El contagio por covid-19 ha afectado a millones de mexicanos humildes; hay quienes perdieron la vida, hay quienes perdieron su empleo; estos últimos no tienen ingresos para alimentarse o alimentar a sus familias, entre los que se cuentan miles de transportistas, comerciantes, pequeños y medianos empresarios que han tenido problemas para mantener los empleos que generan, así como personal médico que ha denunciado escasez de insumos para atender a los enfermos.
En el caso de Oaxaca, se suman, además, conflictos como el de San Mateo del Mar en que ocurrieron lamentables asesinatos hace unos días o el de Santo Domingo Yosoñama, en el que, durante décadas, los habitantes han sido víctimas de asesinatos, secuestros y agresiones por parte de grupos de poder de San Juan Mixtepec. Y por si no fuera suficiente, el sismo del 23 de junio, que afectó a una zona importante del estado.
Por esta crisis generalizada, el Movimiento Antorchista ha estado realizando peticiones de atención a los tres niveles de Gobierno. Ante las nulas respuestas, hemos exigido solución mediante manifestaciones, cadenas humanas, pintas, perifoneo y señalamientos en los medios de comunicación y las redes sociales. Esta actividad ha generado dudas y opiniones legítimas, a las cuales responderé con la convicción de que su interés denota un esfuerzo por entender lo que acontece en nuestra convulsionada sociedad y, quizá con las pruebas que presento, quienes dudan, se atrevan a conocer nuestros resultados y sobre todo, nuestras propuestas de solución a los males del país. ¿Qué ha hecho Antorcha por los oaxaqueños? ¿Cómo ayuda a los habitantes del núcleo agrario de Santo Domingo Yosoñama? ¿Qué está haciendo en favor de las víctimas de la pandemia? Y ¿por qué Antorcha no ayuda con las ganancias de los negocios que tiene?
El Movimiento Antorchista ha trabajado durante 40 años en el estado, organizando y encabezando a cientos de comunidades para que participen en defensa de sus derechos y la solución de sus demandas elementales. Aquí mencionamos algunas de las más representativas:
1. Por nuestra gestión, se han construido cientos de aulas y techados para escuelas, cientos de kilómetros de calles pavimentadas, se ha dotado de energía eléctrica, drenaje, agua potable, etc. a comunidades apartadas, y se han transformado comunidades como Peña Colorada, San Juan ñumí o San Miguel Monteverde en la Mixteca, por poner ejemplos concretos. Lo pueden afirmar 65 mil antorchistas.
2. Resolvimos un conflicto por límites en favor de San Antonino Monteverde, Teposcolula y San Sebastián Nicanduta, Teposcolula, beneficiando a esta comunidad con un importante proyecto agrícola; resolvimos también una controversia del Ejido de San José Cieneguilla, San Sebastián Rio Hondo, Miahuatlán, con un particular, beneficiando a los campesinos con 1,300 hectáreas; y en el caso de Yosoñama, cuando las instituciones del estado e incluso de la Federación, renunciaron a defenderlos de un proceso legal amañado que declaró propietarios a los grupos de poder de Mixtepec, de 1,500 hectáreas que han poseído los primeros desde épocas ancestrales, Antorcha puso su fuerza nacional para evitar ese despojo, a pesar de que nuestra lucha ha sufrido decenas de muertos, entre los que se encuentra Miguel Cruz José, connotado líder indígena y miembro de la Dirección Nacional de nuestra Organización, quien se puso al frente de la defensa de sus tierras y de la lucha por el mejoramiento de las condiciones de vida de comunidades de toda la región.
3. En cuanto a las peticiones para aliviar los estragos que la pandemia provoca en amplios sectores de nuestro país, hemos estado planteando desde inicio de la crisis sanitaria, la urgente implementación de programas alimenticios para quienes no tienen ingresos para sobrevivir; además el apoyo a transportistas, comerciantes, medianos y pequeños empresarios para que mantengan las fuentes de empleo que generan; y la dotación de los insumos necesarios al personal médico en todo el país.
4. Con respecto de las opiniones y comentarios negativos, dentro de los que hay cuestionamientos con un lenguaje soez y ofensivo, acerca de por qué no apoyamos a nuestros agremiados de los negocios que posee nuestra organización, a ellos, obviamente no podremos convencerlos, porque con la naturaleza agresiva de sus intervenciones, demuestran que su intención no es argumentar sino calumniar. Sin embargo, en legítima defensa, sostenemos que deberían respaldar sus palabras con hechos y demostrar, en primer lugar, que esos negocios son producto de recursos públicos, es decir, que se malversaron del Gobierno; segundo, probar también, que, en este país, los ciudadanos que pagamos impuestos y cumplimos con nuestras obligaciones ante el estado, no podemos, según su opinión, exigir que estos impuestos se devuelvan a la población en obras y servicios.
Hace unos días, en Casa Oficial, pedimos la intervención del Gobernador, para que se atienda a comunidades con carencias de servicios básicos, a miles de personas que no pueden alimentarse y sobre todo, a los habitantes de Yosoñama. En mi intervención al micrófono, invité a la opinión pública a que no se deje llevar solo por las opiniones y aseveraciones de personas que acusan o rechazan a quienes solicitan atención a los gobernantes, sino que siempre se recurra a los hechos, a los resultados de estas luchas. Esta apretada síntesis, que presento por falta de espacio, responde a los cuestionamientos de las personas que tienen a bien enterarse sobre las denuncias y exigencias del Movimiento Antorchista a las autoridades. Esta cuestión es fundamental, porque existe lamentablemente una idea generalizada de que quienes exigen al Gobierno que atiendan las necesidades de la gente, están pidiendo que se les mantenga, pero esa idea es equivocada, y ha sido inculcada por el aparato ideológico al servicio del estado en la opinión pública, para deslegitimar la lucha social de los humildes.
Invitamos a los ciudadanos a comprobar lo que decimos y no dejarse engañar por la descalificación, sin pruebas, que se hace del Movimiento Antorchista Nacional, que, con el esfuerzo de sus miles de militantes de tiempo completo, hace 46 años inició la creación de los negocios que hoy generan los recursos para que nuestra lucha tenga independencia política. Pedir que estos recursos, que se usan para la defensa de los mexicanos humildes, sean invertidos en las obras y servicios que deben brindar los gobernantes, que administran los impuestos que todos aportamos, es en los hechos, negar la necesidad de un Estado que cumpla esas funciones, o en su defecto afirmar la incompetencia de quienes administraron el erario.
Si el Gobierno federal y algunos gobiernos estatales, son capaces de ocultar las cifras de contagios y muertos por covid-19, si se atreven a negar apoyo a quienes no tienen empleo ni recursos para alimentarse, si abandonan a las empresas pequeñas y medianas que generan la mayoría de empleos en el país, si dejan indefenso al personal de salud que se está contagiando por falta de protección, existen altas probabilidades de que mientan también sobre nuestras demandas. Esa es una duda legítima que deben responderse quienes, sin prejuicio, quieran constatar los resultados de nuestra lucha en cada lugar donde tenemos presencia. Ahí está la realidad saltando, a la vista de todos, para demostrar que la lucha de Antorcha no sólo es genuina y legítima, sino que da resultados.
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