad, lo está debilitando.
Al dar datos falsos de la realidad en el país, nuestro pueblo que después de trabajar, regresa a su casa a descansar, comer, cuidar a su familia y reponer fuerzas para regresar a trabajar, que poco tiempo tiene para dedicarle al análisis nacional tanto económico como financiero, político, cree en las palabras del mandatario federal y se conforma con su realidad, permitiendo así que en México crezcan las cifras de delincuencia, pobreza, inseguridad, etc.
En fin, sus afirmaciones aventuradas y no analizadas traen como consecuencias polémicas sociales que dejan en duda la seriedad de este gobierno y, en general, de todo México frente al mundo como un país que no puede tomar decisiones serias tanto de salud, política, militar y económica.
La necesidad de tomar posturas serias y decisiones firmes para levantar al país es urgente y la candileja mañanera no debería permitírsela ningún ciudadano que llegue a sentarse en la silla presidencial.
Urge cambiar la política que ejecuta el señor desde Palacio Nacional, no solo de sus declaraciones públicas cuyas consecuencias intenté abordar anteriormente, sino de la política de limpiar toda corrupción confiando en su moral y en la de todos sus siervos de la nación, política que nos ha dejado a los mexicanos sin oportunidad de salud, vivienda, educación y futuro en general. Urge un cambio de visión de nuestro pueblo, que conozca la verdad y que se levante en bloque con el Movimiento Antorchista para lograr cambios reales en la vida de todos los mexicanos.
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