Grandes esperanzas y una sociedad ilusionada fue lo que dejó la campaña de Movimiento Ciudadano (MC) en Nuevo León durante el pasado proceso electoral. Después de ascender de un cuarto lugar en el caso de Samuel García y manteniendo casi siempre una holgada ventaja en el caso de Luis Donaldo Colosio, el dúo dinámico emecista logró conseguir la gubernatura del estado y la alcaldía de Monterrey, respectivamente, en un escenario agudo y en ocasiones adverso.
Empero, la victoria electoral, aunque merecida, es apenas el comienzo de un largo proceso que le espera al movimiento naranja en su camino a convertirse en una de las principales fuerzas políticas del estado, considerando que panistas y priistas no tienen las manos atadas y no olvidemos que Nuevo León deambula en lo tradicionalista y conservador.
En mi humilde opinión son grande los retos, fundamentalmente ahora que tienen que enfrentar las figuras electas de MC en su vertiente de gobernantes.
Algo de imperiosa necesidad es que se tome en cuenta a todo el estado en su conjunto, ya que siempre se ha mantenido rezagado a los municipios que conforman la zona rural del estado, de ahí se desprende la falta de desarrollo económico y social provocando el fenómeno migratorio a la ciudad en busca de mejores oportunidades que en nada ayuda a la zona metropolitana de la capital neolonesa, es aquí donde nuestro nuevo gobernador esperamos que su sensibilidad y humanismo sirvan para que invite a la comunidad empresarial ser participe por la vía legal de un desarrollo justo y equitativo de la clase laboral, tiene que romper con el paradigma de que la juventud, ha estado ligado a la inexperiencia y a la debilidad.
Creo que lo tienen claro, puesto que han comentado que no tienen margen de error, saben que a la primera equivocación las críticas no se harán esperar.
Ocuparán los dos puestos ejecutivos más importantes del estado, un par de jóvenes que han demostrado tener conocimiento y potencial, pero que nunca han enfrentado un reto similar, de aquí se desprende el armarse de un cuerpo político y administrativo con vasta experiencia que sume en bien del desarrollo social y económico de nuestro estado.
Es de vital importancia que el nuevo Gobierno en Nuevo León le cumpla a los neoloneses. Realizar un trabajo que quede lejano o ligeramente debajo de las expectativas generadas, implicaría un duro golpe principalmente para los pobladores de Nuevo León y claro para el partido, para las carreras políticas de ambos y para la generación de jóvenes políticos que ve en ellos un ejemplo y un respaldo.
Los emecistas tienen la difícil tarea de no privilegiar perfiles técnicos sobre perfiles meramente políticos si no buscar un equilibrio para ocupar puestos claves en los gabinetes, después de todo, se necesitan personas muy bien preparadas para sacar adelante una tarea tan delicada y compleja como lo es gobernar.
Está claro que hacen falta más tecnócratas en la administración pública, pero la inevitable realidad nos demuestra que hay que encontrar un equilibrio, para avanzar en la política se necesita mano izquierda.
En el caso de nuestro gobernador Samuel, deberá dejar en claro desde el primer día de su gobierno, que tiene la capacidad de hacer acuerdos con los diferentes actores actuantes tanto empresarial como político, que no operara un gobierno estático incapaz de echar andar la maquinaria legislativa y empresarial a favor de todos los neoloneses.
Por otro lado, Colosio tendrá como espejo a un alcalde que hasta la época electoral fue discreto, entregó resultados puntuales y mantuvo en funcionamiento todo el aparato gubernamental. Cualquier resultado por debajo de esos estándares le representaría un rápido desgaste de su capital político. Asimismo, un resultado mejor, seguiría satisfaciendo las buenas expectativas que se tiene de él.
Los antorchistas de Nuevo León, claros de encontrar un equilibrio entre la clase empresarial y la gran necesidad de la clase trabajadora por mejorar sus condiciones de vida, dignas del ser humano, nos sumamos al nuevo gobierno y esperemos que se realice un trabajo sobresaliente, por el bien de Nuevo León que así sea.
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