MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Privatizar lo público y desmantelar el Estado

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El modelo económico neoliberal se instaló en el mundo a principios de los 80, promovido por el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, y la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher.

Dicho modelo incluye apertura de las economías nacionales, reducción del gasto público (menos presupuesto para salud, educación, vivienda, servicios públicos, etcétera), privatización de empresas estatales, reducción de la participación del Estado en las decisiones nacionales y ceder el control a la burguesía, ampliar la base fiscal, pero sin elevar los impuestos a los más pudientes, la entrada de capitales, entre otros.

El neoliberalismo sigue vivo y fuerte, el Gobierno que inicia el próximo primero de octubre seguirá apostándole al modelo económico generador de pobreza para las mayorías y acrecentador de riqueza para unos cuantos.

Después de más de 40 años de implantado este modelo económico neoliberal en México y el mundo, ¿ha llegado a su fin? De ninguna manera.

En México el gasto público está en su nivel más bajo, los gobernantes no se han atrevido a plantear una reforma tributaria para que la gran burguesía también aporte con mayores impuestos para obtener más recursos y así invertir en infraestructura básica y mejores servicios.

Ningún Gobierno, desde los priistas Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, de nuevo el priista Enrique Peña Nieto, así como el actual morenista Andrés Manuel López Obrador y la nueva presidenta morenista Claudia Sheinbaum, que ya enseñó el cobre, pues se ha atrevido a desmarcarse de las recetas neoliberales.

No puede quedar más claro que la clase política está al servicio del gran capital, los políticos cada vez son más débiles ante los intereses privados.

Podemos dividir a los gobiernos neoliberales en dos grupos, según su especialidad: por un lado, los priistas y panistas, como los Gobiernos encargados de privatizar las empresas del Estado (Telmex, Mexicana de Aviación, Aeroméxico, bancos Serfín, Banamex, Imevisión, Luz y Fuerza del Centro, etcétera).

Por otro lado, el Gobierno morenista de AMLO, que declara que con él se termina el modelo neoliberal, pero sólo lo vemos en el discurso, pues ha echado a andar la segunda etapa: desmantelar el Estado, con un disfraz de austeridad, de ahorrar y detener la corrupción, y ya ha desaparecido instituciones públicas o reducido su personal y presupuesto para hacerlas inoperantes.

La nueva temporada de la 4T, que encabezará Claudia Sheinbaum, ya anunció que no desviará el rumbo de su mentor, esto es, continuar codo a codo con los grandes oligarcas mexicanos y extranjeros, no cobrar impuestos a los ricos, continuar con la política de reducir el gasto público, y garantizar seguridad a las grandes inversiones.

La dependencia de México ante los Estados Unidos es cada vez mayor; ya somos el primer socio comercial del coloso del norte, lo anuncian los analistas económicos como si fuera un gran logro, pero no dicen que es producto de salarios miserables para los trabajadores, de jornadas extenuantes, de la falta de generación de empleos, que provoca más trabajo informal y más migración.

El neoliberalismo sigue vivo y fuerte, el Gobierno que inicia el próximo primero de octubre seguirá apostándole al modelo económico generador de pobreza para las mayorías y acrecentador de riqueza para unos cuantos. El desastre económico y social está por venir. El turno del pueblo organizado está próximo.

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