Una discusión histórica de la filosofía jurídica y la teoría general del derecho consiste en definir lo predominante al confrontar a la justicia con el derecho, pues, aunque hay personas que equiparan a ambos conceptos, en realidad no siempre coinciden y muchas veces se contraponen.
El concepto de justicia alude a un principio universal de dar a cada uno lo que le corresponde, de lograr el equilibrio necesario en la distribución o la limitación de todo aquello que se administra y procurarlo en la medida adecuada para cada cual; mientras que el derecho, es un término usado para expresar al conjunto de reglas, leyes y normas que sirven para establecer la buena convivencia entre miembros de una sociedad determinada.Sin embargo, la gran mayoría de los juristas coincide en que la categoría justicia es muy amplia y que el derecho siempre debe tender a ajustar su contenido con respecto a ese valor, dicho de otro modo: que las leyes y las normas que se crean, siempre deben buscar la justicia.
Pero la lejanía del pueblo con la cultura jurídica y la cultura general, provocada por el sistema económico que empobrece a los trabajadores, con sus "políticas públicas" que desdeñan la educación para las zonas rurales y mediatizan a la gente, han llevado a que dicho tema de discusión sólo exista entre juristas y entendidos en el área en foros, ensayos y revistas.Y si a esto le sumamos el que muchos legisladores están totalmente divorciados con el sentir de la población a la que representan, porque desconocen la realidad del pueblo y se ponen a elaborar leyes que van en contra de lo que deben proteger, ha hecho que la gente sencilla le tema a la ley como a la peste.Cuando alguien sabe que debe comparecer ante una autoridad, tiembla de lo que le pueda pasar y prefiere eludir la aplicación de la ley.
Según María del Carmen Platas Pacheco, directora del Instituto de la Universidad Panamericana: "El analfabetismo y la pobreza de miles y millones de mexicanos, son expresión elocuente de lo mucho que falta por hacer para alcanzar el ideal de pueblo… Apelar al concepto de derecho natural para construir una realidad de justicia ampliamente compartida, constituye en sí mismo un gran reto, porque en nuestra sociedad, que se dice democrática, son demasiadas las diferencias y las desproporciones para aspirar a que la justicia equivalga, simplemente a la disposición estable de dar a cada quien lo suyo según su mérito; es indispensable, además, que el orden normativo así lo prescriba y la sociedad sea satisfecha en sus demandas naturales." (https://www.ijf.cjf.gob.mx/publicaciones/revista/18/r18_9.pdf)
A pesar de todo, lo que dice la jurista mexicana se queda corta frente a la dura realidad de gran parte del pueblo mexicano.No sólo hay diferencias, hay abismos infranqueables entre unos pocos que nadan en oro y la gran mayoría de la población que se debate entre la vida y la muerte por enfermedades y por hambre, agravadas hoy por la contingencia sanitaria que enfrentamos en el mundo entero y por la forma tan malvada que la han manejado nuestras más altas autoridades.
A esta calamidad hay que sumarle las acciones de gobiernos locales abyectos, como la del gobernador poblano Luis Miguel Barbosa Huerta que, desde su llegada al poder, se ha dedicado a dar rienda suelta a sus más insanas ideas de venganza contra todo lo que le disgusta.
Son del dominio público sus escandalosas y soberbias declaraciones sobre el coronavirus, su confrontación con periodistas que le han cuestionado la falta de seriedad en la conducción de los problemas que enfrenta el estado de Puebla, los encarcelamientos sospechosos de gente que un tiempo fueron sus aliados y después se les puso como Luzbel a Dios (caso Patjane), sus maniobras legales recientes para callar a los opositores político, a través de la ley mordaza en la publicidad electoral, las insinuaciones públicas de que la muerte de algunos de sus opositores políticos, no han sido tan casuales como pudieran considerarse (recordar lo que expresó de los fallecidos ex gobernadores Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso).
Y, sobre todo, es del dominio público su confrontación contra el Movimiento Antorchista en Puebla, solo porque Antorcha se atreve a mirarlo de frente para decirle sus verdades, por ello la ha tomado como enemiga principal.Primero con la cancelación de un proceso acordado con el Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEEP) a través de argucias legaloides, asunto que sigue litigándose; luego se puso a amenazar con una ley de transporte a modo para intimidar a los transportistas antorchistas y ha llegado al grado de promover una brutal canallada: tan sólo porque un grupo de personas se atrevieron a reclamar a él y al presidente López Obrador un plan de alimentos para paliar el sufrimiento de las familias pobres golpeadas por la contingencia del Coronavirus, de la manga se saca una acusación contra nuestra compañera Rosario Sánchez Hernández, líder de los antorchistas de la zona norte de la capital poblana.
No tiene ni caso hablar de lo que se le acusa ni quien lo hace, porque todo está claro.Perseguir a nuestra querida "Charis" (como llamamos de cariño a Rosario), es sólo un eslabón en la búsqueda de una venganza contra Antorcha por parte del señor gobernador.¿Cuál es el verdadero delito de Charis? Encabezar al pueblo para exigir justicia (social y legal); ¿la acción "penada"? Pedir que se apoye al pueblo ante las terribles consecuencias que ha dejado la pandemia para los pobres, sobre todo, la disyuntiva de morir por Coronavirus o por hambre; ¿cuál es la agravante del delito? Que Rosario sea una reconocida antorchista, con una gran trayectoria política que pone a temblar a los demagogos morenistas que se sienten dueños ya se los puestos públicos a pelear en las elecciones de 2021, sobre todo en la capital poblana.
He aquí una cuestión concreta: En Puebla se tuerce el derecho para usarlo como garrote contra los opositores, porque el gobernador Barbosa y secuaces tratan de ajustar las leyes para encarcelar a Rosario contra de todo tipo de justicia, que hasta un gran defensor del derecho burgués como Rafael Rojina Villegas criticaría, con su clásica expresión: "el derecho que no realiza justicia, sigue siendo derecho, pero ha traicionado su fin".Pero los pobres debemos recordar lo que dijo Carlos Marx en su Manifiesto Comunista, el mejor exponente de la emancipación del proletariado, sobre el derecho burgués: "vuestro derecho no es sino la voluntad de vuestra clase erigida en ley, voluntad cuyo contenido está determinado por las condiciones materiales de existencia de vuestra clase".
Y así es: las leyes en Puebla se fabrican ahora a gusto del tiranuelo de Puebla.Es evidente el peligro de que un hombre tan soberbio y necio como Barbosa, embriagado de poder busque dar rienda suelta a su perfidia contra Charis para dañar a Antorcha.Pero le hemos de recordar que los antorchistas llevamos décadas de habernos forjado en la adversidad y siempre hemos triunfado, porque tenemos claridad de objetivos y unidad a toda prueba.Y más temprano que tarde quitaremos al pueblo la venda demagógica que el actual partido en el gobierno ha puesto en sus ojos.A Barbosa le decimos, como dijo Abraham Lincoln: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo.Puedes engañar a algunos todo el tiempo.Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo".Ya veremos cuando el pueblo se levante.¡ánimo Charis!, el antorchismo poblano en su conjunto se apresta para tu defensa, hasta la victoria.
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