La situación de pobreza que los mexicanos vivimos se agudiza, las posibilidades de obtener una mejor calidad de vida se tornan más difíciles y la pandemia sólo ha subrayado la ineficiencia de nuestro gobierno para atender la emergencia y su desinterés por la población mayoritaria que se debate entre trabajar y contagiarse o morir de hambre en casa.
Y es bajo este panorama sombrío en el que Puebla recibe como respuesta a sus demandas una "iniciativa" de ley sobre el presupuesto y gasto público de 2021. A primera vista, uno pensaría que ésta va dirigida a una reorganización para mejorar las condiciones de vida de los poblanos, a favorecerlos ante su vejada realidad; pero no porque en México estamos gobernados por un partido que solo quiere perpetuarse en el poder, entonces esta primera ilusión es eso: una fantasía.
La realidad es que el morenista Miguel Barbosa Huerta pretende decidir el destino del erario y limitar la autonomía financiera de los Poderes Legislativo y Judicial, órganos autónomos, los 217 ayuntamientos y las dependencias; y así será pues la Comisión de Presupuesto y Crédito Público ya aprobó la iniciativa.
Con esta ley, Barbosa Huerta controla el presupuesto, la contratación de personal y la obra pública, es decir, las instancias ahora deberán pedir permiso al gobernador para realizar una obra, por ejemplo, y es él quien decidirá si es necesaria, apropiada y urgente. Además, del recurso destinado aquel que no se ocupe deberá ser devuelto al estado, o sea, a las arcas de barbosistas estatales.
Surge una duda razonable: ¿a dónde va a parar el recurso recuperado? Claro, porque si usted recuerda el año pasado el gobierno estatal aplicó un recorte importante a los municipios y de ese no se ha visto ni sus luces, ¿será allí mismo a donde irá a parar este nuevo fondo?
No lo sabemos, pero esto contradice el discurso de la 4T sobre "transparencia y orden, cero corrupción", usted puede pensar lo que quiera, yo solo lo pongo en el tintero.
Volviendo al tema, sumado al recorte presupuestal a los municipios y a otras instancias, esta ley solo pone en jaque y limita el ejercicio de estos órganos, cuya recaudación de fondos propios no es tan amplia ni cuantiosa como la que debe tener el estado.
Es evidente que Puebla camina hacia el absolutismo y la dictadura de la que muchos pensaron que sería una nueva oportunidad de cambiar y progresar. El poder concentrado en un hombre y en un grupo muy reducido solo lleva a eso, al sometimiento y control de la población.
Pero que el gobernador y su manada de lobos hambrientos se entere: el pueblo no permitirá más atropellos, si el guardadito que hace va encaminado a las elecciones de 2021, como parece serlo, sepa que no estamos dispuestos a seguir aceptando gobiernos ineptos y falsos, y que lo vamos a denunciar con toda nuestra fuerza en medios y en redes sociales. Haremos que todo Puebla se entere de los atropellos.
Urge un cambio en este país, la situación de miseria y la coyuntura política lo exige, esta crisis política y económica es prueba de que nada está bien, de que los poblanos debemos razonar y tomar cartas en el asunto para hacer frente a esos que en el gobierno quieren mantenernos a palo y agua.
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