Estamos a unos días de finalizar el año y ya se respira el espíritu navideño, los adornos y luces que se han puesto nos recuerdan que se acercan dos fechas importantes: navidad y el fin de año, eventos que tienen la finalidad de reunir a la familia y amigos en convivencia, ¿pero qué dificultades ha enfrentado el pueblo mexicano para llegar y celebrar estas fechas? Veamos.
Es evidente que uno de los acontecimientos que más afectó a la población fue la pandemia, llevamos ya casi dos años que fue necesario recluirse, limitar las visitas a la familia y la asistencia a las escuelas, todo esto para evitar aglomeraciones y proteger de los contagios, aún con las medidas realizadas la enfermedad no frenó su alcance, tanto es así, que en 2020 la cifra de defunciones acumuló 127 mil 213 personas y para este año la cifra asciende a 293 mil 950 muertes, un verdadero calvario para las familias que vivieron en carne propia y que siguen viviendo la enfermedad o la de algún familiar cercano. Hoy muchos hogares no podrán celebrar con la familia completa, otras tendrán que cancelar su festejo debido a las deudas contraídas para conseguir el medicamento y otras ni siquiera podrán contar con el recurso necesario para celebrar.
Pero, por si fuera poco, otros eventos han impactado severamente a los mexicanos, por ejemplo: fueron testigos de la fuerza que ejerció la naturaleza, con ciclones, tormentas, desbordamientos, sequías, inundaciones, un verdadero martirio para quienes sufrieron la pérdida total o parcial de su patrimonio, un acontecimiento que sin duda marcará para toda la vida y será difícil la recuperación. También se suma a esto el aumento de inseguridad en muchas partes del país, la creación de grupos de autodefensa que por mucho que se quiera interpretar como un grupo para protección del pueblo, no lo son, pues su carácter está fuera de la ley.
La falta de medicamentos para niños con cáncer y otras enfermedades, el despido injustificado de cientos de médicos en Oaxaca, las marchas y manifestación en contra de los gobiernos insensibles que no se preocupan, ni se esfuerzan por atender a los afectados y que se limitan a golpear, encarcelar y amedrentar como única salida a sus problemas, por ejemplo la represión que sufrieron los obreros en la Refinería de Dos Bocas, represión que aunque se trató de cubrir ante los medios de comunicación, fue imposible culpar a "unos cuantos" trabajadores que no estaban de acuerdo con el trato y que exigían un mejor horario de trabajo y salarios bien pagados.
Pero no solo estos temas han afectado, también se habla de la inflación en los productos, incremento que por cualquier lado que se vea en todo afecta. A este tema López obrador, sale a relucir y aplaudir el aumento salarial que se realizará el próximo año, pero ¿este aumento realmente beneficia a los mexicanos? Es evidente que no beneficia, ni siquiera puede significar un aliciente para los elevados precios de la canasta básica, por si esto no bastara, está a la vuelta de la esquina la reforma eléctrica, que aumentará los precios de los recibos en el consumo de electricidad.
El panorama mexicano es aterrador, los tiempos difíciles cada vez se agudizan más, mientras esto sucede el Gobierno Federal en nada ha planteado un verdadero cambio nacional, sus limitantes en pensamiento y coherencia solo lo obligan a decir frases como "fuchi, guácala", "hay que acusarlos con su mamá", "abrazo no balazos", y su más reciente 3er informe donde engaña con su "yo tengo otros datos" y por tanto, mi discurso es correcto, "son neoliberales y no quieren que mi gobierno avance". Llevamos tres años de su gobierno y lo único que aquí suena son sus programas monetarios, que muchos analistas han catalogado como electoreros, por la simple y sencilla razón que "el que paga manda".
Los mexicanos tenemos la obligación de dudar de todos los datos que nos hacen pasar como ciertos, tenemos la obligación de exigir más y mejores salarios, obras de infraestructura para que la vida del pueblo tenga calidad, medicinas y un sistema de salud acordé a nuestras necesidades. Es tiempo de que los mexicanos entiendan que la única forma de mejorar sus vidas es exigiendo lo que por derecho les corresponde, de otra forma quiénes sufren por las decisiones de unos cuantos será el pueblo trabajador. Al tiempo.
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