MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Quién rompe y quién paga los platos rotos

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Según una nota de El Sol de Hermosillo, para diciembre pasado, 66 municipios del estado estaban afectados por la sequía, aunque en diferentes proporciones. Esto de por sí es un problema que concierne a toda la población, pues la falta de agua es algo que nos afecta de manera directa pero, aunado a esto, cuando vemos las consecuencias que trae a la producción de la riqueza en el estado, vemos que es un problema que, si bien se hace más evidente, viene desde hace varios años.

La riqueza producida industrialmente no se ha repartido de manera equitativa; ha sido acaparada por unos cuantos, mientras las grandes mayorías sufren las consecuencias de su consumo acelerado.

Sonora se caracteriza por su producción agrícola, mucha gente depende de ella, y cuando no hay las condiciones para su producción es prácticamente imposible encontrar el sustento en el lugar de origen. No sólo son pérdidas económicas para los productores, como suelen medirse las cosas, sino pérdidas de la capacidad de encontrar sustento.

Si miramos bien, la sequía es un problema en todo el país y el mundo. Aquí conviene preguntarnos por qué hemos llegado a una situación como esta. Por qué las lluvias son cada vez más escasas, por qué la naturaleza cambia y las condiciones climáticas son cada vez más difíciles, y, aunado a eso, quiénes son los responsables de que eso pase.

Es común escuchar que son los seres humanos, así, en general, los culpables. Sin embargo, esta es una respuesta que evita ver el fondo del problema, pues carga las culpas a todos por igual, como si tuvieran la misma responsabilidad una persona de alguna comunidad mexicana que apenas tiene para vivir el día a día, que aquellos que gastan millones de dólares en viajes al espacio.

La diferencia en la cantidad de recursos que consumen en ese modo de vida es enorme. “Modo de vida imperial” lo llama Kohei Saito, el que se basa en el “saqueo de los recursos naturales y la energía del Sur Global”; “un modelo basado en la producción y el consumo en masa”.

El problema del modo de vida imperial es que consumen los recursos de todo el planeta de una forma tan acelerada que algo que pudiera durar muchos años ya no lo hará.

Según un estudio de la UNAM, entre 2000 y 2021, la temperatura promedio pasó de 20.8 a 22.1 ºC, teniendo como consecuencia que la cantidad de agua disponible disminuya. 

El aumento de la temperatura es una consecuencia de la producción de gases de efecto invernadero como el CO2. La industria y el consumo acelerados han causado que las cantidades de CO2 liberadas a la atmósfera aumenten la temperatura, pero repetimos, no son todos los seres humanos los responsables de esto.

Pudiera decirse, sin embargo, que como la industria ha generado la riqueza de la que se beneficia toda la sociedad, en última instancia todos somos culpables, pero eso tampoco es cierto, pues la riqueza producida industrialmente no se ha repartido de manera equitativa.

Al contrario, ha sido acaparada por unos cuantos. Unas decenas de personas o menos acumulan tanta riqueza como todos los pobres del mundo. Por tanto, sigue siendo ese saqueo de recursos en beneficio de unos cuantos lo que nos trae nuevamente a la problemática actual.

Entonces, para darnos cuenta de dónde está el origen de la falta de recursos para que nuestra población pueda encontrar el sustento, debemos ver quiénes son los que consumen más recursos, que, como menciona el reporte de Oxfam, los ricos, que sólo representan el 21 % de la población mundial, poseen el 69 % de la riqueza mundial. Aquí está el origen del problema.

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